Goliat debe caer: Ganando la batalla contra tus gigantes

Vivir Una Vida Que Importe

Seis Pasos Para Una Vida De Oración Más Comprometida

El Agotamiendo De Los Pastores Y La Paz De Cristo

Sin Filtros: Viviendo Como Verdaderos Hijos De Dios

Agotamiento Pastoral

95 Tesis Para La Nueva Generación

Más Que Palabras: Gracia

inVISIBLES

5 Claves Para Liderar Con Madurez: Convierte tu influencia en impacto duradero

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 <div class="book bk2CH">
 <div class="chapter ch33" data-usfm="2CH.33">
 <div class="label">33</div><div class="ms2">&#218;ltimos reyes de Jud&#225; (33&#8211;36)</div><div class="s1">Reinado de Manas&#233;s</div><div class="r">(2 Re 21,1-9.18)</div><div class="p"> 1Manas&#233;s ten&#237;a doce a&#241;os cuando comenz&#243; a reinar, y rein&#243; en Jerusal&#233;n durante cincuenta y cinco a&#241;os. 2Manas&#233;s ofendi&#243; al Se&#241;or imitando las perversiones de los pueblos que el Se&#241;or hab&#237;a expulsado ante los israelitas. 3Reconstruy&#243; los santuarios locales de los altos que su padre Ezequ&#237;as hab&#237;a derruido, levant&#243; altares a los baales, erigi&#243; columnas y ador&#243; y dio culto a todos los astros del cielo.#2 Re 21,3+. 4Construy&#243; altares en el Templo del que el Se&#241;or hab&#237;a dicho: &#171;En Jerusal&#233;n estar&#225; siempre mi nombre&#187;. 5Levant&#243; altares a todos los astros del cielo en los dos patios del Templo. 6Quem&#243; a sus hijos en sacrificio en el valle de Ben Hin&#243;n, practic&#243; el espiritismo, la brujer&#237;a y la hechicer&#237;a, instituy&#243; nigromantes y adivinos y ofendi&#243; tanto al Se&#241;or, que provoc&#243; su indignaci&#243;n. 7Hizo una estatua idol&#225;trica y la coloc&#243; en el Templo del que Dios hab&#237;a dicho a David y a su hijo Salom&#243;n: &#171;En este Templo y en Jerusal&#233;n, mi ciudad elegida entre todas las tribus de Israel, residir&#225; mi nombre por siempre.#1 Re 8,16; 2 Re 17,17+. 8No volver&#233; a dejar que Israel abandone la tierra que di a sus antepasados, con tal que guarden y cumplan todo lo que les he mandado por medio de Mois&#233;s: la ley, los preceptos y las normas&#187;. 9Pero Manas&#233;s indujo a Jud&#225; y a los habitantes de Jerusal&#233;n a portarse peor que las naciones que el Se&#241;or hab&#237;a aniquilado ante los israelitas.</div><div class="p"> 10El Se&#241;or habl&#243; a Manas&#233;s y a su pueblo, pero no le hicieron caso. 11Entonces el Se&#241;or hizo venir contra ellos a los jefes del ej&#233;rcito del rey de Asiria, que apresaron a Manas&#233;s con ganchos, lo ataron con cadenas de bronce y lo llevaron a Babilonia. 12Pero en la adversidad trat&#243; de buscar al Se&#241;or, su Dios: se humill&#243; profundamente ante el Dios de sus antepasados, 13le suplic&#243;, y Dios lo atendi&#243;, lo escuch&#243; e hizo que regresara a Jerusal&#233;n y a su reino. Entonces Manas&#233;s reconoci&#243; que el Se&#241;or era el verdadero Dios.</div><div class="p"> 14Luego reconstruy&#243; la muralla exterior de la Ciudad de David, al oeste del torrente Guij&#243;n hasta la puerta del Pescado, rodeando el &#211;fel, y la elev&#243; considerablemente. Adem&#225;s, puso jefes militares en todas las ciudades fortificadas de Jud&#225;. 15Retir&#243; del Templo los dioses extranjeros y el &#237;dolo, as&#237; como todos los altares que hab&#237;a levantado en el monte del Templo y en Jerusal&#233;n, y los arroj&#243; fuera de la ciudad. 16Restaur&#243; el altar del Se&#241;or, ofreci&#243; sobre &#233;l sacrificios de comuni&#243;n y de acci&#243;n de gracias, y orden&#243; a Jud&#225; que sirviera al Se&#241;or, Dios de Israel. 17Sin embargo, el pueblo segu&#237;a ofreciendo sacrificios en los santuarios locales de los altos, aunque solo al Se&#241;or su Dios.</div><div class="p"> 18El resto de la historia de Manas&#233;s, su oraci&#243;n al Se&#241;or y los or&#225;culos de los profetas que le hablaron en nombre del Se&#241;or, est&#225; escrito en la historia de los Reyes de Israel.#2 Re 21,17. 19Su oraci&#243;n y la escucha divina, todos sus pecados e infidelidades, los lugares donde construy&#243; santuarios locales y erigi&#243; columnas e &#237;dolos antes de convertirse, est&#225;n escritos en la historia de Jozay. 20Cuando Manas&#233;s muri&#243; fue enterrado en su palacio, y su hijo Am&#243;n le sucedi&#243; como rey.</div><div class="s1">Reinado de Am&#243;n</div><div class="r">(2 Re 21,19-20.23-24)</div><div class="p"> 21Am&#243;n ten&#237;a veintid&#243;s a&#241;os cuando comenz&#243; a reinar, y rein&#243; en Jerusal&#233;n durante dos a&#241;os. 22Am&#243;n ofendi&#243; al Se&#241;or como su padre Manas&#233;s, dando culto y ofreciendo sacrificios a todos los &#237;dolos que hab&#237;a hecho su padre. 23Sin embargo, no se humill&#243; ante el Se&#241;or, como hab&#237;a hecho su padre Manas&#233;s, sino que multiplic&#243; sus culpas. 24Sus servidores conspiraron contra &#233;l y lo asesinaron en su palacio. 25Pero el pueblo mat&#243; a todos los que hab&#237;an conspirado contra el rey Am&#243;n y en su lugar nombraron rey a su hijo Jos&#237;as.</div>
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 <div class="book bk2CH">
 <div class="chapter ch34" data-usfm="2CH.34">
 <div class="label">34</div><div class="s1">Reinado de Jos&#237;as</div><div class="r">(2 Re 21,1-2)</div><div class="p"> 1Jos&#237;as ten&#237;a ocho a&#241;os cuando comenz&#243; a reinar, y rein&#243; en Jerusal&#233;n durante treinta y un a&#241;os. 2Actu&#243; correctamente ante el Se&#241;or y sigui&#243; las huellas de su antepasado David, sin desviarse lo m&#225;s m&#237;nimo.</div><div class="s1">Reforma religiosa en Jud&#225; e Israel</div><div class="p"> 3En el octavo a&#241;o de su reinado, cuando era joven, empez&#243; a consultar al Dios de su antepasado David, y en el duod&#233;cimo a&#241;o empez&#243; a limpiar Jud&#225; y Jerusal&#233;n de los santuarios locales, postes sagrados, &#237;dolos e im&#225;genes.#2 Re 23,4-20. 4Se demolieron en su presencia los altares de los baales y derrib&#243; los altares para el incienso que hab&#237;a encima; tritur&#243; y redujo a polvo los postes sagrados, los &#237;dolos y las im&#225;genes, y luego lo esparci&#243; sobre las tumbas de sus adoradores. 5Quem&#243; los huesos de los sacerdotes sobre los altares, purificando as&#237; a Jud&#225; y Jerusal&#233;n. 6En las ciudades de Manas&#233;s, Efra&#237;n, Sime&#243;n, Neftal&#237; y lugares de alrededor 7destruy&#243; tambi&#233;n los altares, redujo a polvo los postes sagrados y los &#237;dolos, y derrib&#243; todos los altares de incienso del territorio de Israel. Finalmente regres&#243; a Jerusal&#233;n.</div><div class="s1">Las obras del Templo</div><div class="r">(2 Re 22,3-6.8-20; 23,1-3)</div><div class="p"> 8En el a&#241;o d&#233;cimo octavo de su reinado, despu&#233;s de haber purificado el pa&#237;s y el Templo, Jos&#237;as envi&#243; a Saf&#225;n, hijo de Asal&#237;as, a Maas&#237;as, gobernador de la ciudad y al canciller Joaj, hijo de Joajaz, a reparar el Templo del Se&#241;or, su Dios. 9Ellos se presentaron al sumo sacerdote Jilqu&#237;as con el dinero ingresado en el Templo y recogido por los levitas porteros en Manas&#233;s y Efra&#237;n, en el resto de Israel, en todo Jud&#225; y Benjam&#237;n y en Jerusal&#233;n; #ver 2 Re 12,10-16. 10dinero que entregaron a los encargados de las obras del Templo, para que pagasen a los obreros que llevaban a cabo la reparaci&#243;n de los desperfectos del Templo. 11Se lo dieron a los carpinteros y constructores para comprar piedras labradas y madera de carpinter&#237;a para las vigas de los edificios arruinados por la desidia de los reyes de Jud&#225;. 12Estos hombres hac&#237;an su trabajo con honradez, bajo la supervisi&#243;n de los levitas J&#225;jat y Abd&#237;as, del clan de Merar&#237;, y de Zacar&#237;as y Mesul&#225;n, del clan de Queat, que los dirig&#237;an. Los levitas, todos ellos expertos en instrumentos musicales, 13dirig&#237;an a los acarreadores y a todos los trabajadores en cada una de sus tareas. Otros levitas eran secretarios, inspectores y porteros.</div><div class="p"> 14Cuando estaban sacando el dinero ingresado en el Templo, el sumo sacerdote Jilqu&#237;as encontr&#243; el Libro de la Ley del Se&#241;or escrito por Mois&#233;s. 15Jilqu&#237;as comunic&#243; al secretario Saf&#225;n:</div><div class="p">&#8212;He encontrado en el Templo el Libro de la Ley.</div><div class="p">Y Jilqu&#237;as entreg&#243; el libro a Saf&#225;n. 16Saf&#225;n lo llev&#243; al rey y le rindi&#243; cuentas:</div><div class="p">&#8212;Tus servidores est&#225;n haciendo todo lo que se les ha encargado. 17Han recogido el dinero que estaba destinado al Templo y se lo han entregado a los encargados y a los trabajadores.</div><div class="p"> 18Luego Saf&#225;n dio la noticia al rey:</div><div class="p">&#8212;El sacerdote Jilqu&#237;as me ha entregado un libro.</div><div class="p">Y Saf&#225;n se lo ley&#243; al rey. 19Cuando el rey oy&#243; las palabras de la ley, se rasg&#243; las vestiduras 20y orden&#243; lo siguiente al sacerdote Jilqu&#237;as, a Ajic&#225;n, el hijo de Saf&#225;n, a Abd&#243;n, el hijo de Miqueas, al secretario Saf&#225;n y a Asa&#237;as, el oficial del rey:</div><div class="p"> 21&#8212;Id a consultar al Se&#241;or por m&#237;, por el resto de Israel y por Jud&#225; sobre el contenido de este libro que se acaba de encontrar, pues el Se&#241;or estar&#225; muy furioso contra nosotros, ya que nuestros antepasados no han obedecido las palabras del Se&#241;or ni han cumplido todo cuanto est&#225; escrito en este libro.#1 Re 22,5+.</div><div class="p"> 22El sacerdote Jilqu&#237;as y los enviados del rey fueron a ver a la profetisa Julda, esposa de Sal&#250;n, el hijo de Ticu&#225; y nieto de Jarj&#225;s, encargado del guardarropa, que viv&#237;a en el Barrio Nuevo de Jerusal&#233;n, y le contaron lo sucedido. 23Ella les contest&#243;:</div><div class="p">&#8212;Esto dice el Se&#241;or, Dios de Israel: Decid al hombre que os ha enviado: 24&#171;As&#237; dice el Se&#241;or: Voy a traer la desgracia sobre este lugar y sus habitantes; se cumplir&#225;n todas las maldiciones escritas en el libro que han le&#237;do ante el rey de Jud&#225;. 25Puesto que me han abandonado y han quemado incienso a otros dioses, provocando mi indignaci&#243;n con todas sus acciones, mi c&#243;lera estallar&#225; contra este lugar y no se apagar&#225;&#187;. 26Y al rey de Jud&#225; que os ha enviado a consultar al Se&#241;or le dir&#233;is: &#171;Esto dice el Se&#241;or, Dios de Israel, con relaci&#243;n a las palabras que has escuchado: 27Puesto que te has conmovido de coraz&#243;n y te has humillado ante el Se&#241;or, al escuchar sus palabras contra este lugar y sus habitantes, que se convertir&#225;n en objeto de ruina y maldici&#243;n; puesto que te has humillado ante m&#237;, has desgarrado tus vestiduras y has llorado ante m&#237;, yo tambi&#233;n te he escuchado &#8212;or&#225;culo del Se&#241;or&#8212;.#12,6-12. 28Cuando yo te re&#250;na con tus antepasados, te enterrar&#225;n en paz y no llegar&#225;s a ver toda la desgracia que voy a traer sobre este lugar y sobre sus habitantes&#187;.</div><div class="p">A continuaci&#243;n los enviados llevaron la respuesta al rey.</div><div class="p"> 29El rey mand&#243; convocar a todos los ancianos de Jud&#225; y Jerusal&#233;n. 30Luego el rey subi&#243; al Templo, acompa&#241;ado por toda la gente de Jud&#225;, los habitantes de Jerusal&#233;n, los sacerdotes, los levitas y todo el pueblo, peque&#241;os y grandes, y all&#237; les ley&#243; en voz alta todo el contenido del Libro de la Alianza encontrado en el Templo. 31Entonces se puso en pie sobre su estrado y sell&#243; la alianza ante el Se&#241;or, comprometi&#233;ndose a seguir a Dios, a observar sus mandamientos, normas y preceptos con todo el coraz&#243;n y toda el alma y a poner en pr&#225;ctica todas las estipulaciones de la alianza contenidas en este libro. 32Jos&#237;as hizo que todos los que se hallaban en Jerusal&#233;n ratificasen la alianza. Y los habitantes de Jerusal&#233;n actuaron de acuerdo con la alianza del Se&#241;or, Dios de sus antepasados. 33Suprimi&#243; Jos&#237;as todas las pr&#225;cticas abominables en todo el territorio israelita y comprometi&#243; a todos los que resid&#237;an en Israel a rendir culto al Se&#241;or su Dios. Y durante su vida no abandonaron al Se&#241;or, Dios de sus antepasados.</div>
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La Palabra (versión española)

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 <div class="book bkCOL">
 <div class="chapter ch1" data-usfm="COL.1.24+COL.1.25+COL.1.26+COL.1.27+COL.1.28+COL.1.29">
 <div class="p">24Ahora me alegro de sufrir por vosotros. As&#237; voy completando en mi existencia corporal, y en favor del cuerpo de Cristo que es la Iglesia, lo que a&#250;n falta al total de las tribulaciones de Cristo.#Hch 9,16; 2 Co 4,10-12; Ef 3,13; 2 Tm 2,10. 25Dios me ha hecho servidor de esa Iglesia y me ha confiado la tarea de llevar a plenitud en vosotros su palabra:#Rm 15,16-21; Ef 3,2.7-8; 2 Tm 4,17. 26el plan secreto que Dios tuvo escondido durante siglos y generaciones enteras, y que ahora ha revelado a los creyentes, 27d&#225;ndoles a conocer la gloria y la riqueza que este plan encierra para los paganos. Me refiero a Cristo, que vive en vosotros y es la esperanza de la gloria.#3,4; Rm 5,2.</div><div class="p"> 28A este Cristo anunciamos, corrigiendo y ense&#241;ando a todos con el mayor empe&#241;o para que todos alcancen la plena madurez en su vida cristiana.#Ef 4,13. 29Esta es la tarea por la que me afano y lucho con denuedo, apoyado en la fuerza de Cristo, que act&#250;a poderosamente en m&#237;.#Flp 4,13.</div>
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<div class="version vid210 iso6393spa" data-vid="210" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkCOL">
 <div class="chapter ch2" data-usfm="COL.2.1+COL.2.2+COL.2.3+COL.2.4+COL.2.5+COL.2.6+COL.2.7+COL.2.8+COL.2.9+COL.2.10+COL.2.11+COL.2.12+COL.2.13+COL.2.14+COL.2.15">
 <div class="p">1Porque quiero que sep&#225;is la dura lucha que sostengo por vosotros, por los de Laodicea y por tantos otros que no me conocen personalmente. 2Lo hago para que tengan buen &#225;nimo y se mantengan unidos en el amor, de modo que lleguen a alcanzar toda la riqueza que supone el conocerlo todo plenamente y descubran el plan secreto de Dios que es Cristo, 3en quien se encuentran escondidos todos los tesoros del saber y de la ciencia.#Is 45,3; Pr 2,3-4; 1 Co 1,24. 4Os digo esto para que nadie os seduzca con palabras enga&#241;osas.#2,8; Rm 16,18; Ef 5,6. 5Si f&#237;sicamente estoy ausente, mi esp&#237;ritu est&#225; con vosotros, y me llena de gozo el ver vuestra armon&#237;a y la imperturbable fe que os une a Cristo.#1,2; 1 Pe 5,9.</div><div class="ms1">II. Falsos maestros y falsas doctrinas (2,6-23)</div><div class="s1">Plenitud de vida en Cristo</div><div class="p"> 6Puesto que hab&#233;is aceptado a Cristo Jes&#250;s como Se&#241;or, comportaos ahora de manera consecuente.#Ef 4,20-21. 7Que &#233;l sea cimiento y ra&#237;z de vuestra vida; manteneos firmes en la fe, seg&#250;n lo que aprendisteis, y vivid en incesante acci&#243;n de gracias.#Ef 2,20; 3,17; Jds 20.</div><div class="p"> 8Estad alerta, no sea que alguien os enga&#241;e con especulaciones filos&#243;ficas o est&#233;riles disquisiciones que se apoyan en tradiciones humanas o en potencias c&#243;smicas, y no en Cristo,#2,4; 1 Tm 4,1-2; 2 Tm 4,3; Tt 1,10-14; 2 Pe 2,3. 9en cuya humanidad habita toda la plenitud de la divinidad,#1,19; Jn 1,14.16. 10y en el que, como cabeza de todo principado y de toda potestad, hab&#233;is alcanzado vuestra plenitud.</div><div class="p"> 11Por vuestra uni&#243;n con Cristo est&#225;is circuncidados; no en sentido f&#237;sico, sino con la circuncisi&#243;n de Cristo, que es la que os despoja de vuestras desordenadas apetencias humanas.#3,9; Rm 2,29. 12Por el bautismo hab&#233;is sido sepultados con Cristo y con &#233;l tambi&#233;n vosotros hab&#233;is resucitado al creer en el poder de Dios, que lo resucit&#243; de la muerte.#3,1; Rm 6,4-11; 8,11; Ef 2,5-6; Flp 3,10-11. 13Y muertos estabais a causa de vuestros delitos y de vuestra condici&#243;n de paganos. Pero ahora, Dios os ha vuelto a la vida con Cristo y nos ha perdonado todos nuestros pecados.#Rm 6,13; Ef 2,1.5. 14Ha destruido el documento acusador que conten&#237;a cargos contra nosotros y lo ha hecho desaparecer clav&#225;ndolo en la cruz.#Ef 2,16; 1 Pe 2,24. 15Ha despojado a principados y potestades y los ha convertido en p&#250;blico espect&#225;culo, llev&#225;ndolos cautivos en su cortejo triunfal.#1 Co 15,24; 1 Pe 3,22 (ver Ap 12,7-8).</div>
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