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 <div class="chapter ch2" data-usfm="1CO.2">
 <div class="label">2</div><div class="s1">Pablo y su proclamaci&#243;n del mensaje en Corinto</div><div class="p"> 1Yo mismo, hermanos, cuando llegu&#233; a vuestra ciudad, no os anunci&#233; el proyecto salvador de Dios con alardes de sabidur&#237;a o elocuencia. 2Decid&#237; que entre vosotros deb&#237;a ignorarlo todo, a excepci&#243;n de Cristo crucificado;#2 Co 11,6; Ga 6,14. 3as&#237; que me present&#233; ante vosotros sin recursos y temblando de miedo.#Hch 18,9; 2 Co 10,1. 4Mi predicaci&#243;n y mi mensaje no se apoyaban en una elocuencia inteligente y persuasiva; era el Esp&#237;ritu con su poder quien os convenc&#237;a,#1 Ts 1,5. 5de modo que vuestra fe no es fruto de la sabidur&#237;a humana, sino del poder de Dios.</div><div class="s1">La verdadera sabidur&#237;a</div><div class="p"> 6Sin embargo, tambi&#233;n nosotros disponemos de una sabidur&#237;a para los formados en la fe; una sabidur&#237;a que no pertenece a este mundo ni a los poderes perecederos que gobiernan este mundo;#3,1; Ef 4,13. 7una sabidur&#237;a divina, misteriosa, escondida, destinada por Dios, desde antes de todos los tiempos, a constituir nuestra gloria.#Rm 16,25-27; Col 1,26. 8Ninguno entre los poderosos de este mundo ha llegado a conocer tal sabidur&#237;a, pues, de haberla conocido, no habr&#237;an crucificado al Se&#241;or de la gloria. 9Pero seg&#250;n dice la Escritura: Lo que jam&#225;s vio ojo alguno, lo que ning&#250;n o&#237;do oy&#243;, lo que nadie pudo imaginar que Dios ten&#237;a preparado para aquellos que lo aman,#Is 64,3. 10eso es lo que Dios nos ha revelado por medio del Esp&#237;ritu. Pues el Esp&#237;ritu todo lo sondea, incluso lo m&#225;s profundo de Dios. 11&#191;Qui&#233;n, en efecto, conoce lo &#237;ntimo del ser humano, sino el mismo esp&#237;ritu humano que habita en su interior? Lo mismo pasa con las cosas de Dios: solo el Esp&#237;ritu divino las conoce.#Pr 20,27. 12En cuanto a nosotros, no hemos recibido el esp&#237;ritu del mundo, sino el Esp&#237;ritu que procede de Dios, para poder as&#237; reconocer los dones que Dios nos ha otorgado.#Jn 16,13-14.</div><div class="p"> 13Esto es precisamente lo que expresamos con palabras que no est&#225;n inspiradas por el saber humano, sino por el Esp&#237;ritu. Y as&#237; acomodamos las cosas espirituales a los que poseen el Esp&#237;ritu.</div><div class="p"> 14La persona mundana es incapaz de captar lo que procede del Esp&#237;ritu de Dios; lo considera un absurdo y no alcanza a comprenderlo, porque solo a la luz del Esp&#237;ritu pueden ser valoradas estas cosas.#Jn 14,17. 15En cambio, la persona animada por el Esp&#237;ritu puede emitir juicio sobre todo, sin que ella est&#233; sujeta al juicio de nadie.#1 Jn 2,20. 16Porque &#191;qui&#233;n conoce el modo de pensar del Se&#241;or hasta el punto de poder darle lecciones? &#161;Ahora bien, nosotros estamos en posesi&#243;n del modo de pensar de Cristo!#Is 40,13; Rm 11,34.</div>
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