Busca a Dios a través de tu situaciónMuestra

¿Alguna vez has tenido que conducir bajo una fuerte lluvia o niebla espesa? Tenías que seguir adelante hasta llegar a tu destino. La lluvia y la niebla dificultaban tu visión para ver a dónde ibas. A veces, te detienes hasta que la tormenta o la niebla disminuyen.

Al buscar a Dios, tendremos que superar obstáculos mentales y a veces, físicos. Buscar a Dios es un patrón que debe ser formado y construido. No es nuestra reacción natural.

El trauma tiene una forma de cegarnos a la hora de buscar a Dios, porque lo único que solemos ver es nuestro dolor. Sentimos las exigencias externas de la familia y los amigos. Sentimos que nuestro ser interior se derrumba bajo la presión de nuestras responsabilidades y nuestras realidades.

Todas estas son barreras mentales que debemos atravesar, al igual que la mujer con el flujo de sangre que atravesó a la multitud. La multitud no es solo una barrera física sino mental. Tenemos que presionar a través de cada duda sobre nosotros mismos, sobre Dios, qué pasaría si, por qué yo, y más, para llegar al lugar de restauración y plenitud que Jesús provee. Si nuestra mente permanece en la oscuridad de nuestra situación, ¿cómo veremos la luz?

Esta mujer sabía que al tocar a Jesús por la fe, quedaría sana. Abrirse paso entre la multitud no era suficiente. Fue el entrar en su presencia y tocarlo, por fe, lo que la sanó.

Al buscar a Jesús y entrar en su presencia, también podemos tener restauración.

Día 5:

• Ora y adora.