Una sacudida de gozoMuestra

La preocupación o el temor pueden ser definidas simplemente como la falta de confianza en el Dios que nos ama incondicionalmente y que hace que todas las cosas sean para bien. Cuando estás consumido por la preocupación, crees falsamente que tus problemas son demasiado grandes incluso para Dios. Si estás lleno de este temor, estás asumiendo equivocadamente que tu pecado es demasiado grande como para que Dios pueda perdonarlo. Si estás luchando contra la ansiedad, triste y erróneamente estás convenciéndote a ti mismo de que tu vida está tan fuera de control que está más allá del poder de Dios para traerte poner orden de nuevo en ella.





Si tienes la tendencia a preocuparte constantemente, nunca experimentarás el gozo que se supone que es tuyo. La preocupación y el gozo se excluyen mutuamente. La preocupación, es su estado más crudo, es una forma patética de ateísmo. ¿Cómo puede alguien sobreponerse a la preocupación, al temor o a la ansiedad?





La Biblia nos dice que la paz es el resultado de confiar en Dios. ¿Puedes confiar en Él? ¿Puedes confiar en Él hoy? Declara, en alto: "¡Jesús, confío en ti de todo corazón! ¡Creo que nada es imposible para ti y que tu tienes planes de bondad para mi vida!".





Cuando saturas tu mente y alma con la Palabra de Dios, serás libre del temor al mal. Cuando confiesas quién es Dios y de lo que Él es capaz de hacer en tu vida, es cuando la ansiedad, la preocupación o el temor desaparecen milagrosamente. ¿Y qué es lo que queda en el hueco de esas temibles emociones? ¡Te encontrarás a ti mismo como un recipiente bendecido de gozo!