Semillas de Primavera: Un Viaje de 40 Días para la MujerMuestra

INTRODUCCIÓN: Planta tu jardín para una cosecha fructífera
La seminal imperecedera: la Palabra de Dios (1ª Pedro 1:23, Lucas 8:11). Hace algunos años los arqueólogos encontraron una semilla de trigo en una pirámide. La semilla fue datada en miles de años, alrededor del 2500 aC. Cuando fue plantada en tierra fértil, la semilla de 4500 años ¡germinó y creció! "Pues habéis nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino de una que es incorruptible, es decir, mediante la palabra de Dios que vive y permanece. Porque: Toda carne es como la hierba, y toda su gloria como la flor de la hierba. Sécase la hierba, cáese la flor, mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que os fue predicada" (1ª Pedro 1:23-25).
En su carta a la iglesia de Éfeso, Pablo intenta ayudar a los creyentes haciendo comprensible la incomprensible herencia que les ha sido dada cuando han sido adoptados en la familia de Dios. Es tanto lo que nos ha sido dado, que no sabemos qué hacer con ello, y por desgracia una gran parte queda encerrada en las torres de silo porque no entendemos lo que significa "en Él". Hasta que tengamos acceso a nuestra abundante herencia por la fe, permanecerá adormecida, sin producir ni vida ni fruto.
Abramos esos silos, cojamos esas semillas, plantémoslas en suelo fértil y recogeremos una cosecha extravagante y eterna. Debemos pedir a Dios que plante su Palabra en nuestros corazones, y haciéndola viva por la fe. La Biblia declara que la fe es un regalo, "que viene del oír, y el oír, por la palabra de Cristo" (Romanos 10:17). Debemos colocarnos en la posición de "oir" la Palabra de Dios, pasando tiempo con su Palabra, estudiándola y meditando en ella. Escuchando la palabra por el poder del Espíritu Santo, podremos entender esa palabra eligiendo creerla y vivir de acuerdo a ella en el poder del Espíritu Santo. Cuando lo hacemos así, estamos plantando semillas de justicia en nuestros corazones que traerán una cosecha de justicia.
TERMINA EN ORACIÓN
La seminal imperecedera: la Palabra de Dios (1ª Pedro 1:23, Lucas 8:11). Hace algunos años los arqueólogos encontraron una semilla de trigo en una pirámide. La semilla fue datada en miles de años, alrededor del 2500 aC. Cuando fue plantada en tierra fértil, la semilla de 4500 años ¡germinó y creció! "Pues habéis nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino de una que es incorruptible, es decir, mediante la palabra de Dios que vive y permanece. Porque: Toda carne es como la hierba, y toda su gloria como la flor de la hierba. Sécase la hierba, cáese la flor, mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que os fue predicada" (1ª Pedro 1:23-25).
En su carta a la iglesia de Éfeso, Pablo intenta ayudar a los creyentes haciendo comprensible la incomprensible herencia que les ha sido dada cuando han sido adoptados en la familia de Dios. Es tanto lo que nos ha sido dado, que no sabemos qué hacer con ello, y por desgracia una gran parte queda encerrada en las torres de silo porque no entendemos lo que significa "en Él". Hasta que tengamos acceso a nuestra abundante herencia por la fe, permanecerá adormecida, sin producir ni vida ni fruto.
Abramos esos silos, cojamos esas semillas, plantémoslas en suelo fértil y recogeremos una cosecha extravagante y eterna. Debemos pedir a Dios que plante su Palabra en nuestros corazones, y haciéndola viva por la fe. La Biblia declara que la fe es un regalo, "que viene del oír, y el oír, por la palabra de Cristo" (Romanos 10:17). Debemos colocarnos en la posición de "oir" la Palabra de Dios, pasando tiempo con su Palabra, estudiándola y meditando en ella. Escuchando la palabra por el poder del Espíritu Santo, podremos entender esa palabra eligiendo creerla y vivir de acuerdo a ella en el poder del Espíritu Santo. Cuando lo hacemos así, estamos plantando semillas de justicia en nuestros corazones que traerán una cosecha de justicia.
TERMINA EN ORACIÓN
Escritura
Acerca de este Plan

Con frecuencia la Biblia usa las estaciones para ilustrar la obra de Dios en nosotros. Este devocional de 40 días para mujeres usa un jardín como una metáfora del crecimiento en Cristo. Cada día recibirás una "Semilla de la Verdad" (escrituras) y direcciones de cómo "Plantar la Semilla" (tómarselo en serio) y "Regar la Semilla"(aplicarlo). ¡Esté emocionada! El Señor hará crecer un hermoso jardín de Su carácter en sus corazones rebosantes de la plenitud del Señor. Ideal para mamás ocupadas, mujeres solteras y estudiantes.
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We would like to thank Thistlebend Ministries and author Laurie Aker for providing this plan. For more information, please visit: www.thistlebendcottage.org
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