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MARCOS 4

4
Parábola del sembrador#4.1-9 Esta sección y las que siguen (vs. 10-34) abarcan una serie de parábolas de Jesús y algunas explicaciones.
(Mt 13.1-9; Lc 8.4-8)
1Otra vez comenzó Jesús a enseñar a la orilla del lago.#4.1 Lago: el de Galilea. Como se reunió una gran multitud, subió a una barca que había en el lago y se sentó,#4.1 Se sentó: Los maestros religiosos de entonces se sentaban para enseñar. Véase Mt 5.1 n. mientras la gente se quedaba en la orilla.#4.1 Mc 3.7-9; Lc 5.1-3. 2Y se puso a enseñarles muchas cosas por medio de parábolas.#4.2 Parábolas: relatos, ejemplos o comparaciones empleados para enseñar; véase Índice temático.
En su enseñanza les decía: 3“Oíd esto: Un sembrador salió a sembrar. 4Y al sembrar, una parte de la semilla cayó en el camino, y llegaron las aves y se la comieron. 5Otra parte cayó entre las piedras, donde no había mucha tierra; aquella semilla brotó pronto, porque la tierra no era profunda; 6pero el sol, al salir, la quemó, y como no tenía raíz, se secó.#4.5-6 Sobre la imagen empleada, véase Mt 13.5-6 n. 7Otra parte cayó entre espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron, de modo que la semilla no produjo grano. 8Pero otra parte cayó en buena tierra, y creció y dio una buena cosecha: unas espigas dieron treinta granos por semilla, otras dieron sesenta granos y otras cien.”
9Y añadió Jesús:
–Los que tienen oídos, oigan.
El porqué de las parábolas
(Mt 13.10-17; Lc 8.9-10)
10Después, cuando Jesús se quedó a solas, los que estaban cerca de él y los doce discípulos le preguntaron qué significaba aquella parábola. 11Les contestó: “A vosotros, Dios os da#4.11 Dios os da: lit. os es dado, voz pasiva para evitar el uso del nombre divino (Mt 5.4 nota g). a conocer el secreto#4.11 Secreto: Véase Designios secretos en el Índice temático. de su reino; pero a los que están fuera se les dice todo por medio de parábolas, 12para que por mucho que miren no vean, y por mucho que oigan no entiendan; a no ser que se vuelvan a Dios y él los perdone.”#4.12 Is 6.9-10; Jn 12.40; Hch 28.26-27.
Jesús explica la parábola del sembrador
(Mt 13.18-23; Lc 8.11-15)
13Les dijo: “¿No entendéis esta parábola? ¿Cómo, pues, vais a entender todas las demás? 14El que siembra la semilla representa al que anuncia el mensaje. 15Hay quienes son como la semilla que cayó en el camino: oyen el mensaje, pero después de haberlo escuchado viene Satanás y les quita ese mensaje sembrado en su corazón. 16Otros son comparables a la semilla sembrada entre las piedras: oyen el mensaje, y al pronto lo reciben con gusto, 17pero como no tienen bastante raíz no pueden permanecer firmes; por eso, cuando por causa del mensaje sufren pruebas o persecución, pierden la fe. 18Otros son como la semilla sembrada entre espinos: oyen el mensaje, 19pero los negocios de este mundo les preocupan demasiado, el amor a las riquezas los engaña y su deseo es poseer todas las cosas. Todo eso entra en ellos, ahoga el mensaje y no le deja dar fruto. 20Pero hay otros que oyen el mensaje y lo aceptan y dan una buena cosecha, lo mismo que la semilla sembrada en buena tierra: algunos de estos son como las espigas que dieron treinta granos por semilla, otros son como las que dieron sesenta y otros como las que dieron cien.”
El símil de la lámpara
(Lc 8.16-18)
21También les dijo: “¿Acaso se trae una lámpara#4.21 Lámpara: de aceite de oliva. para ponerla debajo de una vasija#4.21 Vasija: lit. medida, recipiente para trigo o cereales en general. o debajo de la cama? No, una lámpara se pone en alto, para que alumbre.#4.21 Mt 5.15; Lc 11.33. 22De la misma manera, no hay nada escondido que no llegue a descubrirse ni nada secreto que no llegue a ponerse en claro.#4.22 Mt 10.26; Lc 8.17; 12.2-3. Lo que Jesús había enseñado en secreto a sus discípulos (Mc 1.34 nota i) será después divulgado por ellos. 23Los que tienen oídos, oigan.”
24También les dijo: “Fijaos en lo que oís. Con la misma medida con que midáis, Dios os medirá a vosotros,#4.24 Mt 7.2; Lc 6.38. y os dará todavía más. 25Pues al que tiene, se le dará más; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará.”#4.25 Mt 13.12; 25.29; Lc 8.18; 19.26.
Parábola del crecimiento de la semilla
26Jesús dijo también: “Con el reino de Dios sucede como con el hombre que siembra en la tierra: 27que lo mismo si duerme que si está despierto, lo mismo de noche que de día, la semilla nace y crece sin que él sepa cómo. 28Y es que la tierra produce por sí misma: primero brota una hierba, luego se forma la espiga y, por último, el grano que llena la espiga. 29Y cuando el grano ya está maduro, se siega,#4.29 Se siega: lit. se mete la hoz, expresión referida a la acción de segar la mies. porque ha llegado el tiempo de la cosecha”.#4.29 Jl 3.13; Ap 14.15.
Parábola de la semilla de mostaza
(Mt 13.31-32; Lc 13.18-19)
30También dijo Jesús: “¿A qué se parece el reino de Dios, o con qué podremos compararlo? 31Es como una semilla de mostaza#4.31 Mostaza: planta grande, que brota de una semilla muy pequeña (Mt 13.31 n.). que se siembra en la tierra. Es la más pequeña de todas las semillas del mundo; 32pero, una vez sembrada, crece y se hace mayor que cualquiera otra planta del huerto, y echa ramas tan grandes que hasta los pájaros pueden anidar a su sombra.”#4.32 Ez 17.23; 31.6; Dn 4.12, 20-21.
El uso que Jesús hacía de las parábolas
(Mt 13.34-35)
33De esta manera les enseñaba Jesús el mensaje, por medio de muchas parábolas como estas y hasta donde podían comprender. 34No les decía nada sin parábolas, aunque a sus discípulos se lo explicaba todo aparte.#4.34 A sus discípulos... todo aparte: Mc 1.34 nota i.
La tempestad apaciguada
(Mt 8.23-27; Lc 8.22-25)
35Al anochecer de aquel mismo día, Jesús dijo a sus discípulos:
–Pasemos a la otra orilla del lago.#4.35 A la orilla oriental del lago de Galilea.
36Entonces despidieron a la gente y llevaron a Jesús en la misma barca en que se encontraba.#4.36 Llevaron a Jesús en la misma barca en que se encontraba: otra posible traducción: tomaron a Jesús, así como estaba, en la barca. Otras barcas le acompañaban. 37De pronto se desató una tormenta; y el viento era tan fuerte, que las olas, cayendo sobre la barca, comenzaron a llenarla de agua. 38Pero Jesús se había dormido en la parte de popa, apoyado sobre una almohada. Le despertaron y le dijeron:
–¡Maestro!, ¿no te importa que nos estemos hundiendo?
39Jesús se levantó, dio una orden al viento y le dijo al mar:
–¡Silencio! ¡Cállate!
El viento se detuvo y todo quedó completamente en calma. 40Después dijo Jesús a sus discípulos:
–¿Por qué tanto miedo? ¿Todavía no tenéis fe?
41Y ellos, muy asustados, se preguntaban unos a otros:
–¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?#4.39-41 Cf. Sal 107.28-29.

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