Verdadera adoraciónMuestra

Verdadera adoración

por

Rocky Fleming

Día tres – El corazón

Una de mis canciones favoritas de adoración es El corazón de la adoración (The Heart of Worship). El mensaje de la canción es despojarnos del desorden y lo innecesario que con frecuencia usamos como forma de adorar, y en lugar de ello, llegar al corazón de la adoración. ¿Qué es el corazón de la adoración? Tener el corazón de adoración empieza con un corazón de adoración. ¿Qué quiero decir?

Requiere preparación. Es un tiempo en el que el interior de nuestro ser se vuelve desgarradoramente honesto ante Papá Dios. Es la forma excelentísima de reverencia, teniendo al mismo tiempo la forma más profunda de intimidad y conexión espiritual con Jesús. Es ser puesto al descubierto ante el Señor por nuestra honestidad ante Él. Pero también es ver nuestra vergüenza removida y un agradecimiento resultante que nos conecta a la santidad de Dios, que se abrió camino a nosotros por Su gracia, con nuestro corazón quebrantado y contrito.

El quebrantamiento no es algo malo, como muchos podrían pensar. De hecho, muchos versículos apuntan al quebrantamiento como la única entrada a la presencia de Dios. El quebrantamiento es obviamente la antítesis del orgullo y la arrogancia ante el Señor, los cuales Él odia. Pero el quebrantamiento también es verificar la realidad de que necesitamos a Jesús en nuestra vida. No sorprende que al compartir este pensamiento piense en otra canción de adoración que habla sobre la realidad de necesitar a Jesús cuando la letra dice: «Te anhelo, Señor. Y yo, estoy perdido sin Ti».

El quebrantamiento es ser sumamente consciente de esta necesidad urgente en nosotros, y la insondable gracia de Dios para nosotros. Es ser consciente de nuestra naturaleza pecaminosa, y de la condición en la que estábamos cuando Jesús nos rescató. Pero al mismo tiempo reconocemos que nos fue dada filiación, y que fuimos hechos miembros de Su familia real. Ambos quebrantan nuestro corazón del orgullo con esta consciencia, pero lo sanan por Su incondicional amor. Esto es lo que el quebrantamiento y la restauración proveen.

Cuando nos adentramos en la adoración al desacelerar, estando en silencio y aceptando nuestra necesidad urgente, tenemos la verdadera adoración al alcance de la mano.