JOSUÉ 21:20-45
JOSUÉ 21:20-45 DHHE
A los otros clanes levitas descendientes de Quehat se les repartieron ciudades de la tribu de Efraín. En los montes de Efraín les dieron Siquem, como ciudad de refugio para quien matara a alguien, y además Guézer, Quibsaim y Bet-horón, o sea cuatro ciudades con sus propios campos de pastoreo. De la tribu de Dan recibieron Eltequé, Guibetón, Aialón y Gat-rimón, o sea cuatro ciudades con sus campos de pastoreo; y de la media tribu de Manasés recibieron dos ciudades, Taanac y Gat-rimón, con sus campos de pastoreo; así que las ciudades de estos clanes quehatitas fueron diez en total, con sus propios campos de pastoreo. A los levitas descendientes de Guersón les dieron dos ciudades, que eran de la media tribu de Manasés, con sus propios campos de pastoreo: Golán, que estaba en Basán, para que sirviera como ciudad de refugio, y Beesterá. De la tribu de Isacar les dieron Quisión, Daberat, Jarmut y En-ganim, o sea cuatro ciudades con sus propios campos de pastoreo. De la tribu de Aser les dieron Misael, Abdón, Helcat y Rehob, o sea cuatro ciudades con sus propios campos de pastoreo. De la tribu de Neftalí les dieron tres ciudades con sus propios campos de pastoreo: Quedes, que estaba en Galilea, para que sirviera como ciudad de refugio, Hamot-dor y Cartán; de modo que las ciudades de los clanes guersonitas fueron trece en total, cada una con sus propios campos de pastoreo. A los clanes levitas que aún quedaban, o sea a los descendientes de Merarí, les dieron, de la tribu de Zabulón, Jocneam, Cartá, Dimná y Nahalal, o sea cuatro ciudades con sus propios campos de pastoreo. De la tribu de Rubén les dieron Béser, Jahas, Cademot y Mefáat, o sea cuatro ciudades con sus propios campos de pastoreo. De la tribu de Gad les dieron Ramot de Galaad, para que sirviera como ciudad de refugio, Mahanaim, Hesbón y Jazer, o sea cuatro ciudades con sus propios campos de pastoreo; de modo que las ciudades que les tocaron a los clanes levitas que aún quedaban, es decir, a los descendientes de Merarí, fueron doce en total. Las ciudades levitas dentro del territorio israelita fueron cuarenta y ocho en total, cada una con sus propios campos de pastoreo, los cuales rodeaban a cada ciudad. El caso era el mismo en cada una de estas ciudades. Así fue como el Señor dio a los israelitas todo el territorio que había prometido bajo juramento a sus antepasados, y ellos se establecieron y vivieron allí. El Señor cumplió su promesa y les dio paz en todo el territorio. Sus enemigos no pudieron hacerles frente, porque el Señor les dio la victoria sobre ellos. Ni una sola palabra quedó sin cumplirse de todas las buenas promesas que el Señor había hecho a los israelitas.