Libérate de la envidia, un plan de lectura de seis días por Anna LightMuestra

Día 1: La envidia es destructora

De todas las emociones que creía sentir, la envidia no estaba en mi lista. ¿Celos? Sí ¿Comparación? Uff, todos los días. ¿Tristeza? ¿Enojo? ¿Ansiedad? ¿Incluso odio? Pero cuando escuché una enseñanza sobre esta palabra en uno de mis podcasts favoritos, supe de inmediato que todas esas otras emociones que sentía estaban arraigadas en el espíritu de la envidia.

Odio sentir emociones negativas. En el test de personalidad del Eneeagram soy del tipo “7”. Como tipo “7”, si puedo evitar el dolor de las emociones negativas, encontraré la manera de hacerlo. Simplemente pretender que no existían no me servía. Quería llegar a la raíz de mis emociones para poder ser verdaderamente libre, no solo fingir serlo. Me costó trabajo aprender a sacar esas emociones negativas a la luz y ponerlas ante Dios para que perdieran su poder, pero el esfuerzo valió la pena. Sé que por eso me apasiona ayudar a otros a encontrar la libertad mental, emocional y espiritual, ya que he luchado profundamente con la oscuridad que surge de vivir atada a esas emociones negativas.

Esa lucha ha llegado a ser el catalizador para encontrar mi propia libertad verdadera y duradera. Es algo que quiero que todos experimenten y, a medida que encuentro nuevos niveles de libertad, sé que no puedo guardármelos para mí.

El siguiente plan de lectura es mi propio viaje para descubrir la libertad de la envidia y la vida increíblemente abundante que surge de esa libertad.

¿Qué es la envidia? ¿Por qué es importante que entendamos cómo nos afecta hoy? El mundo en el que vivimos es un campo de cultivo para el espíritu de envidia. Ahora más que nunca, nos enfrentamos a la vida de los demás como ellos quieren que se vea, como la diseñan, y la comparación con la nuestra puede despertar la envidia en nosotros. Vivimos en una cultura de envidia y quizás no nos demos cuenta de cómo este espíritu debilita nuestra salud emocional, mental y espiritual.

La envidia puede describirse como un sentimiento de anhelo descontento o resentido provocado por las posesiones, cualidades o suerte de otra persona. Es la raíz de emociones negativas como los celos y la comparación, pero la envidia va un paso más allá. Los celos dicen: “Ojalá tuviera lo que ellos tienen”. La envidia dice: “¿Por qué tienen ellos lo que yo no tengo?”. La envidia detesta ver felices a los demás y se alegra en secreto cuando otros caen. Cómo dijo la autora Dorothy Sayers, la envidia es “mirar a otro con malicia”. Es destructora, la gran niveladora; no puede soportar admirar, respetar o mostrar gratitud.

“La envidia pudre los huesos”, dice el escritor de Proverbios. Es un veneno para el corazón. Nuestra carne siempre sentirá naturalmente el aguijón de la envidia cuando se le presente la oportunidad. Se requiere un trabajo intencionado en nuestro espíritu para superar la tentación de la envidia y ser libres para regocijarnos genuinamente con el éxito y el favor de otros.

La envidia hace daño de dos maneras. Por supuesto, no quieres que el espíritu de envidia se apodere de ti, pero ¿qué hay del daño que causa la envidia cuando proviene de otra persona contra ti? He estado en ambos lados de la historia y, a medida que continúes con este plan, podrás ver cómo la envidia ha dañado tu corazón y posiblemente tu relación con los demás. Ambos casos requieren que hagamos un trabajo espiritual en nuestros corazones y mentes para ser libres.

Mi esperanza es que en lo próximos días tengas el conocimiento, las herramientas y la confianza que necesitas para liberarte de la envidia.