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La Palabra (versión española)

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 <div class="book bkLUK">
 <div class="chapter ch1" data-usfm="LUK.1.1+LUK.1.2+LUK.1.3+LUK.1.4+LUK.1.5+LUK.1.6+LUK.1.7+LUK.1.8+LUK.1.9+LUK.1.10+LUK.1.11+LUK.1.12+LUK.1.13">
 <div class="p">1Muchos son los que han intentado escribir una historia coherente de los hechos que acaecieron entre nosotros, 2tal y como nos los transmitieron quienes desde el principio fueron testigos presenciales y encargados de anunciar el mensaje.#Jn 15,27; Hch 1,8.22; 2,32. 3Pues bien, muy ilustre Te&#243;filo, despu&#233;s de investigar a fondo y desde sus or&#237;genes todo lo sucedido, tambi&#233;n a m&#237; me ha parecido conveniente pon&#233;rtelo por escrito ordenadamente,#Hch 1,1. 4para que puedas reconocer la autenticidad de la ense&#241;anza que has recibido.</div><div class="ms1">I. Relatos de la infancia (1,5&#8211;2,52)</div><div class="s1">Anuncio del nacimiento de Juan el Bautista</div><div class="p"> 5Durante el reinado de Herodes en Judea, hubo un sacerdote llamado Zacar&#237;as, que pertenec&#237;a al grupo sacerdotal de Ab&#237;as. La esposa de Zacar&#237;as, llamada Elisabet, pertenec&#237;a tambi&#233;n a la descendencia de Aar&#243;n. 6Ambos esposos eran rectos delante de Dios, intachables en el cumplimiento de todos los mandatos y disposiciones del Se&#241;or.#Gn 18,11-12; Jue 13,2-3; 1 Sm 1,1.6. 7Eran los dos de edad muy avanzada y no ten&#237;an hijos, porque Elisabet era est&#233;ril.</div><div class="p"> 8Estando un d&#237;a Zacar&#237;as ejerciendo el servicio sagrado conforme al orden establecido, 9le toc&#243; en suerte, seg&#250;n costumbre sacerdotal, entrar en el Templo a ofrecer el incienso.#Ex 30,7. 10Mientras lo hac&#237;a, una gran multitud de fieles permanec&#237;a fuera en oraci&#243;n. 11En esto, un &#225;ngel del Se&#241;or se le apareci&#243; a la derecha del altar del incienso.#Ex 30,1-10; 37,25-29; 1 Re 6,21. 12Zacar&#237;as, al verlo, se ech&#243; a temblar, lleno de miedo. 13Pero el &#225;ngel le dijo:</div><div class="p">&#8212;No tengas miedo, Zacar&#237;as. Dios ha escuchado tu oraci&#243;n, y tu mujer Elisabet te dar&#225; un hijo, al que llamar&#225;s Juan. </div>
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 <div class="chapter ch24" data-usfm="1CH.24">
 <div class="label">24</div><div class="s1">Organizaci&#243;n de los sacerdotes</div><div class="p"> 1Clanes de los aaronitas. Descendientes de Aar&#243;n: Nadab, Abih&#250;, Eleazar e Itamar.#Nm 3,2-5. 2Como Nadab y Abih&#250; murieron antes que su padre y sin descendencia, Eleazar e Itamar se encargaron del sacerdocio. 3David, junto con Sadoc, descendiente de Eleazar, y Ajim&#233;lec, descendiente de Itamar, los distribuy&#243; por turnos para que ejercieran su ministerio. 4Y result&#243; que entre los descendientes de Eleazar hab&#237;a m&#225;s varones que entre los de Itamar, por lo que a los descendientes de Eleazar correspondieron diecis&#233;is cabezas de familia y a los descendientes de Itamar, ocho. 5El reparto de unos y otros se hizo por sorteo, ya que tanto entre los descendientes de Eleazar como entre los de Itamar, hab&#237;a ministros del santuario y ministros de Dios. 6El secretario Sema&#237;as, levita hijo de Natanael, los inscribi&#243; en presencia del rey, de las autoridades, del sacerdote Sadoc, de Ajim&#233;lec, hijo de Abiatar, y de los jefes de las familias sacerdotales y lev&#237;ticas. Dos turnos correspond&#237;an a la familia de Eleazar y uno a la de Itamar. 7El primer turno toc&#243; a Jeorib, el segundo a Jeda&#237;as, 8el tercero a Jar&#237;n, el cuarto a Seor&#237;n, 9el quinto a Malqu&#237;as, el sexto a Miyam&#237;n, 10el s&#233;ptimo a Hac&#243;s, el octavo a Ab&#237;as, 11el noveno a Jes&#250;a, el d&#233;cimo a Secan&#237;as, 12el und&#233;cimo a Eliasib, el duod&#233;cimo a Jaqu&#237;n, 13el d&#233;cimo tercero a Jup&#225;, el d&#233;cimo cuarto a Jesebab, 14el d&#233;cimo quinto a Bilg&#225;, el d&#233;cimo sexto a Imer, 15el d&#233;cimo s&#233;ptimo a Jerib, el d&#233;cimo octavo a Hapises, 16el d&#233;cimo noveno a Petaj&#237;as, el vig&#233;simo a Ezequiel, 17el vig&#233;simo primero a Jaqu&#237;n, el vig&#233;simo segundo a Gamul, 18el vig&#233;simo tercero a Dela&#237;as y el vig&#233;simo cuarto a Maaz&#237;as.</div><div class="p"> 19As&#237; qued&#243; su distribuci&#243;n para el servicio del Templo, de acuerdo con las normas que su padre Aar&#243;n les hab&#237;a dado por orden del Se&#241;or Dios de Israel.</div><div class="p"> 20Los restantes levitas se distribu&#237;an as&#237;: de los descendientes de Amr&#225;n, Subael; de los descendientes de Subael, Jejd&#237;as; 21de los descendientes de Rejab&#237;as el primog&#233;nito era Jis&#237;as; 22de los jisaritas, Selomit; de los descendientes de Selomit, J&#225;jat; 23de los descendientes de Hebr&#243;n, el primero Jer&#237;as, el segundo Amar&#237;as, el tercero Jajciel y el cuarto Jecam&#225;n. 24Mic&#225; era descendiente de Uziel; de los descendientes de Mic&#225;, Samir; 25Jis&#237;as era hermano de Mic&#225;; de los descendientes de Jis&#237;as, Zacar&#237;as; 26Majl&#237; y Mus&#237; eran descendientes de Merar&#237;; descendientes de Jaaz&#237;as, su hijo; 27descendientes de Merar&#237; a trav&#233;s de su hijo Jaaz&#237;as: Soh&#225;n, Zacur e Ibr&#237;; 28de Mahl&#237;, Eleazar, que no tuvo descendientes; 29de los descendientes de Quis, Jerajmeel; 30los descendientes de Mus&#237; fueron Majl&#237;, &#201;der y Jerimot.</div><div class="p">Estos eran los levitas por familias paternas. 31Tambi&#233;n ellos, como sus parientes aaronitas, se distribuyeron por sorteo en presencia del rey David, de Sadoc y Ajim&#233;lec, y de los jefes de las familias sacerdotales y lev&#237;ticas, compartiendo la misma suerte las familias principales y las m&#225;s peque&#241;as.</div>
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 <div class="book bk2CH">
 <div class="chapter ch8" data-usfm="2CH.8">
 <div class="label">8</div><div class="p"> 1En un per&#237;odo de veinte a&#241;os Salom&#243;n construy&#243; el Templo del Se&#241;or y su palacio.</div><div class="ms2">Resto del reinado de Salom&#243;n (8,2&#8211;9,31)</div><div class="s1">Otras actividades</div><div class="r">(1 Re 9,10-28)</div><div class="p"> 2Salom&#243;n reconstruy&#243; las veinte ciudades que le hab&#237;a dado Jir&#225;n e instal&#243; en ellas a los israelitas. 3Despu&#233;s atac&#243; Jamat de Sob&#225; y la conquist&#243;. 4Reconstruy&#243; Tadmor en el desierto y todas las ciudades de avituallamiento que hab&#237;a construido en Jamat. 5Convirti&#243; a Bet Jor&#243;n de arriba y a Bet Jor&#243;n de abajo en plazas fuertes con murallas, puertas y cerrojos. 6Y lo mismo hizo con Baalat, con todas las ciudades de avituallamiento que ten&#237;a, con las postas de carros y caballos y con todo cuanto quiso construir en Jerusal&#233;n, en el L&#237;bano y en todo el territorio de su soberan&#237;a.</div><div class="p"> 7A todos los supervivientes de los hititas, amorreos, fereceos, jeveos y jebuseos que no eran israelitas, 8y que eran descendientes de aquellos que hab&#237;an quedado en el pa&#237;s, porque los israelitas no hab&#237;an podido aniquilarlos, Salom&#243;n los someti&#243; a trabajos forzados. Y as&#237; siguen en la actualidad. 9En cuanto a los israelitas, no los someti&#243; a trabajos forzados durante su reinado, pues eran sus soldados, sus oficiales, sus escuderos y los encargados de sus carros y caballos. 10Los capataces del rey eran doscientos cincuenta, que supervisaban a la gente.</div><div class="p"> 11Salom&#243;n traslad&#243; a la hija del fara&#243;n desde la ciudad de David al palacio que le hab&#237;a construido, pues pensaba que su esposa no deb&#237;a residir en el palacio de David, el rey de Israel, ya que los lugares donde hab&#237;a entrado el Arca eran sagrados.</div><div class="p"> 12Entonces Salom&#243;n ofreci&#243; holocaustos al Se&#241;or sobre el altar que le hab&#237;a construido delante del atrio.#1 Re 9,25+. 13Y seg&#250;n el ritual diario ofrec&#237;a holocaustos, de acuerdo con las prescripciones de Mois&#233;s, los s&#225;bados, los primeros de mes y las tres fiestas anuales: la de los Panes sin levadura, la de las Semanas y la de las Tiendas. 14De acuerdo con las disposiciones de su padre David, estableci&#243; los turnos de ministerio de los sacerdotes, los servicios de los levitas como cantores y ayudantes de los sacerdotes, seg&#250;n el ritual diario, y los turnos de los porteros en cada una de las puertas, pues as&#237; lo hab&#237;a dispuesto David, el hombre de Dios.#1 Cr 23&#8211;26. 15Y no desatendieron ninguna de las disposiciones del rey relativas a los sacerdotes y levitas, a los tesoros y a todas las dem&#225;s cosas. 16As&#237; se realiz&#243; toda la obra de Salom&#243;n, desde el d&#237;a en que se pusieron los cimientos del Templo del Se&#241;or hasta su total terminaci&#243;n.</div><div class="p"> 17Salom&#243;n se dirigi&#243; a Esiongu&#233;ber y a Elat, en la costa del mar, en territorio de Edom. 18Y Jir&#225;n le envi&#243;, por medio de sus servidores, barcos y marineros expertos que junto con los servidores de Salom&#243;n llegaron hasta Ofir y trajeron de all&#237; cuatrocientos cincuenta talentos de oro para el rey Salom&#243;n.</div>
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 <div class="book bk2CH">
 <div class="chapter ch29" data-usfm="2CH.29">
 <div class="label">29</div><div class="ms2">Reinado de Ezequ&#237;as (29&#8211;32)</div><div class="s1">Ezequ&#237;as y la purificaci&#243;n del Templo</div><div class="r">(2 Re 18,1-3)</div><div class="p"> 1Ezequ&#237;as ten&#237;a veinticinco a&#241;os cuando comenz&#243; a reinar, y rein&#243; en Jerusal&#233;n durante veintisiete a&#241;os. Su madre se llamaba Ab&#237;as y era hija de Zacar&#237;as. 2Actu&#243; correctamente ante el Se&#241;or como hab&#237;a hecho su antepasado David.</div><div class="p"> 3El primer mes del a&#241;o primero de su reinado abri&#243; las puertas del Templo del Se&#241;or y las repar&#243;. 4Luego convoc&#243; a los sacerdotes y levitas, los reuni&#243; en la plaza oriental 5y les dijo:</div><div class="p">&#8212;Levitas, escuchadme: Purificaos ahora, purificad el Templo del Se&#241;or, Dios de vuestros antepasados, y sacad del santuario la impureza. 6Pues nuestros antepasados se revelaron y ofendieron al Se&#241;or nuestro Dios; lo abandonaron, se despreocuparon de la morada del Se&#241;or y le volvieron la espalda. 7Incluso llegaron a cerrar las puertas del atrio, apagando las l&#225;mparas y dejando de quemar incienso y de ofrecer holocaustos en el santuario al Dios de Israel. 8Por eso el Se&#241;or se ha enfurecido contra Jud&#225; y Jerusal&#233;n y las ha convertido en objeto de espanto, estupefacci&#243;n y burla, como est&#225;is viendo con vuestros propios ojos.#Dt 28,25; Jr 25,18. 9Por eso nuestros mayores murieron a espada, y nuestros hijos, hijas y mujeres fueron deportados. 10Ahora quiero sellar una alianza con el Se&#241;or, Dios de Israel, para que aparte de nosotros su c&#243;lera. 11Por tanto, hijos m&#237;os, no os descuid&#233;is, porque el Se&#241;or os ha elegido para estar con &#233;l, para servirlo como ministros y para ofrecerle incienso.</div><div class="p"> 12Estos son los levitas que intervinieron: M&#225;jat, hijo de Amasay, y Joel, hijo de Azar&#237;as, descendientes de Queat; Quis, hijo de Abd&#237;, y Azar&#237;as, hijo de Jalelel, descendientes de Merar&#237;; Joaj, hijo de Zim&#225;, y su hijo Eden, descendientes de Guers&#243;n; 13Simr&#237; y Jiel, descendientes de Elisaf&#225;n; Zacar&#237;as y Matan&#237;as, descendientes de Asaf; 14Jejiel y Sime&#237;, descendientes de Hem&#225;n; y Sema&#237;as y Uziel, descendientes de Jedut&#250;n. 15Ellos reunieron a sus hermanos, se purificaron y fueron a limpiar el Templo como hab&#237;a ordenado el rey a instancias del Se&#241;or. 16Los sacerdotes entraron en el interior del Templo para limpiarlo y sacaron al atrio todas las cosas impuras que encontraron en el Templo; luego los levitas las recogieron para tirarlas fuera, al torrente Cedr&#243;n. 17El d&#237;a uno del primer mes comenzaron la purificaci&#243;n, el d&#237;a ocho llegaron a la nave del Templo y dedicaron otros ocho d&#237;as a la purificaci&#243;n del Templo, que concluyeron el d&#237;a diecis&#233;is del primer mes. 18Entonces se presentaron ante el rey Ezequ&#237;as y le dijeron:</div><div class="p">&#8212;Ya hemos limpiado todo el Templo del Se&#241;or: el altar del holocausto con todos sus utensilios y la mesa de los panes de la ofrenda con los suyos. 19Tambi&#233;n hemos reparado y purificado todos los objetos que profan&#243; el rey Ajaz con sus infidelidades durante su reinado, y los hemos dejado ante el altar del Se&#241;or.</div><div class="p"> 20A la ma&#241;ana siguiente el rey Ezequ&#237;as reuni&#243; a las autoridades de la ciudad y subi&#243; al Templo. 21Llevaron siete novillos, siete carneros, siete corderos y siete machos cabr&#237;os para expiar los pecados de la monarqu&#237;a, del santuario y de Jud&#225;; acto seguido el rey orden&#243; a los sacerdotes descendientes de Aar&#243;n que los ofreciesen en holocausto sobre el altar del Se&#241;or.#Lv 21,23-24; Esd 6,17. 22Los sacerdotes sacrificaron los novillos, recogieron la sangre y la derramaron sobre el altar; y lo mismo hicieron con los carneros y los corderos. 23Luego acercaron los chivos expiatorios ante el rey y ante la comunidad, que pusieron sus manos sobre ellos; 24por su parte, los sacerdotes los sacrificaron y derramaron su sangre sobre el altar en expiaci&#243;n por los pecados de todo Israel, pues el rey hab&#237;a ordenado que el holocausto y el sacrificio se ofreciesen por todo Israel. 25A continuaci&#243;n el rey hizo instalar en el Templo a los levitas con platillos, salterios y c&#237;taras, seg&#250;n lo dispuesto por David, por Gad, el vidente del rey, y por el profeta Nat&#225;n; lo hicieron seg&#250;n la orden divina transmitida por los profetas.#1 Sm 9,9. 26Los levitas estaban de pie con los instrumentos musicales de David, y los sacerdotes, con las trompetas. 27Entonces Ezequ&#237;as orden&#243; ofrecer el holocausto sobre el altar y, en el momento en que comenzaba el holocausto, comenz&#243; tambi&#233;n el canto en honor del Se&#241;or y el toque de trompetas, acompa&#241;ados por los instrumentos musicales de David, rey de Israel. 28Toda la asamblea permaneci&#243; postrada hasta que termin&#243; el holocausto, mientras sonaban los cantos y tocaban las trompetas. 29Terminado el holocausto, el rey y todos los presentes se arrodillaron en actitud de adoraci&#243;n. 30El rey Ezequ&#237;as y las autoridades ordenaron a los levitas que alabaran al Se&#241;or con salmos de David y del vidente Asaf. Los levitas cantaron con gran entusiasmo y se inclinaron en actitud de adoraci&#243;n. 31Luego Ezequ&#237;as tom&#243; la palabra y dijo:</div><div class="p">&#8212;Ahora que hab&#233;is quedado consagrados al Se&#241;or, acercaos a traer al Templo sacrificios y ofrendas de acci&#243;n de gracias.</div><div class="p">Entonces la comunidad llev&#243; sacrificios y ofrendas de acci&#243;n de gracias y los m&#225;s generosos tambi&#233;n llevaron holocaustos.#Lv 7,11-12. 32El n&#250;mero de v&#237;ctimas que la comunidad ofreci&#243; al Se&#241;or en holocausto fue de setenta toros, cien carneros y doscientos corderos. 33En total se ofrecieron seiscientos toros y tres mil corderos. 34Como los sacerdotes resultaban insuficientes para desollar todas las v&#237;ctimas, sus hermanos levitas los ayudaron a terminar la tarea, hasta que los sacerdotes se purificaron, pues los levitas se mostraron m&#225;s predispuestos a purificarse que los sacerdotes. 35Adem&#225;s de la gran cantidad de holocaustos, se ofreci&#243; tambi&#233;n la grasa de los sacrificios de comuni&#243;n y las libaciones de los holocaustos. De esta manera qued&#243; restablecido el culto del Templo del Se&#241;or.</div><div class="p"> 36Ezequ&#237;as y toda la gente se alegraron de que Dios hubiera animado al pueblo, pues todo se hab&#237;a hecho con rapidez.</div>
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El desafío de las 49 semanasMuestra

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