Jesús: nuestro estandarte de victoriaMuestra

La victoria sobre la muerte 

Cuando Jesús murió por nuestros pecados y compró nuestro perdón, nos salvó de la separación eterna de Dios. Reemplazó la desesperanza de la muerte por una esperanza viva en un futuro eterno en la presencia del Señor. Y cuando Él resucitó de la tumba, exhibió Su mayor victoria sobre la muerte, demostrando que su poder no se compara con el de Jesús. En Apocalipsis 1:18 declara: "Yo soy el que vive; estuve muerto, mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades".

Si bien la muerte es una realidad difícil en nuestra vida, ya que experimentamos el dolor de perder a nuestros seres queridos y finalmente tenemos que afrontar nuestra propia mortalidad terrenal, ahora podemos anclarnos en la verdad de que Jesús tiene las llaves de la muerte, y ha preparado un camino para que caminemos por una puerta distinta hacia la eternidad de la vida. La muerte terrenal no es el fin de la historia. ¡Queda mucho más por venir! Jesús prometió en Juan 11:25: "El que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá".

Gracias a que Jesús nos salvó de la perpetuidad de la muerte, no tenemos que vivir nuestras vidas con temor. Somos libres de vivir vidas abundantes y audaces, sabiendo que no importa lo que acontezca aquí en la tierra, viviremos por siempre en la presencia de Dios y en la comunidad de Su familia. Incluso cuando lloramos por nuestros seres queridos, lloramos con esperanza, sabiendo que si pusieron su fe en Jesús, nos reuniremos y experimentaremos juntos la gloria de Dios.

En este Sábado de Pascua, que las consecuencias del triunfo de Jesús sobre la muerte se sumerjan en tu corazón y pases de tu perspectiva de vida frágil a una seguridad eterna en el cielo. ¡Verdaderamente la muerte no tiene aguijón! Celebra Su victoria, sé lleno de gratitud y crece en tu convicción de que todos en la tierra necesitan tener la esperanza del cielo que tu tienes. Ese era Su corazón al morir por los pecados de toda la humanidad: que ni una sola persona pasara la eternidad lejos de Él. No existe mejor manera de expresar tu gratitud por lo que Él ha hecho que contándole al mundo sobre Su amor por ellos. Así es como aprovechamos al máximo esta vida. Así que, sal y vívela al máximo, ¡porque Él vive! 

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