SANTIAGO 4:1-4
SANTIAGO 4:1-4 Reina Valera 2020 (RV2020)
¿De dónde vienen las guerras y las peleas entre vosotros? Sin duda de las pasiones que luchan dentro de vosotros mismos. Si codiciáis algo y no lo obtenéis, matáis. Si ardéis de envidia y no conseguís lo que deseáis, discutís y lucháis. Pero no obtenéis lo que deseáis, porque no pedís, y cuando pedís, no recibís, porque pedís mal, con el único propósito de satisfacer vuestras pasiones. ¡Gente adúltera!, ¿no sabéis que la amistad con el mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios.
SANTIAGO 4:1-4 La Palabra (versión española) (BLP)
¿De dónde surgen los conflictos y las luchas que hay entre vosotros? Sin duda, de las pasiones que lleváis siempre en pie de guerra en vuestro interior. Si ambicionáis y no tenéis, asesináis; si ardéis en deseos y no podéis satisfacerlos, os enzarzáis en luchas y contiendas. No tenéis porque no pedís. Y, si pedís, no recibís nada porque pedís con la torcida intención de malgastarlo en vuestros caprichos. ¡Gente infiel! ¿No sabéis que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Por tanto, quien pretende tener al mundo por amigo, se hace enemigo de Dios.
SANTIAGO 4:1-4 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
¿De dónde vienen las guerras y las peleas entre vosotros? De los malos deseos que siempre están luchando en vuestro interior. Queréis algo, y no lo obtenéis; matáis, sentís envidia de alguna cosa, y como no la podéis conseguir, lucháis y os hacéis la guerra. No conseguís lo que queréis porque no se lo pedís a Dios; y si se lo pedís, no lo recibís porque lo pedís mal, pues lo queréis para gastarlo en vuestros placeres. ¡Oh, gente infiel!, ¿no sabéis que ser amigos del mundo es ser enemigos de Dios? Cualquiera que decide ser amigo del mundo, se vuelve enemigo de Dios.
SANTIAGO 4:1-4 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
¿De dónde surgen las guerras y los conflictos entre vosotros? ¿No es precisamente de las pasiones que luchan dentro de vosotros mismos? Deseáis algo y no lo conseguís. Matáis y sentís envidia, y no podéis obtener lo que queréis. Reñís y os hacéis la guerra. No tenéis, porque no pedís. Y, cuando pedís, no recibís porque pedís con malas intenciones, para satisfacer vuestras propias pasiones. ¡Oh gente adúltera! ¿No sabéis que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Si alguien quiere ser amigo del mundo, se vuelve enemigo de Dios.