Busquemos tiempo para descansarMuestra

Medita en la Palabra de Dios.

Cuanto más leas la Biblia, cuanto más medites en ella, más te sorprenderá. — Charles Spurgeon

Muchos seguidores de Jesús no entienden lo que significa en realidad la meditación. Cuando meditamos en algo lo que estamos haciendo es simplemente enfocar nuestros pensamientos en ello. Con el fin de entender mejor lo que significa meditar en la Palabra de Dios, leamos la definición que propone el pastor Rick Warren: «Puede resultar sorprendente, pero si sabes cómo preocuparte, ya sabes cómo meditar en la palabra de Dios. Preocuparse es coger un pensamiento negativo y pensar en él una y otra y otra vez. Cuando coges un pasaje de la Biblia y piensas en él una y otra y otra vez, a eso se le llama meditación». 

La Biblia menciona la meditación más de veinte veces y nos invita a meditar en la Palabra de Dios. Esto es una práctica beneficiosa que podemos incorporar en nuestra rutina diaria con Dios ya que nos ayuda a descansar mental- y emocionalmente además de hacernos crecer espiritualmente.

Cada día, al leer la Biblia, podemos profundizar en cada pasaje y así comenzar una conversación con Dios. Para entender mejor lo que significa meditar en un versículo o dos, vamos a diseccionar Efesios 4:31-32 (NTV): «Libraos de toda amargura, furia, enojo, palabras ásperas, calumnias y toda clase de mala conducta. Por el contrario, sed amables unos con otros, sed de buen corazón, y perdonaos unos a otros, tal como Dios os ha perdonado a vosotros por medio de Cristo». 

Leámoslo de nuevo y preguntémosle a Dios:

¿Siento amargura? 

¿Soy una persona airada y furiosa? 

¿Son ásperas mis palabras? 

¿Soy amable? ¿Tengo un buen corazón? 

¿Perdono a los demás? 

Ahora nos detenemos y asumimos una posición de escucha, y esperamos a que nos hable la voz poderosa y a la vez apacible de Dios. En raras ocasiones será audible, pero sabremos lo que Dios nos está diciendo. Entonces podemos dar espacio a que estas meditaciones bíblicas nos acompañen durante el día, y nos abran los ojos a cualquier amargura, furia, aspereza, mala conducta o dureza de corazón que se interponga en nuestros pensamientos. 

Esto es meditar en la Palabra de Dios. 

Las verdades de las Escrituras pueden llegar a lo más profundo de nuestro ser cuando meditamos en la Palabra de Dios. La meditación nos permite descansar a otro nivel porque invertimos nuestra energía mental en pensar en la Palabra de Dios en lugar de en las preocupaciones que nos ahogan en este mundo. Y no solo eso, además tenemos el poder de aplicar estas palabras en nuestras vidas para que den un giro de 180º. Y así, al enfocarnos de esta manera, lo natural es que nos convirtamos en todo lo que Dios quiere que seamos. 

Reflexiona

• Escoge un versículo de la lectura de hoy, u otro que prefieras, y medita sobre él. Al leerlo, pídele a Dios que te muestre de qué maneras le estás obedeciendo y en qué áreas necesitas hacer cambios con el fin de crecer espiritualmente. Permite que lo que descubras te acompañe en tus pensamientos a lo largo del día.


• Escribe cualquier cosa que te inspire Dios hoy a través de la lectura de la Biblia o del devocional.