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 <div class="book bk2PE">
 <div class="chapter ch1" data-usfm="2PE.1">
 <div class="label">1</div><div class="s1">Saludo</div><div class="p"> 1Sim&#243;n Pedro, servidor y ap&#243;stol de Jesucristo, a los que, en virtud del poder salvador de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, les ha sido otorgada, lo mismo que a nosotros, una fe de tan alto valor. 2Que la gracia y la paz abunden cada vez m&#225;s en vosotros por el conocimiento de Dios y de Jes&#250;s, nuestro Se&#241;or.#Rm 1,7; Ga 1,3; Flp 1,2; 1 Pe 1,2; Jds 2.</div><div class="s1">Vida de aut&#233;nticos creyentes</div><div class="p"> 3Dios, por su poder, nos ha concedido todo lo necesario para una vida plenamente piadosa mediante el conocimiento de quien nos llam&#243; con su propia gloria y potencia#1 Tm 4,7; 1 Pe 2,9. 4a trav&#233;s de preciosos y sublimes dones prometidos. De este modo podr&#233;is participar de la misma condici&#243;n divina, habiendo huido de la corrupci&#243;n que las pasiones han introducido en el mundo. 5Por lo mismo, esforzaos al m&#225;ximo en a&#241;adir a vuestra fe, la honradez; a la honradez, el recto criterio; 6al recto criterio, el dominio de s&#237; mismo; al dominio de s&#237; mismo, la constancia; a la constancia, la piedad sincera;#Rm 5,2-5; Ga 5,22-23. 7a la piedad sincera, el afecto fraterno, y al afecto fraterno, el amor. 8Porque si abundan en vosotros esas cualidades, no quedar&#233;is inactivos y sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Se&#241;or Jesucristo se refiere. 9En cambio, a quien le faltan, es un ciego que camina a tientas, olvidando que ha sido liberado de sus pecados de anta&#241;o. 10Por tanto, hermanos, redoblad vuestro empe&#241;o en consolidar vuestro llamamiento y vuestra elecci&#243;n. Haci&#233;ndolo as&#237;, jam&#225;s fracasar&#233;is. 11Es m&#225;s, se os facilitar&#225; una puerta espaciosa para entrar en el reino eterno de nuestro Se&#241;or y Salvador Jesucristo.</div><div class="s1">Solicitud por los creyentes</div><div class="p"> 12Por eso tengo el prop&#243;sito de insistir siempre en estas cosas, por m&#225;s que ya las sep&#225;is y os manteng&#225;is firmes en la verdad que pose&#233;is.#Jds 5. 13Mientras viva en este mundo, creo que estoy en el deber de mantener despierta vuestra atenci&#243;n con mis consejos.#2 Co 5,1-5. 14S&#233; que muy pronto, seg&#250;n me lo ha dado a conocer nuestro Se&#241;or Jesucristo, habr&#233; de abandonar este cuerpo mortal. 15Y precisamente por ello, trabajar&#233; sin descanso para que, despu&#233;s de mi partida, pod&#225;is recordar estas ense&#241;anzas en todo momento.</div><div class="s1">Cristo y la palabra prof&#233;tica</div><div class="p"> 16Cuando os anunciamos la venida gloriosa y plena de poder de nuestro Se&#241;or Jesucristo, no lo hicimos como si se tratara de leyendas fant&#225;sticas, sino como testigos oculares de su grandiosidad. 17&#201;l recibi&#243;, en efecto, honor y gloria cuando la sublime voz de Dios Padre reson&#243; sobre &#233;l diciendo: &#171;Este es mi Hijo amado, en quien me complazco&#187;.#Mt 17,1-8 (ver Is 42,1; 49,3). 18Y nosotros escuchamos esta voz venida del cielo mientras est&#225;bamos con el Se&#241;or en el monte santo.</div><div class="p"> 19Tenemos tambi&#233;n la firm&#237;sima palabra de los profetas, a la que har&#233;is bien en atender como a l&#225;mpara que alumbra en la oscuridad hasta que despunte el d&#237;a y el astro matinal amanezca en vuestros corazones.#1 Pe 1,10-11. 20Sobre este punto, tened muy presente que ninguna profec&#237;a de la Escritura puede interpretarse por cuenta propia, 21ya que ninguna profec&#237;a ha tenido su origen en la sola voluntad humana, sino que, impulsados por el Esp&#237;ritu Santo, hubo quienes hablaron de parte de Dios.#2 Tm 3,16.</div>
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 <div class="book bk2PE">
 <div class="chapter ch2" data-usfm="2PE.2">
 <div class="label">2</div><div class="s1">Los falsos maestros</div><div class="p"> 1Pero as&#237; como anta&#241;o hubo falsos profetas en medio del pueblo de Israel, as&#237; tambi&#233;n habr&#225; entre vosotros falsos maestros que introducir&#225;n divisiones perniciosas. Se atrever&#225;n incluso a negar al Se&#241;or que los ha salvado, y de este modo se acarrear&#225;n un desastre fulminante.#Mt 7,15; 24,11.24; Lc 6,26; 1 Jn 4,1 (ver 2 Jn 7; Ap 16,13; 19,20; 20,10); Jds 4. 2Muchos secundar&#225;n sus desenfrenos, y el camino de la verdad ser&#225; cubierto de oprobio por su culpa.#Is 52,5; Mt 21,32; 22,16; Hch 9,2; 16,17; 18,25-26; 19,9. 3En su ambici&#243;n querr&#225;n, con palabras enga&#241;osas, utilizaros a vosotros como objetos de compraventa; pero hace tiempo que est&#225; dictada su condena, y pronta para consumarse su ruina.#Tt 1,10-14. 4Dios, en efecto, no perdon&#243; a los &#225;ngeles que pecaron, sino que los arroj&#243; a las cavernas tenebrosas del abismo, donde los mantiene encarcelados para el juicio.#Jds 6 (ver Gn 6,1-4). 5Como tampoco perdon&#243; a la humanidad primitiva, con excepci&#243;n de No&#233; &#8212;preservado con otros siete por ser el pregonero de la justicia divina&#8212;, sino que desencaden&#243; el diluvio sobre aquel mundo de imp&#237;os.#3,6; Gn 6,8; 8,18. 6Ni libr&#243; de la destrucci&#243;n a las ciudades de Sodoma y Gomorra, antes bien las redujo a cenizas para escarmiento de futuras generaciones pecadoras.#Gn 19,24-25; Jds 7 (ver Mt 10,8; 11,23-24; Rm 9,29; Ap 11,8). 7Salv&#243;, en cambio, al intachable Lot que se hallaba abrumado por la conducta lujuriosa de aquellos desalmados,#Gn 19,1-29. 8pues, bueno como era y viviendo en medio de ellos, sent&#237;a romp&#233;rsele su buen coraz&#243;n m&#225;s y m&#225;s cada d&#237;a al ver y o&#237;r sus perversidades.</div><div class="p"> 9El Se&#241;or sabe librar de la prueba a los creyentes y reservar, en cambio, a los imp&#237;os para castigarlos el d&#237;a del juicio;#1 Co 10,13; Jds 6. 10sobre todo a quienes corren en pos de sucias apetencias carnales y desprecian la autoridad del Se&#241;or. Osados y arrogantes, injurian sin recato a los seres gloriosos,#Jds 7-8. 11siendo as&#237; que los mismos &#225;ngeles, superiores en fuerza y poder, no se atreven a difamarlos en presencia del Se&#241;or.#Jds 9-10.12. 12Tales individuos son como bestias sin seso, destinados por su naturaleza a ser atrapados en el cepo y a morir. Injurian lo que ignoran, y morir&#225;n con la muerte de las bestias, 13recibiendo da&#241;o en pago del da&#241;o que causaron. Ponen su felicidad en el libertinaje a plena luz; impuros y viciosos, se entregan a sus placeres mientras banquetean alegremente con vosotros. 14Miran con ojos cargados de pasi&#243;n a la mujer ad&#250;ltera; est&#225;n siempre hambrientos de pecado; seducen a los d&#233;biles; su coraz&#243;n rebosa avaricia; &#161;son unos malditos! 15Han abandonado el buen camino y se han extraviado, siguiendo el ejemplo de Bala&#225;n, hijo de Bosor, que busc&#243; una recompensa inicua.#Nm 22,5-20; Jds 11; Ap 2,14. 16Pero Bala&#225;n fue recriminado por su maldad: una bestia de carga, incapaz de hablar, tom&#243; voz humana y se opuso a la insensatez del profeta.#Nm 22,21-35.</div><div class="p"> 17Esos individuos son manantiales sin agua, nubes arrastradas por el hurac&#225;n. Densas tinieblas los aguardan,#Jds 13. 18pues son declamadores ampulosos y vac&#237;os que seducen con la promesa de placeres carnales desenfrenados a quienes acaban de escapar de las garras del error. 19Les prometen libertad, cuando ellos mismos son esclavos del vicio, pues quien te vence te esclaviza.#Jn 8,34. 20En efecto, si los que han sido liberados de la corrupci&#243;n del mundo, al haber conocido a nuestro Se&#241;or y Salvador Jesucristo, se dejan de nuevo enredar y atrapar en ella, su situaci&#243;n final resulta peor que la primera.#Mt 12,45. 21Preferible les hubiera sido no conocer el camino de la salvaci&#243;n que, una vez conocido, volver la espalda a los santos mandamientos recibidos.#Stg 4,17. 22A ellos se aplica la verdad de aquel proverbio: &#171;El perro vuelve a su propio v&#243;mito&#187; y &#171;La cerda reci&#233;n lavada vuelve a revolcarse en el cieno&#187;.#Pr 26,11.</div>
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 <div class="book bk2PE">
 <div class="chapter ch3" data-usfm="2PE.3">
 <div class="label">3</div><div class="s1">El Se&#241;or cumplir&#225; la promesa de su venida</div><div class="p"> 1Esta es ya, queridos, la segunda carta que os escribo. En ambas pretendo despertar mediante recuerdos vuestra sincera conciencia, 2para que rememor&#233;is el mensaje anunciado en otro tiempo por los santos profetas, y el mandamiento del Se&#241;or y Salvador que os transmitieron vuestros ap&#243;stoles.#2,21; Jds 17.</div><div class="p"> 3Sabed ante todo, que en los &#250;ltimos d&#237;as har&#225;n acto de presencia charlatanes que vivir&#225;n a su antojo y andar&#225;n diciendo en son de burla:#Jds 18. 4&#171;&#191;Qu&#233; hay de la promesa de su gloriosa venida? Porque ya han muerto nuestros mayores y todo sigue como al principio de la creaci&#243;n&#187;. 5Quienes as&#237; se pronuncian, olvidan que anta&#241;o existieron unos cielos y una tierra, a la que Dios, con su palabra, hizo surgir del agua y consolid&#243; en medio del agua.#Gn 1,6-9. 6Aquel mundo pereci&#243; anegado por las aguas.#2,5; Gn 7,11-21. 7En cuanto a los cielos y la tierra actuales, la misma palabra divina los tiene reservados para el fuego, conserv&#225;ndolos hasta el d&#237;a del juicio y de la destrucci&#243;n de los imp&#237;os.</div><div class="p"> 8De cualquier modo, queridos, no deb&#233;is olvidar que, para el Se&#241;or, un d&#237;a es como mil a&#241;os, y mil a&#241;os como un d&#237;a.#Sal 90,4. 9No es que el Se&#241;or se retrase en cumplir lo prometido, como algunos piensan; es que tiene paciencia con vosotros y no quiere que nadie se pierda, sino que todos se conviertan.#Ha 2,3; 1 Tm 2,4. 10Pero el d&#237;a del Se&#241;or vendr&#225; como un ladr&#243;n. Entonces los cielos se derrumbar&#225;n con estr&#233;pito, los elementos del mundo quedar&#225;n pulverizados por el fuego y desaparecer&#225; la tierra con cuanto hay en ella.#Mt 24,43-44; Lc 12,39; 1 Ts 5,2-4; Ap 3,3; 16,15.</div><div class="p"> 11Si, pues, todo esto ha de ser aniquilado, &#161;qu&#233; vida tan entregada a Dios y tan fiel debe ser la vuestra, 12mientras esper&#225;is y aceler&#225;is la venida del d&#237;a de Dios! Ese d&#237;a, en que los cielos arder&#225;n y se desintegrar&#225;n y en que los elementos del mundo se derretir&#225;n consumidos por el fuego. 13Nosotros, sin embargo, confiados en la promesa de Dios, esperamos unos cielos nuevos y una tierra nueva que sean morada de rectitud.#Is 65,17; 66,22; Ap 21,1.</div><div class="s1">Invitaci&#243;n al esfuerzo y a la vigilancia</div><div class="p"> 14Por tanto, queridos, en espera de tales acontecimientos, esforzaos por vivir en paz con Dios, limpios e intachables. 15Considerad que la paciencia de nuestro Se&#241;or es para nosotros salvaci&#243;n. En este sentido os ha escrito tambi&#233;n nuestro querido hermano Pablo, con la sabidur&#237;a que Dios le ha concedido.#3,9; Rm 2,4. 16Lo repite en todas las cartas en que trata estos temas y en las que hay algunas cosas dif&#237;ciles de entender, que los ignorantes y poco formados en la fe interpretan torcidamente &#8212;como hacen con otros pasajes de las Escrituras&#8212;, busc&#225;ndose con ello su propia ruina.</div><div class="s1">Conclusi&#243;n</div><div class="p"> 17Est&#225;is, pues, advertidos, mis queridos. Montad guardia, para que no os seduzca el error de los libertinos ni se desmorone vuestra firmeza.#1 Co 10,12; Mc 13,5. 18Y creced en gracia y en conocimiento de nuestro Se&#241;or y Salvador Jesucristo. A &#233;l la gloria ahora y por siempre. Am&#233;n.</div>
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