En nuestro lugar: Devociones cuaresmales de Tiempo de GraciaMuestra

¿Quién ha sido?
Hay culpa suficiente para todos por la horrible crucifixión de Jesucristo: los líderes religiosos del pueblo de Israel planearon su arresto a medianoche; Judas lo traicionó con un beso; el sanedrín lo condenó por cargos falsos; el sistema judicial romano lo sacrificó para acallar a la muchedumbre.
¿No te sorprende saber que detrás de todo estaba la mano castigadora de Dios el Padre? ¡En serio! El profeta Isaías nos lleva tras bastidores para que veamos el verdadero significado del sufrimiento y de la muerte de Cristo. «Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento... [para ofrecer] su vida en expiación por el pecado» (Isaías 53:10, RVR1960). Estamos entre los culpables que lo llevaron a la muerte, porque nuestros pecados nos hacen cómplices. Dios el Padre lo castigó en nuestro lugar y sometió su espalda a los azotes y al martilleo de los clavos porque un mundo de pecado estaba siendo castigado.
Pero por la llaga de Cristo nosotros hemos sido curados. Gracias a un increíble intercambio divino, nuestra culpa fue puesta en Él y su santidad fue puesta en nosotros; gracias a tu fe en Cristo, el Padre ahora te mira como si nunca hubieras pecado, igual de santo que su Hijo.
Hay culpa suficiente para todos por la horrible crucifixión de Jesucristo: los líderes religiosos del pueblo de Israel planearon su arresto a medianoche; Judas lo traicionó con un beso; el sanedrín lo condenó por cargos falsos; el sistema judicial romano lo sacrificó para acallar a la muchedumbre.
¿No te sorprende saber que detrás de todo estaba la mano castigadora de Dios el Padre? ¡En serio! El profeta Isaías nos lleva tras bastidores para que veamos el verdadero significado del sufrimiento y de la muerte de Cristo. «Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento... [para ofrecer] su vida en expiación por el pecado» (Isaías 53:10, RVR1960). Estamos entre los culpables que lo llevaron a la muerte, porque nuestros pecados nos hacen cómplices. Dios el Padre lo castigó en nuestro lugar y sometió su espalda a los azotes y al martilleo de los clavos porque un mundo de pecado estaba siendo castigado.
Pero por la llaga de Cristo nosotros hemos sido curados. Gracias a un increíble intercambio divino, nuestra culpa fue puesta en Él y su santidad fue puesta en nosotros; gracias a tu fe en Cristo, el Padre ahora te mira como si nunca hubieras pecado, igual de santo que su Hijo.
Escritura
Acerca de este Plan

Este plan de lectura te guiará a través del tiempo de Cuaresma, la cual nos brinda las increíbles historias del sufrimiento, condenación y muerte de Jesucristo por nosotros.
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Nos gustaría dar las gracias al Ministerio Tiempo de Gracia por proporcionarnos este plan. Para obtener más información, visita www.timeofgrace.org
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