Pascua: Si la tumba pudiera hablarMuestra

Tú pierdes
Todos luchamos tanto por hacer que nuestras vidas importen. Todos queremos dejar un legado. Todos queremos hacer de este mundo un lugar mejor y que nuestros hijos tengan una vida mejor. Pero ¿qué pasa si al final nada tiene valor? ¿Qué pasa si al morir, todo pierde sentido? Todos hemos tenido esos pensamientos a lo largo de nuestras vidas. En el medio de algunas de las batallas más difíciles que enfrentamos, todos hemos pensado "¿Esto realmente va a cambiar? ¿Llegaré a tener estabilidad económica? ¿Volverá mi matrimonio a la normalidad algún día? ¿Podré librarme de esta adicción?” Hay temor y perdemos la esperanza. Tenemos miedo de ser perdedores. (Adelante, mírate al espejo para ver la expresión de perdedor en tu cara.) Si la tumba hablara te diría: "Fin del juego. Perdiste."
Pero ahí está Jesús, el hombre que ganó la batalla definitiva. Jesús VENCIÓ a la muerte. Jesús derrotó al sepulcro. No perderemos, porque Jesús no perdió. Como seguidores de Jesús seguimos al salvador que es el vencedor definitivo. Y nos permite estar en Su equipo. Él nos escogió. Él te escogió a ti. Sería absurdo que no te unas al equipo que ya ganó la guerra. Su sepulcro dice: "Tú ganas.”
ORACIÓN: “Jesús, quiero estar en Tu equipo. Quiero someter mi vida a Tu voluntad. No quiero pelear mis propias batallas. Necesito que Tú luches por mí. ¡Jesús, gracias por levantarte de la tumba!"
Acerca de este Plan

Todos tenemos un denominador común. Todos morimos. Yo moriré. Tú morirás. La muerte te derrotará. No serás capaz de evitarla, pasarle al lado, engañarla o hacerla desaparecer. Pero entonces hay Jesús, el hombre que derrotó al sepulcro. Jesús permaneció dedo a dedo con la tumba y derrotó a la muerte. Cuando Jesús habla, la tumba habla.
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