EsperarMuestra

¿Alguna vez has visto esas fotos de dueños que se parecen a sus mascotas? ¿O parejas que extrañamente se parecen?

Se ha dicho que, con el tiempo, nos parecemos más a aquellos con quienes pasamos el tiempo. Esto puede ser cierto o no en la apariencia, pero definitivamente es cierto en los rasgos y cualidades del carácter.

Lo mismo ocurre con nuestra relación con Jesús.

A medida que pases tiempo con Dios, te parecerás más a Él.

Pablo habla de esta realidad en Gálatas. A medida que pasas tiempo con Dios y permite que el Espíritu Santo obre en tu vida, ciertas cualidades comienzan a crecer en ti. Pablo se refiere a estas cualidades como fruto del Espíritu.

Hemos hablado mucho sobre la paciencia durante los últimos días. La verdad es que no hay atajos para desarrollar la paciencia. No sucederá de la noche a la mañana. Es algo que crece en ti a medida que sigues a Jesús y pasas tiempo con Él.

¿Apartas un tiempo determinado para pasarlo con Jesús? ¿Es parte de tu ritmo y rutina diaria? Si no es así, ¿qué puedes hacer para incorporarlo?