Devocionales diarios con Greg LaurieMuestra

Siguiendo desde lejos

Mantenerse alejado del Señor es el principio de toda caída.

Por ejemplo, puedes mostrarme un matrimonio que se está separando, y citarme algunas de las razones que tengan, pero te diré exactamente por qué se está rompiendo. Se rompió la comunicación de la pareja. Algo ocurrió, y la amistad que una vez hubo en su matrimonio, y el compañerismo que una vez disfrutaron, han dejado de existir. Entonces es cuando toda la lista de los demás problemas empiezan a fracturar el matrimonio.

Lo mismo podemos decir de nuestra relación con Dios. Podemos alejarnos de la presencia del Señor. Dejamos de comenzar el día leyendo la Biblia y orando. Estamos demasiado ocupados haciendo otras cosas, y aparecen entonces otros problemas. Y nos encontramos a nosotros mismos siguiéndole de lejos.

Este es uno de los pasos que Pedró dio hacia su negación del Señor. La Biblia nos dice que después de que Jesús fue arrestado: "Pero Pedro lo siguió de lejos hasta el patio del sumo sacerdote. Entró y se sentó con los guardias para ver en qué terminaba aquello" (Mateo 26:58).

Hay muchas personas así en la iglesia. Suelen llegar tarde al culto y son los primeros en irse. Suelen sentarse al final. Quieren vivir en dos mundos, así que le siguen a la distancia. Esto es lo que le ocurrió a Pedro.

Escuché la historia de un pequeño que se cayó de la cama en mitad de la noche. Cuando se madre le preguntó qué le había pasado, dijo: "Bueno, pensaba que estaba tan cerca de donde quería ir".

Y es la misma razón por la que nos alejamos del Señor. Estamos demasiado cerca del lugar donde queremos entrar.

Resumen: ¿Te mantienes lejos o cerca de Jesús?

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