MultiplícateMuestra

Día #5 – Multiplícate en otros 

Para multiplicarte como Jesús, necesitas un ingrediente muy especial: El amor. En la medida en la que crezca tu influencia, tendrás más relaciones con los demás. Mientras más relaciones tengas, mayor deberá ser el amor que debes tener por los demás.

Todos cometemos errores, y por eso mismo, muchas personas te tratarán mal, te fallarán, o te «apuñalarán por la espalda». Dependiendo de cómo manejes la situación, podrás salir adelante a multiplicarte o te quedarás estancado. Necesitas seguir amando, volver a la lectura del día uno para perdonar y seguir adelante.

Otro factor necesario para una multiplicación efectiva es la integridad. Si haces las cosas bien, tendrás éxito. Si vendes tu integridad por un beneficio pasajero te irá mal. Las personas crecen solo cuando las diriges efectiva e íntegramente.

Para liderar a otros, primero debes liderar tu vida porque jamás podrás dar lo que no tienes. Nadie querrá ser influenciado por ti, si tu historia no precede a la historia que ellos mismos quieren tener.

Pasos para crear un equipo de líderes y multiplicarte:

• Busca a líderes potenciales. Crea un listado de personas que vengan a tu mente porque han demostrado que aman hacer lo mismo que estás buscando hacer en tu equipo. Contacta y conecta con ellos. Actualiza el listado antes del fin de cada mes


• Añade miembros al equipo de manera consistente y comprométete a desarrollar a otros hasta convertirlos en líderes


• No dejes de cuidar a los que están cercanos a ti


• Escúchalos


• Guíalos a través de las circunstancias adversas que vayan a pasar y que tú ya hayas superado


• Reproduce a otros líderes para que tu legado e influencia continúe en crecimiento


• Capacítalos para que desarrollen a otros líderes. Libéralos para que hagan las cosas por su cuenta y repite el ciclo

Oración: Señor, ¡ayúdame a multiplicarme! Quiero ser de bendición en la vida de otros y quiero que ellos bendigan a los demás. Que mi multiplicación ocurra para apuntar a otros a que vean tu gloria manifestada en mi vida y jamás permitas que la fama que pueda obtener vuelva mi corazón arrogante. Cuida mi corazón. Protégeme de la envidia de los demás. Ayúdame a ser tu ejemplo y a ganar almas para ti, mientras modelo tu influencia en esta tierra. En el nombre de Jesús, amén.