Te ExtrañoMuestra

Por mucho tiempo me culpé del hecho de que no pude despedirme de esos seres queridos porque daba por hecho que todo iba a salir bien. Pensé que todo saldría a la perfección en esa operación, pero no fue así, las cosas no salieron como debían y pasó lo que tú estás pensando, la muerte. Y la muerte es así,  inesperada. Es como esa persona que nadie invita a las fiestas, pero aún así se logra colar entre los invitados.

Un invitado que se cuela y que tú sientes que, en vez de traerte un regalo, te trae un vacío. Esos vacíos que inundan de preocupación tu vida, que te quitan la paz y el sueño. Te pregunto ¿Hace cuánto que no logras dormir? ¿Hace cuánto que no sientes paz? Te entiendo.

Entiendo que te sientas vacío y que no tengas fuerzas. Pero más que nunca aférrate de Dios.

Él dice que su carga es ligera. Él dice que llenará tu vacío. Es especialista en llenar vacíos y estoy seguro de que está listo para llenarte.

Y me podrás decir: ¿Cuánto durará mi dolor? Y yo no quiero ser un timador y decirte que en horas ya no sentirás nada porque no es así. Muchos logran sanar en semanas otros en meses. Es un proceso que a todos nos lleva tiempo poder sanar. No te frustres si no ves cambios a pesar de que tienes una relación con Dios, ten en cuenta que día a día él está obrando en ti y en tu familia.

Tus lágrimas se convertirán en lágrimas de alegría, yo lo creo. La mejor forma en que tú puedes honrar la vida de la persona que se fue, es no rendirte. Es seguir adelante en la vida, recordando el legado que te dejó.