¿Cuál es el significado de Adorar?Muestra

Adoramos entregando nuestra voluntad a Dios.

Nunca debemos descansar hasta que todo nuestro interior adore a Dios. —A.W. Tozer

Esa declaración de Tozer es una tarea difícil, ¿no? “¿Todo dentro de nosotros, Dios? ¿En realidad? ¿Qué tal el 73% de lo que hay dentro de nosotros? ¿Es suficiente? ¿Podemos conservar el 27% de nuestra propia voluntad y hacer las cosas a nuestra manera? Podríamos, pero sería mejor para nosotros entregarlo todo. No os dejéis engañar: ceder la voluntad demuestra todo menos timidez. Es una de las cosas más laboriosas que jamás harás. Sin embargo, puede ser uno de los actos más liberadores y pacíficos al mismo tiempo.

Estamos bombardeados, molestados y acosados por todos lados con “cosas” que compiten por nuestra atención. Y no sólo cosas, sino eventos, ideas, sueños, mentalidades y planes que parecen asombrosos. Parecen tener sentido en una sociedad que se ha vacunado contra Dios. Pero Dios nos llama a un estándar más alto.

Uno en el que dejamos de lado nuestra propia agenda por un propósito superior.
Uno que nos presentará “su buena, agradable y perfecta voluntad”.

Como seguidores de Cristo, estamos llamados a cumplir su propósito, no el nuestro. Amarlo con todo nuestro corazón, sin tener en cuenta todo lo que compite por nuestra devoción. Amar a los demás tanto como nos amamos a nosotros mismos. (Y eso es muchísimo.) Dar a conocer su nombre y construir su legado, en lugar de garantizar que nuestro nombre sea conocido.

¿Qué pasa si, en medio de las tentaciones que nos lanza este mundo, decidimos no ajustarnos a los estándares que todos los demás parecen considerar normales o, peor aún, esperados? ¿Qué pasa si en cambio cedemos nuestra voluntad a lo que Él nos llama a hacer? Estamos llamados a llevar todo nuestro afecto a un Dios amoroso que nos adora, no a adorar las posesiones materiales que ofrece este mundo.

Este Dios al que podemos pasar el resto de nuestros días adorando es bueno. Sus planes son espectaculares y nos invita a unirnos a Él. Incluso las ideas más escandalosas y deslumbrantes que tenemos para una buena vida ni siquiera están en el mismo universo que los planes que Él tiene para nosotros.

Nuestro Dios es poderoso, majestuoso, omnisciente y que no duerme. Él es el fundador del mundo, el creador de los mares, el jinete del viento, el que nombra las estrellas, el que perdona los pecados y el que da alegría. Dios es santo, bueno, grande y sanador de los quebrantados de corazón. Y Él nos ama mucho.

Ahora, pasemos el resto de nuestros días adorándolo.

Reflexionar

• Lee el Salmo 96 y decíselo a tu Dios mientras lo haces.
• Pídele a Dios que te revele cualquier propósito o plan que hayas establecido y que no sea el mejor para Él.
• Escribe cualquier revelación que Dios te hable a través de la lectura bíblica o el devocional de hoy.