Pensando en Voz Alta

Plan De Lectura Con Christian Mael (Mayo)

Bendición Multigeneracional

Dios Te Ama

Líderes como Cristo

HECHOS: El Evangelio Del Espíritu Santo

Cómo Ser Un Buen Padre Cristiano

Desbloquea Tus Decisiones

¿Deberían Los Cristianos Tener Citas en Linea?

¿Marta O María? Y Las Prioridades Espirituales

<div class="version vid210 iso6393spa" data-vid="210" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkMRK">
 <div class="chapter ch5" data-usfm="MRK.5">
 <div class="label">5</div><div class="s1">Curaci&#243;n del endemoniado geraseno</div><div class="r">(Mt 8,28-34; Lc 8,26-39)</div><div class="p"> 1Llegaron a la otra orilla del lago, a la regi&#243;n de Gerasa. 2En cuanto Jes&#250;s baj&#243; de la barca, sali&#243; a su encuentro, procedente del cementerio, un hombre pose&#237;do por un esp&#237;ritu impuro. 3Este hombre viv&#237;a en el cementerio y nadie hab&#237;a podido sujetarlo ni siquiera con cadenas. 4Muchas veces lo hab&#237;an encadenado y sujetado con grilletes, pero siempre los hab&#237;a roto y ya nadie lograba dominarlo. 5D&#237;a y noche andaba entre las tumbas y por los montes, gritando y golpe&#225;ndose con piedras. 6Al ver de lejos a Jes&#250;s, ech&#243; a correr y fue a arrodillarse a sus pies, 7gritando con todas sus fuerzas:</div><div class="p">&#8212;&#161;D&#233;jame en paz, Jes&#250;s, Hijo del Dios Alt&#237;simo! &#161;Por Dios te ruego que no me atormentes!#1,1.23; Mt 14,33; Lc 1,32; 6,35.</div><div class="p"> 8Y es que Jes&#250;s hab&#237;a dicho al esp&#237;ritu impuro que saliera de aquel hombre. 9Jes&#250;s le pregunt&#243;:</div><div class="p">&#8212;&#191;C&#243;mo te llamas?</div><div class="p">&#201;l contest&#243;:</div><div class="p">&#8212;Me llamo &#171;Legi&#243;n&#187;, porque somos muchos.</div><div class="p"> 10Y suplicaba insistentemente a Jes&#250;s que no los echara fuera de aquella regi&#243;n. 11Al pie de la monta&#241;a estaba paciendo una gran piara de cerdos, 12y los esp&#237;ritus rogaron a Jes&#250;s:</div><div class="p">&#8212;Env&#237;anos a los cerdos para que entremos en ellos.</div><div class="p"> 13Jes&#250;s se lo permiti&#243;, y los esp&#237;ritus impuros salieron del hombre y entraron en los cerdos. Al instante, la piara se lanz&#243; pendiente abajo hasta el lago, donde los cerdos, que eran unos dos mil, se ahogaron.</div><div class="p"> 14Los porquerizos salieron huyendo y lo contaron en el pueblo y por los campos, de manera que la gente fue all&#225; a ver lo sucedido. 15Cuando la gente lleg&#243; adonde se encontraba Jes&#250;s, vio al hombre que hab&#237;a estado pose&#237;do por la legi&#243;n de demonios, y que ahora estaba sentado, vestido y en su cabal juicio. Y todos se llenaron de miedo. 16Los testigos del hecho refirieron a los dem&#225;s lo que hab&#237;a pasado con el poseso y con los cerdos, 17por lo cual, todos se pusieron a rogar a Jes&#250;s que se marchara de su comarca.</div><div class="p"> 18Entonces Jes&#250;s subi&#243; a la barca. El hombre que hab&#237;a estado endemoniado le rogaba que le permitiera acompa&#241;arlo. 19Pero Jes&#250;s no se lo permiti&#243;, sino que le dijo:</div><div class="p">&#8212;Vete a tu casa, a los tuyos, y cu&#233;ntales todo lo que el Se&#241;or ha hecho contigo y c&#243;mo ha tenido compasi&#243;n de ti.</div><div class="p"> 20El hombre se march&#243; y comenz&#243; a proclamar por los pueblos de la regi&#243;n de la Dec&#225;polis lo que Jes&#250;s hab&#237;a hecho con &#233;l; y todos se quedaban asombrados.</div><div class="s1">La hija de Jairo. La mujer enferma</div><div class="r">(Mt 9,18-26; Lc 8,40-56)</div><div class="p"> 21Al regresar Jes&#250;s a la otra orilla, se reuni&#243; en torno a &#233;l mucha gente junto al lago. 22Entonces lleg&#243; uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, que, al ver a Jes&#250;s, se postr&#243; a sus pies, 23suplic&#225;ndole insistentemente:</div><div class="p">&#8212;Mi hija se est&#225; muriendo; pero si t&#250; vienes y pones tus manos sobre ella, se salvar&#225; y vivir&#225;.#Mt 9,18; Lc 4,40; Hch 9,12.17; 28,8.</div><div class="p"> 24Jes&#250;s fue con &#233;l. Iba tambi&#233;n una gran multitud, que segu&#237;a a Jes&#250;s y casi lo aplastaba. 25Entre la gente se encontraba una mujer que desde hac&#237;a doce a&#241;os padec&#237;a hemorragias. 26Hab&#237;a sufrido mucho a manos de muchos m&#233;dicos y hab&#237;a gastado en ellos toda su fortuna, sin conseguir nada, sino ir de mal en peor. 27Aquella mujer hab&#237;a o&#237;do hablar de Jes&#250;s y, confundi&#233;ndose entre la gente, lleg&#243; hasta &#233;l y por detr&#225;s le toc&#243; el manto, 28dici&#233;ndose a s&#237; misma: &#171;Solo con que toque su manto, me curar&#233;&#187;.#3,10; 6,56; Mt 14,36 (ver Hch 5,15; 19,12). 29Y, efectivamente, le desapareci&#243; de inmediato la causa de sus hemorragias y sinti&#243; que hab&#237;a quedado curada de su enfermedad. 30Jes&#250;s se dio cuenta enseguida de que un poder curativo hab&#237;a salido de &#233;l; se volvi&#243;, pues, hacia la gente y pregunt&#243;:</div><div class="p">&#8212;&#191;Qui&#233;n ha tocado mi manto?#Lc 6,19.</div><div class="p"> 31Sus disc&#237;pulos le dijeron:</div><div class="p">&#8212;Ves que la gente casi te aplasta por todas partes &#191;y a&#250;n preguntas qui&#233;n te ha tocado?</div><div class="p"> 32Pero &#233;l segu&#237;a mirando alrededor para descubrir qui&#233;n lo hab&#237;a hecho. 33La mujer, entonces, temblando de miedo porque sab&#237;a lo que le hab&#237;a pasado, fue a arrodillarse a los pies de Jes&#250;s y le cont&#243; toda la verdad. 34Jes&#250;s le dijo:</div><div class="p">&#8212;Hija, tu fe te ha sanado. Vete en paz, libre ya de tu enfermedad.#1 Sm 1,17; 20,42; 2 Sm 15,9; 2 Re 5,19; Lc 7,50.</div><div class="p"> 35A&#250;n estaba hablando Jes&#250;s, cuando llegaron unos de casa del jefe de la sinagoga a decirle a este:</div><div class="p">&#8212;Tu hija ha muerto. No molestes m&#225;s al Maestro.</div><div class="p"> 36Pero Jes&#250;s, sin hacer caso de aquellas palabras, dijo al jefe de la sinagoga:</div><div class="p">&#8212;No tengas miedo. &#161;Solo ten fe!</div><div class="p"> 37Y sin permitir que nadie lo acompa&#241;ara, excepto Pedro, Santiago y su hermano Juan, 38se dirigi&#243; a casa del jefe de la sinagoga. Al llegar vio el alboroto y a la gente que lloraba dando muchos alaridos. 39Entr&#243; y les dijo:</div><div class="p">&#8212;&#191;A qu&#233; vienen este alboroto y estos llantos? La ni&#241;a no est&#225; muerta; est&#225; dormida.</div><div class="p"> 40Pero se burlaban de &#233;l. Jes&#250;s ech&#243; a todos de all&#237; y, haci&#233;ndose acompa&#241;ar solamente de los padres de la ni&#241;a y de los que hab&#237;an ido con &#233;l, entr&#243; donde estaba la ni&#241;a. 41La tom&#243; de la mano y le dijo:</div><div class="p">&#8212;Talitha, qum, que significa: &#171;Muchacha, a ti me dirijo: lev&#225;ntate&#187;.#1,31; 9,27; Lc 7,14.</div><div class="p"> 42La muchacha, que ten&#237;a doce a&#241;os, se levant&#243; al punto y ech&#243; a andar. Y la gente se qued&#243; at&#243;nita. 43Jes&#250;s orden&#243; severamente que no hicieran saber esto a nadie, y mand&#243; dar de comer a la ni&#241;a.</div>
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</div>

<div class="version vid210 iso6393spa" data-vid="210" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkEXO">
 <div class="chapter ch21" data-usfm="EXO.21">
 <div class="label">21</div><div class="s1">Leyes acerca de la esclavitud</div><div class="p"> 1Estas son las normas que dar&#225;s a los israelitas:</div><div class="p"> 2Si compras un esclavo hebreo, trabajar&#225; para ti durante seis a&#241;os, y al s&#233;ptimo quedar&#225; en libertad, sin pagar nada.#Lv 25,39-43; Dt 15,12-18. 3Si lleg&#243; solo, marchar&#225; solo; si lleg&#243; casado, su mujer marchar&#225; con &#233;l; 4si fue su amo quien le proporcion&#243; esposa, de la que ha tenido hijos e hijas, la esposa y los hijos ser&#225;n para el amo, y solo el esclavo quedar&#225; en libertad. 5Pero si el esclavo renuncia formalmente a quedar libre, porque ama a su mujer y a sus hijos y a su amo, 6el amo lo llevar&#225; ante los jueces y, acerc&#225;ndolo a la puerta o a la jamba, le perforar&#225; el l&#243;bulo de la oreja con un punz&#243;n, con lo que se convertir&#225; en su esclavo para siempre.</div><div class="p"> 7Si uno vende a su hija como esclava, esta no quedar&#225; en libertad como los esclavos varones. 8Si el amo, al que hab&#237;a sido destinada, decide no tomarla por esposa porque le desagrada la muchacha, permitir&#225; que paguen su rescate; pero no podr&#225; rechazarla vendi&#233;ndola a ning&#250;n extranjero. 9Si la destina para su hijo, tendr&#225; que tratarla como a una hija. 10Quien toma otra esposa, no privar&#225; a la primera de comida, ropa y relaciones conyugales; 11y si no cumple con alguna de estas tres cosas, ella podr&#225; marcharse sin tener que pagar su rescate.</div><div class="s1">Legislaci&#243;n criminal</div><div class="p"> 12El que hiere a alguien y le causa la muerte, deber&#225; morir tambi&#233;n &#233;l.#Lv 24,17. 13Pero si fue por accidente y Dios lo permiti&#243;, yo te indicar&#233; un lugar en donde puede encontrar refugio.</div><div class="p"> 14Si alguien est&#225; re&#241;ido con su pr&#243;jimo y lo asesina con premeditaci&#243;n, hasta de mi altar lo arrancar&#225;s y har&#225;s que muera.</div><div class="p"> 15El que pegue a su padre o a su madre, deber&#225; morir.</div><div class="p"> 16El que secuestre a una persona, tanto si la vende como si la retiene, deber&#225; morir.#Dt 24,7.</div><div class="p"> 17El que maldiga a su padre o a su madre, deber&#225; morir.#Lv 20,9; Mt 15,4; Mc 7,10.</div><div class="s1">Casu&#237;stica criminal</div><div class="p"> 18Puede suceder que en el transcurso de una pelea, un hombre hiera a otro a pu&#241;etazos o a pedradas, sin causarle la muerte, pero oblig&#225;ndole a guardar cama; 19si el herido puede levantarse y salir a la calle con ayuda de un bast&#243;n, se absolver&#225; al que lo hiri&#243;, pero tendr&#225; que pagarle los gastos de la cura y de la convalecencia.</div><div class="p"> 20Si alguien apalea a su esclavo o a su esclava y alguno de ellos muere en el acto, el muerto deber&#225; ser vengado; 21pero si sobreviven un d&#237;a o m&#225;s, ya no ser&#225;n vengados, porque eran propiedad del amo.</div><div class="p"> 22Si en el transcurso de una pelea entre dos hombres, uno lastima a una mujer embarazada, haci&#233;ndola abortar, pero sin causarle ning&#250;n otro da&#241;o, el agresor deber&#225; pagar la multa que el marido de la mujer solicite y los jueces ratifiquen. 23Pero si hay otras lesiones, entonces se exigir&#225; vida por vida,#Lv 24,19-20; Dt 19,21. 24ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, 25quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.</div><div class="p"> 26Si uno deja tuerto de un golpe a su esclavo o a su esclava, les dar&#225; la libertad en compensaci&#243;n por el ojo. 27Si le rompe un diente, tambi&#233;n le conceder&#225; la libertad en compensaci&#243;n por su diente.</div><div class="p"> 28Si un toro acornea y mata a un hombre o a una mujer, se matar&#225; a pedradas al toro y no se comer&#225; su carne; su due&#241;o quedar&#225; libre de culpa. 29Puede suceder que el toro ya hubiera embestido en otras ocasiones y el due&#241;o del animal, estando avisado, no tomara precauciones; en tal supuesto, si el toro mata a un hombre o una mujer, al toro se le matar&#225; a pedradas y el due&#241;o deber&#225; morir. 30Si se le permite rescatar su vida a cambio de una multa, pagar&#225; la cantidad impuesta. 31Se aplicar&#225; esta misma ley en el caso de que el acorneado sea un muchacho o una muchacha. 32Si el toro acornea a un esclavo o a una esclava, el due&#241;o del toro pagar&#225; treinta monedas de plata al amo del esclavo o de la esclava, y el animal morir&#225; apedreado.</div><div class="p"> 33Si alguien tiene un pozo abierto, o abre una fosa y no la tapa, y un toro o un asno caen dentro, 34el due&#241;o del pozo tendr&#225; que indemnizar por los da&#241;os: pagar&#225; el precio del animal a su due&#241;o y &#233;l se quedar&#225; con el animal muerto.</div><div class="p"> 35Si el toro de uno acornea al toro de otro y lo mata, vender&#225;n el toro vivo y se repartir&#225;n el importe; tambi&#233;n se repartir&#225;n la carne del toro muerto. 36Pero si el toro ya hab&#237;a embestido en otras ocasiones y el due&#241;o del animal, estando ya avisado, no tom&#243; precauciones, entonces pagar&#225; al due&#241;o del animal muerto un toro vivo, y &#233;l se quedar&#225; con el toro muerto.</div><div class="s1">Leyes acerca de la propiedad</div><div class="p"> 37Si alguien roba un toro o una oveja y los mata o los vende, restituir&#225; cinco toros por cada toro y cuatro ovejas por cada oveja.</div>
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 </div>
</div>

<div class="version vid210 iso6393spa" data-vid="210" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkEXO">
 <div class="chapter ch22" data-usfm="EXO.22">
 <div class="label">22</div><div class="p"> 1Si un ladr&#243;n es sorprendido en el momento del robo y lo hieren de muerte, no se considerar&#225; un homicidio; 2pero si esto sucede a la luz del d&#237;a, s&#237; se considerar&#225; un homicidio. El ladr&#243;n tendr&#225; que restituir lo robado y, si no dispone de medios, &#233;l mismo ser&#225; vendido para pagar lo que rob&#243;; 3pero si se encuentran en su poder vivos a&#250;n el buey, el asno o la oveja que rob&#243;, pagar&#225; el doble.</div><div class="p"> 4Si alguien permite que su ganado paste en el campo o en el vi&#241;edo ajeno causando alg&#250;n da&#241;o, resarcir&#225; el da&#241;o con los mejores frutos de su propio campo o vi&#241;edo.</div><div class="p"> 5Si alguien prende fuego y este se propaga por los matorrales quemando las gavillas o las mieses sin segar, o incluso el campo entero, el causante del incendio pagar&#225; los da&#241;os.</div><div class="p"> 6Si alguien le conf&#237;a a otra persona su dinero u objetos de valor, y a esa persona se los roban de su propia casa, si se encuentra al ladr&#243;n, este restituir&#225; el doble. 7Pero si no se logra descubrir al ladr&#243;n, el due&#241;o de la casa ser&#225; llevado ante los jueces para atestiguar que no se ha apropiado de los bienes del otro.</div><div class="p"> 8En caso de duda sobre la propiedad, cuando dos reclaman como suyo un buey, un asno, una oveja, un vestido o cualquier otro objeto perdido, la causa de ambos ser&#225; presentada ante los jueces; y aquel a quien los jueces condenen, pagar&#225; al otro el doble.</div><div class="p"> 9Si alguien le conf&#237;a a otra persona un asno, un toro, una oveja u otro animal cualquiera, y se le muere, o se lastima o se lo roban en ausencia de testigos, 10el pleito se decidir&#225; jurando ante el Se&#241;or que no se apropi&#243; de los bienes a &#233;l confiados. El due&#241;o del animal aceptar&#225; el juramento, y el otro no tendr&#225; que pagar nada. 11Pero si el animal fue robado estando &#233;l presente, tendr&#225; que pag&#225;rselo al due&#241;o. 12Si el animal hubiera sido despedazado por alguna alima&#241;a, presentar&#225; los despojos como prueba y no tendr&#225; que pagar.</div><div class="p"> 13Si alguien pide prestado un animal a otro y, sin estar presente su due&#241;o, el animal muere o se lastima, el que lo pidi&#243; prestado deber&#225; pagarlo. 14Pero si el due&#241;o est&#225; presente, no tendr&#225; que pagarlo. Si era un animal alquilado, deber&#225; pagar el alquiler.</div><div class="s1">Leyes morales y religiosas</div><div class="p"> 15Si uno seduce a una muchacha soltera y se acuesta con ella, pagar&#225; su dote y se casar&#225; con ella. 16Pero si el padre de ella no quiere d&#225;rsela, deber&#225; pagar la dote que suele darse por las v&#237;rgenes.</div><div class="p"> 17No dejar&#225;s con vida a ninguna hechicera.#Dt 22,28-29.</div><div class="p"> 18Quien tenga trato sexual con un animal, deber&#225; morir.#Dt 18,10-11.</div><div class="p"> 19El que ofrezca sacrificios a otros dioses distintos del Se&#241;or, ser&#225; exterminado.#Lv 18,23; 20,15-16; Dt 27,21.</div><div class="p"> 20No maltrates al inmigrante ni abuses de &#233;l, porque tambi&#233;n vosotros fuisteis extranjeros en Egipto.#Dt 17,2-7.</div><div class="p"> 21No hagas da&#241;o al hu&#233;rfano ni a la viuda 22porque, si se lo haces, ellos clamar&#225;n a m&#237; y yo los atender&#233;.#23,9; Lv 19,33-34; Dt 24,17-18; 27,19; Sal 68,4; 146,9. 23Mi ira se encender&#225; contra vosotros y har&#233; que mur&#225;is a espada. Entonces ser&#225;n vuestras mujeres y vuestros hijos quienes se quedar&#225;n viudas y hu&#233;rfanos.</div><div class="p"> 24Si prestas dinero a alguien de mi pueblo, al necesitado que vive contigo, no te comportes con &#233;l como un usurero; no le exijas intereses. 25Si te da su manto como garant&#237;a del pr&#233;stamo, se lo devolver&#225;s antes de ponerse el sol,#Lv 25,35-38; Dt 15,7-11. 26porque es lo &#250;nico que tiene para cubrirse. &#191;Con qu&#233; si no se tapar&#225; para dormir? Yo soy compasivo y, si clama a m&#237;, lo escuchar&#233;.#Dt 24,10-13.</div><div class="p"> 27No injuries a los jueces ni maldigas al jefe de tu pueblo.</div><div class="p"> 28No te retrases en presentarme las primicias de tus mieses y de tu vendimia. Me dar&#225;s el primog&#233;nito de tus hijos#Lv 24,15-16; Hch 23,5. 29y lo mismo har&#225;s con las primeras cr&#237;as de tus vacas y ovejas: durante siete d&#237;as dejar&#225;s a la cr&#237;a con su madre, y al octavo me la entregar&#225;s.</div><div class="p"> 30Vosotros ser&#233;is un pueblo consagrado a m&#237;. No com&#225;is carne de animal despedazado en el campo; arroj&#225;dsela a los perros.#Lv 7,24; 17,15; Hch 15,29.</div>
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<div class="version vid210 iso6393spa" data-vid="210" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkPSA">
 <div class="chapter ch32" data-usfm="PSA.32">
 <div class="label">32</div><div class="ms2">Salmo 32</div><div class="s1">Confesar&#233; mi falta ante el Se&#241;or</div><div class="d">De David. Poema</div><div class="q"> 1Dichoso aquel a quien se perdona su falta,</div><div class="q">aquel a quien de su pecado se absuelve.#25,18; Rm 4,6-8.</div><div class="q"> 2Dichoso aquel a quien el Se&#241;or</div><div class="q">no le imputa culpa alguna,</div><div class="q">ni en su esp&#237;ritu alberga enga&#241;o.#Jn 1,47.</div><div class="q"> 3Mientras callaba, envejec&#237;an mis huesos</div><div class="q">de tanto gemir todo el d&#237;a,#39,1-3.</div><div class="q"> 4pues noche y d&#237;a me abrumaba tu mano,</div><div class="q">se extingu&#237;a mi vigor entre intensos calores. [Pausa]</div><div class="q"> 5Pero yo reconoc&#237; mi pecado, no te ocult&#233; mi culpa;</div><div class="q">me dije: &#171;Confesar&#233; mi culpa ante el Se&#241;or&#187;.</div><div class="q">Y t&#250; perdonaste la maldad de mi pecado.#38,18; Pr 28,13; 1 Jn 1,9-10. [Pausa]</div><div class="q"> 6Por eso todo fiel te implora</div><div class="q">en los momentos de angustia;</div><div class="q">y aunque a raudales se desborde el agua,</div><div class="q">no les podr&#225; dar alcance.</div><div class="q"> 7T&#250; eres para m&#237; un refugio,</div><div class="q">t&#250; me proteges de la angustia</div><div class="q">y me rodeas de cantos de salvaci&#243;n. [Pausa]</div><div class="q"> 8Yo te instruir&#233; y te ense&#241;ar&#233;</div><div class="q">el camino que debes seguir,</div><div class="q">te aconsejar&#233; y pondr&#233; mis ojos en ti.#25,4; 27,11; 33,18; 34,15.</div><div class="q"> 9No se&#225;is como caballos o mulos que nada entienden:</div><div class="q">con el freno y las riendas hay que dominar su br&#237;o,</div><div class="q">pues de otro modo no se acercar&#225;n a ti.</div><div class="q"> 10Muchos son los sufrimientos del malvado,</div><div class="q">pero el amor rodea al que conf&#237;a en el Se&#241;or.</div><div class="q"> 11Alegraos en el Se&#241;or los justos, regocijaos,</div><div class="q">gritad de gozo los de coraz&#243;n recto.#33,1.</div>
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