El Dios Sin ReligiónMuestra

Toda mi vida me la pasé en la iglesia, puesto que prácticamente nací en el evangelio, además de que soy hijo de Pastores, entonces era normal para mí pasar mucho tiempo dentro de la iglesia. Solía también acompañar a mi Padre cuando lo invitaban a predicar y me gustaba ir, únicamente que siempre hubo algo que nunca lo entendí. Y era el odio a quien no pensaba como nosotros, era el evadir a toda persona que no creía en lo que nosotros dábamos la vida creyendo.

Me crie con ese pensamiento, tal vez no evadía a las personas que profesaban otra religión, pero si los veía y en mis adentro solía burlarme de ellos porque pensaba que mi Dios solo era para nosotros y no para ellos.

Crecí y tuve la oportunidad de estudiar en una institución prestigiosa aquí en mi país, su nombre es el Instituto Técnico Ricaldone. Fueron 3 años maravillosos y de los cuales con todo gusto volvería a cursar. Es colegio católico, la mayoría de su población estudiantil son católicos. Por ser estudiantes nos hacían ir a misa y a todas las celebraciones que la iglesia tiene por costumbre. Y hay cosas que yo no he podido olvidar por más que trate de olvidarlas no puedo, quede marcado.

A continuación, te contaré mi historia, así que agárrate. Debes saber que como te contaba yo solía pensar que mi Dios solo nos escuchaba a nosotros, a los de mi iglesia y los que creían en lo mismo que yo. Así que me toco ir a mi primera misa, lo recuerdo como si fue el día de ayer, llegué y me senté y dije en mis adentros: “Estoy seguro de que Dios no se mueve aquí”. Luego de los cánticos tocaba la parte donde el sacerdote iba a dar la homilía que es el discurso. Y tengo tan grabado lo que hablo el Padre Sixto y no pasaron ni 10 minutos y yo ya sentía al Espíritu Santo. Llore mucho, lloraba en silencio por dos cosas. La primera, Dios estaba usando en gran manera al Sacerdote y segunda porque me di cuenta de que Dios no tiene religión ni preferencias. Me di cuenta de que Dios es Dios y fue como una bofetada para mí por pensar que Dios estaba solo para cierta población.

Dios es Dios, él murió por todos. Por adventistas, por evangélicos, por bautistas, por católicos. Él no vio tu religión para salvarte y para amarte. Y no seamos del pensar que Dios no ama al que no profesa tu misma religión, sonara duro para algunos, pero alguien tenía que decírtelo.