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Ganando la batalla en tu menteMuestra

Winning the War in Your Mind

DÍA 3 DE 7

Hace tiempo me comprometí a que dejaría de obsesionarme con los mensajes de texto y los correos electrónicos. Decidí que cada vez que escuchase el sonido que indicaba que había recibido un mensaje, no sentiría la urgencia de mirarlo de inmediato. Y cuando lo comprobara, no leer y releer lo que la otra persona escribía, para no estar luego escribiendo y reescribiendo mi respuesta. Mi compromiso digital duró... bueno, honestamente, creo que nunca dejé de obsesionarme con los mensajes de texto y los correos electrónicos. No solo mi compromiso no duró; ¡Es que ni siquiera empezó!



El problema con la forma en que afrontamos nuestros problemas es que perseguimos el problema. Nos centramos únicamente en el comportamiento comprometiéndonos a empezar o dejar de hacer algo.



Seguramente también has hecho esto, ¿verdad? Has decidido, tal vez incluso declarado, que ibas a cambiar.




  • ¡Este año voy a comer sano y hacer ejercicio todos los días!

  • Voy a dejar de salir con cualquier persona que me trate mal. De hecho, ¡no voy a salir con nadie!

  • Estoy cansado de perder el tiempo en las redes sociales y comparar mi vida con la de los demás. ¡Esta vez lo dejo para siempre!

  • Ya está bien. Esta es la última vez. ¡Nunca volveré a ver pornografía!

  • No voy a exagerar, mentir ni cotillear para llamar la atención o sentirme mejor conmigo mismo. ¡Nunca más! 

  • ¡Voy a leer la Biblia todas las mañanas durante todo el año!


Cualquiera que haya sido tu compromiso, ¿cómo te fue?



Yo supongo que no tan bien. ¿Por qué? Porque la modificación del comportamiento no funciona al centrarse únicamente en modificar la conducta. No se llega a la raíz del problema, que es el pensamiento que produce el comportamiento. Para ser más específicos, el problema es la vía neuronal que conduce al comportamiento. 



Digamos que odias un árbol feo de tu jardín. Quieres deshacerte de ese árbol. Finalmente, decides que ha llegado el momento de solucionar el problema. Así que, entras en tu jardín con una pequeña sierra de mano. Coges una rama fea y la cortas del árbol. Sonríes y regresas a casa, cantando triunfalmente canciones famosas como "All I Do Is Win" (todo lo que hago es ganar) y "Another One Bites the dust" (otro que muerde el polvo). Al día siguiente, te sorprende ver que el árbol todavía se mantiene firme. Mientras miras por la ventana, casi podrías jurar que se está riendo de ti.



Lo sé. La analogía es absurda. Nunca intentarías matar a un árbol simplemente quitando una rama, porque obviamente la rama no es el problema. El árbol es el problema. En realidad, el sistema de raíces del árbol es el principal culpable. Si no quitas el sistema de raíces cuando cortas el árbol, aún podría volver a crecer.



Bueno, si nosotros decidimos, voy a dejar de gritar a mis hijos o voy a dejar de aislarme y de vivir una vida solitaria o voy a hacer ejercicio todos los días, estamos cortando una rama. Estamos ignorando el problema real de la mentira en la que creemos y la rutina mental en la que caemos. Atacando solo los síntomas, no la fuente.



Pensar que puedo cambiar un comportamiento simplemente eliminando el comportamiento es absurdo. El comportamiento no es la raíz del problema. La vía neuronal que me lleva al comportamiento es el problema. Si detengo un comportamiento, volverá, a menos que




  1. elimine la mentira desde la raíz del comportamiento, y

  2. reemplace la vía neural que me lleva a ese comportamiento.


¿De dónde sacaremos estos nuevos pensamientos? Sugerencia: no los obtendremos pasando tiempo mirando las publicaciones de las redes sociales, escuchando nuestra lista de música favorita o llamando a un amigo para pedir su opinión. 



Para parar las mentiras y reemplazarlas con la verdad, debemos recurrir a la Palabra de Dios.



Eso es lo que hizo Jesús. Cuando Satanás lo tentó, Jesús no pudo sacar su iPhone y abrir la aplicación de la Biblia de YouVersion para buscar un versículo que pudiera servirle. Él ya había procesado las verdades de la Palabra de Dios que crearon una vía neuronal útil. Cuando fue tentado, Jesús siguió esa vía, llevándole a la obediencia y a la libertad.



Eso es lo que tenemos que hacer. 


Día 2Día 4

Acerca de este Plan

Winning the War in Your Mind

La mayoría de las batallas de la vida se ganan o se pierden en la mente. Entonces, ¿cómo empezamos a ganar más de esas batallas? En este plan bíblico de 7 días basado en el libro del pastor Craig Groeschel de Life.Church...

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Nos gustaría dar las gracias al pastor Craig Groeschel y a Life.Church por proporcionarnos este plan. Para más información, visita: www.craiggroeschel.com

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