ROMANOS 6:17-20
ROMANOS 6:17-20 Reina Valera 2020 (RV2020)
Pero gracias a Dios que, aunque erais siervos del pecado, habéis obedecido de corazón al modelo de enseñanza que os transmitieron; y una vez liberados del pecado, llegasteis a ser siervos de la justicia. En términos humanos, por la debilidad de vuestra naturaleza humana, os digo esto: del mismo modo que para practicar la iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la impureza y a la maldad, así ahora para vivir en santidad presentad vuestros miembros para servir a la justicia. Cuando erais esclavos del pecado, erais libres con respecto a la justicia.
ROMANOS 6:17-20 La Palabra (versión española) (BLP)
Gracias a Dios, vosotros, que erais en otro tiempo esclavos del pecado, os habéis sometido de todo corazón al modelo de enseñanza que os ha sido transmitido. Liberados del pecado, habéis aceptado vivir una vida recta. Os estoy hablando con un lenguaje corriente en atención a la debilidad de vuestra condición humana. Así pues, lo mismo que en otro tiempo os hicisteis esclavos del vicio y la maldad enfangándoos en el mal, haceos ahora esclavos de una vida recta, consagrándoos a Dios. Cuando erais esclavos del pecado, no os considerabais obligados a practicar el bien.
ROMANOS 6:17-20 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Pero, gracias a Dios, vosotros, que antes erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a la forma de enseñanza que habéis recibido. Una vez libres de la esclavitud del pecado habéis entrado al servicio de una vida de justicia (os estoy hablando en términos humanos para que podáis entender bien estas cosas). De modo que, así como antes entregasteis vuestro cuerpo al servicio de la impureza y la maldad para hacer el mal, entregad también ahora vuestro cuerpo al servicio de una vida de justicia, para vuestra santificación. Cuando todavía erais esclavos del pecado no estabais al servicio de una vida de justicia.
ROMANOS 6:17-20 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Pero gracias a Dios que, aunque antes erais esclavos del pecado, ya os habéis sometido de corazón a la enseñanza que os fue transmitida. En efecto, habiendo sido liberados del pecado, ahora sois esclavos de la justicia. Hablo en términos humanos, por las limitaciones de vuestra naturaleza humana. Antes ofrecíais los miembros de vuestro cuerpo para servir a la impureza, que lleva más y más a la maldad; ofrecedlos ahora para servir a la justicia que lleva a la santidad. Cuando vosotros erais esclavos del pecado, estabais libres del dominio de la justicia.