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La Palabra (versión española)

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 <div class="book bk2KI">
 <div class="chapter ch22" data-usfm="2KI.22.3+2KI.22.4+2KI.22.5+2KI.22.6+2KI.22.7+2KI.22.8+2KI.22.9+2KI.22.10+2KI.22.11+2KI.22.12+2KI.22.13+2KI.22.14+2KI.22.15+2KI.22.16+2KI.22.17+2KI.22.18+2KI.22.19+2KI.22.20">
 <div class="p">3En el a&#241;o d&#233;cimo octavo del reinado de Jos&#237;as, el rey envi&#243; al Templo al secretario Saf&#225;n, hijo de Asal&#237;as y nieto de Mesul&#225;n, con este mensaje:</div><div class="p"> 4&#8212;Sube a ver al sumo sacerdote Jilqu&#237;as y dile que prepare el dinero del Templo aportado por la gente y recogido por los porteros.#12,10-16. 5Que se lo entregue a los encargados de las obras del Templo, para que paguen a los obreros que llevan a cabo la reparaci&#243;n de los desperfectos del Templo, 6carpinteros, constructores y alba&#241;iles, y para que compren madera y piedras labradas con destino a la reparaci&#243;n del Templo. 7Y que no se les pida cuenta del dinero entregado, porque act&#250;an con honradez.</div><div class="p"> 8El sumo sacerdote Jilqu&#237;as dijo al secretario Saf&#225;n:</div><div class="p">&#8212;He encontrado en el Templo el Libro de la Ley.</div><div class="p">Jilqu&#237;as entreg&#243; el libro a Saf&#225;n y este lo ley&#243;. 9Luego se present&#243; al rey para informarle:</div><div class="p">&#8212;Tus servidores han recogido el dinero que hab&#237;a en el Templo y se lo han entregado a los constructores encargados de las obras del Templo.</div><div class="p"> 10Luego Saf&#225;n dio la noticia al rey:</div><div class="p">&#8212;El sacerdote Saf&#225;n me ha entregado un libro.</div><div class="p">Y Saf&#225;n se lo ley&#243; al rey. 11Cuando el rey oy&#243; las palabras del Libro de la Ley, se rasg&#243; las vestiduras 12y orden&#243; al sacerdote Jilqu&#237;as, a Ajic&#225;n, hijo de Saf&#225;n, a Acbor, hijo de Miqueas, al secretario Saf&#225;n y a Asay&#225;, el oficial del rey:</div><div class="p"> 13&#8212;Id a consultar al Se&#241;or por m&#237; y por todo el pueblo de Jud&#225; sobre el contenido de este libro que se acaba de encontrar, pues el Se&#241;or estar&#225; muy furioso contra nosotros, ya que nuestros antepasados no han obedecido las palabras de este libro ni han cumplido todo cuanto est&#225; escrito en &#233;l.#1 Re 22,5+.</div><div class="p"> 14El sacerdote Jilqu&#237;as, Ajic&#225;n, Acbor, Saf&#225;n y Asay&#225; fueron a visitar a la profetisa Julda, esposa de Sal&#250;n, el hijo de Ticu&#225; y nieto de Jarj&#225;s, encargado del guardarropa, que viv&#237;a en el Barrio Nuevo de Jerusal&#233;n, y le contaron el asunto. 15Ella les contest&#243;:</div><div class="p">&#8212;Esto dice el Se&#241;or, Dios de Israel: Decid al hombre que os ha enviado: 16&#171;As&#237; dice el Se&#241;or: Voy a traer la desgracia sobre este lugar y sus habitantes, de acuerdo con el contenido de este libro que ha le&#237;do el rey de Jud&#225;. 17Puesto que me han abandonado y han quemado incienso a otros dioses, provocando mi indignaci&#243;n con todas sus acciones, mi c&#243;lera arder&#225; contra este lugar y no se apagar&#225;&#187;. 18Y al rey de Jud&#225; que os ha enviado a consultar al Se&#241;or le dir&#233;is: &#171;Esto dice el Se&#241;or, Dios de Israel, con relaci&#243;n a las palabras que has escuchado: 19Puesto que te has conmovido de coraz&#243;n y te has humillado ante el Se&#241;or, al escuchar lo que he anunciado contra este lugar y sus habitantes, que se convertir&#225;n en objeto de ruina y maldici&#243;n; puesto que has desgarrado tus vestiduras y has llorado ante m&#237;, yo tambi&#233;n te he escuchado &#8212;or&#225;culo del Se&#241;or&#8212;.#1 Sm 12,13; 1 Re 21,29. 20Por eso, cuando yo te re&#250;na con tus antepasados, te enterrar&#225;n en paz y no llegar&#225;s a ver toda la desgracia que voy a traer sobre este lugar&#187;.</div><div class="p">Entonces los enviados llevaron la respuesta al rey.</div>
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 <div class="book bk2KI">
 <div class="chapter ch23" data-usfm="2KI.23.1+2KI.23.2+2KI.23.3+2KI.23.4+2KI.23.5+2KI.23.6+2KI.23.7+2KI.23.8+2KI.23.9+2KI.23.10+2KI.23.11+2KI.23.12+2KI.23.13+2KI.23.14+2KI.23.15+2KI.23.16+2KI.23.17+2KI.23.18+2KI.23.19+2KI.23.20">
 <div class="p">1El rey mand&#243; convocar a todos los ancianos de Jud&#225; y Jerusal&#233;n. 2Luego el rey subi&#243; al Templo, acompa&#241;ado por toda la gente de Jud&#225;, todos los habitantes de Jerusal&#233;n, los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo, peque&#241;os y grandes, y all&#237; les ley&#243; en voz alta todo el contenido del Libro de la Alianza encontrado en el Templo. 3Entonces se puso en pie junto a la columna y sell&#243; la alianza ante el Se&#241;or, comprometi&#233;ndose a seguirlo, a observar sus mandamientos, normas y preceptos con todo el coraz&#243;n y toda el alma y a cumplir todas las estipulaciones contenidas en el libro de la Alianza. Y todo el pueblo se comprometi&#243; con esta alianza.</div><div class="s1">Reforma de Jos&#237;as</div><div class="r">(2 Cr 34,3-5)</div><div class="p"> 4Luego el rey orden&#243; al sumo sacerdote Jilqu&#237;as, a los sacerdotes auxiliares y a los porteros que sacasen del Templo todos los objetos dedicados a Baal, a Astart&#233; y a todos los astros celestes; los hizo quemar fuera de Jerusal&#233;n, en los campos del Cedr&#243;n y mand&#243; llevar sus cenizas a Betel.#21,3-7. 5Destituy&#243; a los sacerdotes instituidos por los reyes de Jud&#225; para quemar incienso en los santuarios de las ciudades de Jud&#225; y alrededores de Jerusal&#233;n y a los que quemaban incienso a Baal, al sol, a la luna, a los signos del zod&#237;aco y a todos los astros celestes.#1 Re 14,23-24 (ver Dt 12,2-7.13-14; 16,21; 23,18-19). 6Sac&#243; del Templo la columna sagrada, la llev&#243; fuera de Jerusal&#233;n, al torrente Cedr&#243;n, y la quem&#243; all&#237; hasta reducirla a cenizas, que luego tir&#243; a la fosa com&#250;n. 7Demoli&#243; las habitaciones del Templo dedicadas a la prostituci&#243;n sagrada, donde las mujeres tej&#237;an mantos para Astart&#233;. 8Hizo venir de las ciudades de Jud&#225; a todos los sacerdotes y profan&#243; los santuarios donde quemaban incienso, desde Gueba hasta Berseba. Destruy&#243; los santuarios de los s&#225;tiros que hab&#237;a junto a la puerta de Josu&#233;, gobernador de la ciudad, a mano izquierda de la entrada a la ciudad. 9Sin embargo, los sacerdotes de los santuarios no pod&#237;an servir en el altar del Se&#241;or en Jerusal&#233;n y solo pod&#237;an compartir con sus hermanos los panes sin levadura. 10Jos&#237;as profan&#243; tambi&#233;n el quemadero del valle de Ben Hin&#243;n, para que nadie quemase a sus hijos o hijas en sacrificio a Moloc. 11Retir&#243; los caballos que los reyes de Jud&#225; hab&#237;an dedicado al sol a la entrada del Templo, junto a la habitaci&#243;n del eunuco Natanm&#233;lec, en los anejos del Templo, y quem&#243; los carros del sol. 12Jos&#237;as demoli&#243; los altares que los reyes de Jud&#225; hab&#237;an construido en la azotea de la sala de Ajab y los altares construidos por Manas&#233;s en los dos patios del Templo, los pulveriz&#243; y arroj&#243; el polvo en el torrente Cedr&#243;n. 13Profan&#243; tambi&#233;n los santuarios que hab&#237;a frente a Jerusal&#233;n, al sur del monte de los Olivos, construidos por Salom&#243;n, el rey de Israel, en honor de Astart&#233;, diosa despreciable de los fenicios, en honor de Quem&#243;s, dios despreciable de Moab, y de Malc&#243;n, dios despreciable de los amonitas.#1 Re 11,7. 14Tritur&#243; las estatuas, derrib&#243; los postes sagrados y rellen&#243; sus huecos con huesos humanos.</div><div class="p"> 15Tambi&#233;n derrib&#243; el altar de Betel y el santuario construido por Jerobo&#225;n, el hijo de Nabat, con el que hizo pecar a Israel; quem&#243; el santuario hasta reducirlo a cenizas y quem&#243; igualmente el poste sagrado.#1 Re 12,29; 13,1-2.32. 16Jos&#237;as gir&#243; el rostro y al ver los sepulcros que hab&#237;a en el monte, mand&#243; recoger los huesos de los sepulcros y los quem&#243; sobre el altar, para profanarlo, cumpliendo as&#237; la palabra del Se&#241;or proclamada por el hombre de Dios que predijo estos hechos. 17Luego pregunt&#243;:</div><div class="p">&#8212;&#191;Qu&#233; monumento es ese que veo?</div><div class="p">La gente de la ciudad le respondi&#243;:</div><div class="p">&#8212;Es la sepultura del hombre de Dios que vino de Jud&#225; y profetiz&#243; todo lo que acabas de hacer contra el altar de Betel.#1 Re 13,11-32.</div><div class="p"> 18Entonces Jos&#237;as orden&#243;:</div><div class="p">&#8212;Dejadlo. Que nadie toque sus huesos.</div><div class="p">Y as&#237; se respetaron sus huesos junto con los del profeta que hab&#237;a venido de Samar&#237;a.</div><div class="p"> 19Jos&#237;as elimin&#243; tambi&#233;n todas las construcciones de los santuarios locales construidos por los reyes de Israel en las ciudades de Samar&#237;a para provocar la indignaci&#243;n del Se&#241;or e hizo con ellos lo mismo que hab&#237;a hecho en Betel. 20Luego degoll&#243; sobre los altares a todos los sacerdotes de los santuarios que hab&#237;a all&#237;, quem&#243; sobre ellos huesos humanos y regres&#243; a Jerusal&#233;n.</div>
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 <div class="book bk2CH">
 <div class="chapter ch34" data-usfm="2CH.34.8+2CH.34.9+2CH.34.10+2CH.34.11+2CH.34.12+2CH.34.13+2CH.34.14+2CH.34.15+2CH.34.16+2CH.34.17+2CH.34.18+2CH.34.19+2CH.34.20+2CH.34.21+2CH.34.22+2CH.34.23+2CH.34.24+2CH.34.25+2CH.34.26+2CH.34.27+2CH.34.28+2CH.34.29+2CH.34.30+2CH.34.31+2CH.34.32+2CH.34.33">
 <div class="p">8En el a&#241;o d&#233;cimo octavo de su reinado, despu&#233;s de haber purificado el pa&#237;s y el Templo, Jos&#237;as envi&#243; a Saf&#225;n, hijo de Asal&#237;as, a Maas&#237;as, gobernador de la ciudad y al canciller Joaj, hijo de Joajaz, a reparar el Templo del Se&#241;or, su Dios. 9Ellos se presentaron al sumo sacerdote Jilqu&#237;as con el dinero ingresado en el Templo y recogido por los levitas porteros en Manas&#233;s y Efra&#237;n, en el resto de Israel, en todo Jud&#225; y Benjam&#237;n y en Jerusal&#233;n; #ver 2 Re 12,10-16. 10dinero que entregaron a los encargados de las obras del Templo, para que pagasen a los obreros que llevaban a cabo la reparaci&#243;n de los desperfectos del Templo. 11Se lo dieron a los carpinteros y constructores para comprar piedras labradas y madera de carpinter&#237;a para las vigas de los edificios arruinados por la desidia de los reyes de Jud&#225;. 12Estos hombres hac&#237;an su trabajo con honradez, bajo la supervisi&#243;n de los levitas J&#225;jat y Abd&#237;as, del clan de Merar&#237;, y de Zacar&#237;as y Mesul&#225;n, del clan de Queat, que los dirig&#237;an. Los levitas, todos ellos expertos en instrumentos musicales, 13dirig&#237;an a los acarreadores y a todos los trabajadores en cada una de sus tareas. Otros levitas eran secretarios, inspectores y porteros.</div><div class="p"> 14Cuando estaban sacando el dinero ingresado en el Templo, el sumo sacerdote Jilqu&#237;as encontr&#243; el Libro de la Ley del Se&#241;or escrito por Mois&#233;s. 15Jilqu&#237;as comunic&#243; al secretario Saf&#225;n:</div><div class="p">&#8212;He encontrado en el Templo el Libro de la Ley.</div><div class="p">Y Jilqu&#237;as entreg&#243; el libro a Saf&#225;n. 16Saf&#225;n lo llev&#243; al rey y le rindi&#243; cuentas:</div><div class="p">&#8212;Tus servidores est&#225;n haciendo todo lo que se les ha encargado. 17Han recogido el dinero que estaba destinado al Templo y se lo han entregado a los encargados y a los trabajadores.</div><div class="p"> 18Luego Saf&#225;n dio la noticia al rey:</div><div class="p">&#8212;El sacerdote Jilqu&#237;as me ha entregado un libro.</div><div class="p">Y Saf&#225;n se lo ley&#243; al rey. 19Cuando el rey oy&#243; las palabras de la ley, se rasg&#243; las vestiduras 20y orden&#243; lo siguiente al sacerdote Jilqu&#237;as, a Ajic&#225;n, el hijo de Saf&#225;n, a Abd&#243;n, el hijo de Miqueas, al secretario Saf&#225;n y a Asa&#237;as, el oficial del rey:</div><div class="p"> 21&#8212;Id a consultar al Se&#241;or por m&#237;, por el resto de Israel y por Jud&#225; sobre el contenido de este libro que se acaba de encontrar, pues el Se&#241;or estar&#225; muy furioso contra nosotros, ya que nuestros antepasados no han obedecido las palabras del Se&#241;or ni han cumplido todo cuanto est&#225; escrito en este libro.#1 Re 22,5+.</div><div class="p"> 22El sacerdote Jilqu&#237;as y los enviados del rey fueron a ver a la profetisa Julda, esposa de Sal&#250;n, el hijo de Ticu&#225; y nieto de Jarj&#225;s, encargado del guardarropa, que viv&#237;a en el Barrio Nuevo de Jerusal&#233;n, y le contaron lo sucedido. 23Ella les contest&#243;:</div><div class="p">&#8212;Esto dice el Se&#241;or, Dios de Israel: Decid al hombre que os ha enviado: 24&#171;As&#237; dice el Se&#241;or: Voy a traer la desgracia sobre este lugar y sus habitantes; se cumplir&#225;n todas las maldiciones escritas en el libro que han le&#237;do ante el rey de Jud&#225;. 25Puesto que me han abandonado y han quemado incienso a otros dioses, provocando mi indignaci&#243;n con todas sus acciones, mi c&#243;lera estallar&#225; contra este lugar y no se apagar&#225;&#187;. 26Y al rey de Jud&#225; que os ha enviado a consultar al Se&#241;or le dir&#233;is: &#171;Esto dice el Se&#241;or, Dios de Israel, con relaci&#243;n a las palabras que has escuchado: 27Puesto que te has conmovido de coraz&#243;n y te has humillado ante el Se&#241;or, al escuchar sus palabras contra este lugar y sus habitantes, que se convertir&#225;n en objeto de ruina y maldici&#243;n; puesto que te has humillado ante m&#237;, has desgarrado tus vestiduras y has llorado ante m&#237;, yo tambi&#233;n te he escuchado &#8212;or&#225;culo del Se&#241;or&#8212;.#12,6-12. 28Cuando yo te re&#250;na con tus antepasados, te enterrar&#225;n en paz y no llegar&#225;s a ver toda la desgracia que voy a traer sobre este lugar y sobre sus habitantes&#187;.</div><div class="p">A continuaci&#243;n los enviados llevaron la respuesta al rey.</div><div class="p"> 29El rey mand&#243; convocar a todos los ancianos de Jud&#225; y Jerusal&#233;n. 30Luego el rey subi&#243; al Templo, acompa&#241;ado por toda la gente de Jud&#225;, los habitantes de Jerusal&#233;n, los sacerdotes, los levitas y todo el pueblo, peque&#241;os y grandes, y all&#237; les ley&#243; en voz alta todo el contenido del Libro de la Alianza encontrado en el Templo. 31Entonces se puso en pie sobre su estrado y sell&#243; la alianza ante el Se&#241;or, comprometi&#233;ndose a seguir a Dios, a observar sus mandamientos, normas y preceptos con todo el coraz&#243;n y toda el alma y a poner en pr&#225;ctica todas las estipulaciones de la alianza contenidas en este libro. 32Jos&#237;as hizo que todos los que se hallaban en Jerusal&#233;n ratificasen la alianza. Y los habitantes de Jerusal&#233;n actuaron de acuerdo con la alianza del Se&#241;or, Dios de sus antepasados. 33Suprimi&#243; Jos&#237;as todas las pr&#225;cticas abominables en todo el territorio israelita y comprometi&#243; a todos los que resid&#237;an en Israel a rendir culto al Se&#241;or su Dios. Y durante su vida no abandonaron al Se&#241;or, Dios de sus antepasados.</div>
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 <div class="chapter ch35" data-usfm="2CH.35.1+2CH.35.2+2CH.35.3+2CH.35.4+2CH.35.5+2CH.35.6+2CH.35.7+2CH.35.8+2CH.35.9+2CH.35.10+2CH.35.11+2CH.35.12+2CH.35.13+2CH.35.14+2CH.35.15+2CH.35.16+2CH.35.17+2CH.35.18+2CH.35.19">
 <div class="p">1Jos&#237;as celebr&#243; la Pascua del Se&#241;or en Jerusal&#233;n y sacrificaron el cordero pascual el d&#237;a catorce del primer mes.#Ex 12,2.6; 2 Re 23,21. 2Restableci&#243; a los sacerdotes en sus funciones y los anim&#243; a cumplir su servicio en el Templo del Se&#241;or. 3Y dijo a los levitas instructores de Israel y consagrados al Se&#241;or:</div><div class="p">&#8212;Dejad el Arca santa en el Templo que construy&#243; Salom&#243;n, el hijo de David, rey de Israel, pues ya no ten&#233;is que llevarla a hombros, y servid ahora al Se&#241;or, vuestro Dios, y a su pueblo, Israel. 4Organizaos por familias y por turnos como prescribieron David, rey de Israel, y su hijo Salom&#243;n.#5,4.7; ver 1 Cr 15,15; 23&#8211;26. 5Ocupad vuestros puestos en el santuario seg&#250;n la distribuci&#243;n de las familias de vuestros hermanos del pueblo y seg&#250;n la distribuci&#243;n de las familias levitas. 6Sacrificad el cordero pascual, santificaos y preparadlo a vuestros hermanos, cumpliendo lo que Dios mand&#243; por medio de Mois&#233;s.</div><div class="p"> 7Jos&#237;as proporcion&#243; a la gente, de su propio ganado, treinta mil corderos y cabritos, como v&#237;ctimas pascuales para los all&#237; presentes, y tres mil novillos.#Ex 12,5. 8De igual manera, sus oficiales hicieron donaciones voluntarias al pueblo, a los sacerdotes y a los levitas. Jilqu&#237;as, Zacar&#237;as y Jiel, intendentes del Templo dieron a los sacerdotes mil seiscientas v&#237;ctimas pascuales y trescientos novillos. 9Por su parte, los jefes levitas Conan&#237;as, Sema&#237;as, su hermano Natanael, Jasab&#237;as, Jiel y Josabad proporcionaron a sus hermanos cinco mil v&#237;ctimas pascuales y quinientos novillos. 10Una vez organizado el servicio, los sacerdotes ocuparon sus puestos y los levitas se distribuyeron por turnos, como el rey hab&#237;a ordenado. 11Entonces sacrificaron las v&#237;ctimas pascuales, y mientras los sacerdotes recib&#237;an la sangre y rociaban con ella las v&#237;ctimas, los levitas las desollaban, 12separaban las partes que deb&#237;an ser quemadas y las entregaban a los grupos de familias del pueblo para ofrecerlas a Dios, tal y como est&#225; escrito en el libro de Mois&#233;s. Y lo mismo hicieron con los novillos. 13Luego asaron las v&#237;ctimas pascuales, seg&#250;n lo prescrito, y cocieron las partes consagradas en ollas, calderos y cazuelas, para repartirlas inmediatamente entre la gente del pueblo. 14Despu&#233;s los levitas prepararon su parte y la de los sacerdotes, pues los sacerdotes descendientes de Aar&#243;n estuvieron ocupados hasta la noche en ofrecer los holocaustos y las grasas. Por eso los levitas las prepararon para s&#237; y para los sacerdotes. 15Tambi&#233;n los cantores, descendientes de Asaf, estaban en sus puestos, seg&#250;n lo prescrito por David, Asaf, Hem&#225;n y Jedut&#250;n, vidente del rey; a su vez, los porteros estaban en sus puertas respectivas, sin necesidad de abandonar sus servicios, ya que sus hermanos levitas les prepararon su parte.</div><div class="p"> 16As&#237; fue como se organiz&#243; aquel d&#237;a todo el servicio religioso para poder celebrar la Pascua y ofrecer los holocaustos en el altar del Se&#241;or, como hab&#237;a ordenado el rey Jos&#237;as. 17Los israelitas que se hallaban presentes en aquella ocasi&#243;n celebraron la Pascua y la fiesta de los Panes sin levadura durante siete d&#237;as.</div><div class="p"> 18No se hab&#237;a celebrado en Israel una Pascua como aquella desde la &#233;poca del profeta Samuel; ning&#250;n rey de Israel hab&#237;a celebrado una Pascua como la que celebraron Jos&#237;as, los sacerdotes, los levitas, toda la gente de Jud&#225; e Israel que estaba presente y los habitantes de Jerusal&#233;n. 19Aquella Pascua se celebr&#243; el a&#241;o d&#233;cimo octavo del reinado de Jos&#237;as.#2 Re 23,22-23.</div>
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 <div class="book bk2KI">
 <div class="chapter ch23" data-usfm="2KI.23.21+2KI.23.22+2KI.23.23+2KI.23.24+2KI.23.25+2KI.23.26+2KI.23.27">
 <div class="p">21Entonces el rey orden&#243; a todo el pueblo:</div><div class="p">&#8212;Celebrad la Pascua en honor del Se&#241;or, vuestro Dios, seg&#250;n est&#225; escrito en este Libro de la Alianza.</div><div class="p"> 22No se hab&#237;a celebrado una Pascua como esta desde la &#233;poca en que los jueces gobernaban a Israel, ni durante el per&#237;odo de los reyes de Israel y de Jud&#225;. 23Esta Pascua en honor del Se&#241;or se celebr&#243; en Jerusal&#233;n el a&#241;o d&#233;cimo octavo del reinado de Jos&#237;as.</div><div class="s1">Conclusi&#243;n de la reforma y del reinado de Jos&#237;as</div><div class="r">(2 Cr 35,26-27; 36,1)</div><div class="p"> 24Finalmente, Jos&#237;as elimin&#243; tambi&#233;n a los brujos y adivinos, as&#237; como los dioses familiares, los &#237;dolos y todas las aberraciones religiosas que encontr&#243; en el territorio de Jud&#225; y en Jerusal&#233;n, cumpliendo as&#237; las cl&#225;usulas de la ley escritas en el libro que el sacerdote Jilqu&#237;as hab&#237;a encontrado en el Templo.#21,6; Dt 6,5; 18,11.</div><div class="p"> 25Ni antes ni despu&#233;s de Jos&#237;as hubo un rey como &#233;l, que se convirtiera al Se&#241;or de todo coraz&#243;n y con toda el alma, totalmente de acuerdo con la ley de Mois&#233;s. 26Sin embargo, el Se&#241;or no aplac&#243; su terrible c&#243;lera contra Jud&#225;, causada por la indignaci&#243;n que le hab&#237;a provocado Manas&#233;s. 27El Se&#241;or dijo:</div><div class="p">&#8212;Expulsar&#233; de mi presencia tambi&#233;n a Jud&#225;, como expuls&#233; a Israel, y rechazar&#233; a Jerusal&#233;n, mi ciudad preferida, y al Templo en el que quise que residiera mi nombre.</div><div class="p"> </div>
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