Jesús el Creador, Carpintero, Jardinero y ReyMuestra

Hace dos días, vimos la aparición de Jesús como el Dios creador al principio de los tiempos. Ayer vimos a Jesús como carpintero, nacido en el negocio familiar esa primera mañana de Navidad. Hoy, en Juan 20:11-16, vemos a Jesús siendo confundido con un jardinerodespués de su resurrección.

Probablemente hayas leído el pasaje de hoy docenas, tal vez cientos de veces. Y si eres como yo, es probable que siempre hayas pensado en el hecho de que María confundió a Jesús con "el jardinero" como un detalle extraño pero insignificante de las Escrituras.

Pero ninguna palabra de la Escritura se coloca allí por accidente, y como el renombrado erudito del Nuevo Testamento N.T. Wright me reveló recientemente que este detalle no es una excepción. Parece que Juan está apuntando a algo realmente notable.

Para verlo, primero debemos volver a Génesis, donde Dios creó a Adán y Eva y los puso en el Jardín del Edén para trabajar y "llenar la tierra". El pecado aún no existía, pero el trabajo sí, haciendo de su trabajo de jardinería un culto en su sentido más puro.

Pero, por supuesto, solo unos pocos versículos después, el pecado entra en el mundo. El trabajo sigue siendo adoración, pero ahora también es arduo. El pecado también marcó el comienzo de la necesidad de que Jesús viniera ese primer día de Navidad y sacrificara su vida tres décadas después.

Pero todo comienza a cambiar en Semana Santa. La resurrección reinicia el mundo cuando Jesús inaugura la venida del Reino de los Cielos. Y en su primera aparición a la humanidad después de la resurrección, Jesús se revela a María con el aspecto de un jardinero. ¿Por qué? Esto es lo que dice Wright en su excelente libro Sorprendido por la esperanza: "En la nueva creación, el antiguo mandato humano de cuidar el jardín se reafirma dramáticamente como lo insinúa Juan en su historia de resurrección, donde María supone que Jesús está El jardinero. La resurrección de Jesús es la reafirmación de la bondad de la creación”, y yo argumentaría, obra en sí misma.

Al aparecer como un jardinero, Jesús nos está señalando deliberadamente a Adán y Eva, los primeros jardineros y trabajadores del mundo. Nos está mostrando que nuestro trabajo como ciudadanos de su Reino venidero no se trata solo de "salvar almas" o ayudar a más personas a obtener la entrada al Reino (por importante que sea ese trabajo). Jesús nos está mostrando que es hora de volver a trabajar en el jardín, trabajando para labrar la tierra, para "llenar la tierra" con señales hacia el Reino que comenzó a brotar a la vida esa primera mañana de Pascua.