Un Espíritu CorrectoMuestra

Día 4: Espíritu Adorador  

Todos los cristianos podemos adorar a Dios por momentos, pero un cristiano con un espíritu de adorador nunca lo deja de hacer. 

Una persona con un espíritu de adorador cambia la queja y el chisme por adoración y honra. Una persona con un espíritu adorador agradece en todo momento, encuentra lo bueno en toda situación y aún en los momentos más difíciles confía y adora a Dios. 

La adoración nunca se trató de la música o de cantar, siempre se trató de un espíritu. El espíritu que libró a Pablo y Silas de la cárcel (Hechos 16:25-40), el espíritu que llevó al trono a David, el espíritu que impulsó a María para lavar los pies de Jesús, es el mismo espíritu que debemos pedir a Dios para nosotros. 

Una persona con un espíritu adorador cuida lo que habla, pues sabe que su boca esta consagrada a Dios, cuida lo que hace porque su cuerpo está consagrado a Dios y busca agradar a Dios por encima de cualquier persona. El espíritu adorador en una persona es muy importante porque este espíritu es el que le permite permanecer con fe y con esperanza aún en los momentos más difíciles e inentendibles de la vida. 

Como todas las características de un espíritu correcto, el espíritu adorador también influencia, cambia la atmósfera a su alrededor y lleva a los demás a adorar y ver de la forma que este lo hace. 

Decide este año ser un adorador, dar gloria y honra a Dios cada día y en cada momento sin importar la situación. 

La adoración trae el cielo a los eventos terrenales, la adoración te da perspectiva celestial, la adoración te saca de la oscuridad y te lleva a la luz, la adoración abre puertas, sana enfermedades y te conecta con Dios. 

Dinámica: 

- Toma un tiempo para adorar a Dios, solo enfócate en adorarlo. 

- Haz un compromiso escrito con Dios de adorarlo en todo momento de este año.