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1 CORINTIOS 15

15
VII. LA RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS (15.1-58)
La resurrección de Cristo#15.1-11 El cap. 15 va dirigido a algunos que negaban la resurrección de los muertos, aun cuando admitían que Cristo había resucitado (v. 12). Los vs. 1-7 contienen un breve resumen del evangelio (15.4 n.).
1Ahora, hermanos, quiero que recordéis el evangelio que os he predicado. Es el evangelio que vosotros aceptasteis y en el que estáis firmes;#15.1 Pablo recalca en 15.1,3,11 el carácter tradicional de esta enseñanza, aceptada por todos (véase 1 Co 11.2 n.). Aquí (vs. 1-7) recuerda los hechos fundamentales de la historia de la redención. 2y es también el evangelio por medio del cual sois salvos, si es que os mantenéis firmes en él, pues de lo contrario habréis creído en vano.#15.2 En vano: Cf. 15.16-17.
3En primer lugar os he dado a conocer la enseñanza que yo también recibí. Os he enseñado que Cristo murió por nuestros pecados, como dicen las Escrituras;#15.3 Cf. Is 53.5-12. Como dicen las Escrituras: Aquí y en 15.4, la expresión puede aludir al mensaje global de las Escrituras del AT, y no sólo a pasajes determinados; cf. Lc 24.25-27,44-46, y véase Jn 20.9 n. 4que lo sepultaron y que resucitó al tercer día, como también dicen las Escrituras;#15.4 Cf. Sal 16.10; Mt 12.40; Hch 2.24-32. Al tercer día: Mt 16.21; Mc 8.31; Lc 9.22. Los hechos recordados en 15.3-4 representan el núcleo del evangelio, tal como fue proclamado desde los comienzos de la iglesia (véase Hch 2.14-42 n.). 5y que se apareció a Cefas#15.5 Lc 24.34. Cefas: 1 Co 1.12 nota o. y luego a los doce.#15.5 Mt 28.16-17; Mc 16.14; Lc 24.36; Jn 20.19. 6Después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales vive todavía, aunque algunos ya han muerto.#15.6 Han muerto: lit. duermen, término frecuentemente utilizado en gr. para hacer referencia a la muerte (así en los vs. 18,20,51). 7Después se apareció a Santiago#15.7 Santiago: Probablemente, el llamado “hermano del Señor” (Gl 1.19; véase Hch 12.17 n.). y luego a todos los apóstoles.
8Por último se me apareció también a mí,#15.8 Por último... también a mí: Hch 9.3-6; 1 Co 9.1. que soy como un niño nacido fuera de tiempo.#15.8 Un niño nacido fuera de tiempo: probable alusión a que la conversión de Pablo tuvo lugar con posterioridad a los demás apóstoles, o quizás a que se produjo de una manera “anormal” comparada con la de ellos. 9Pues yo soy el menos importante de los apóstoles, y ni siquiera merezco llamarme apóstol porque perseguí a la iglesia de Dios.#15.9 Hch 8.3. 10Pero soy lo que soy porque Dios fue bueno conmigo y su bondad no ha resultado en vano. Al contrario, he trabajado más que todos ellos; aunque no he sido yo, sino Dios, que en su bondad me ha ayudado. 11Lo que importa no es si he sido yo o si han sido ellos, sino que este es nuestro mensaje y que esto es lo que habéis creído.
La resurrección de los muertos
12Ahora bien, si nuestro mensaje es que Cristo ha resucitado, ¿cómo dicen algunos de vosotros que los muertos no resucitan? 13Si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; 14y si Cristo no resucitó, el mensaje que predicamos no sirve de nada, ni tampoco sirve de nada la fe que tenéis. 15Si esto fuera así, seríamos testigos falsos de Dios, puesto que afirmamos que él resucitó a Cristo#15.15 Hch 4.33; 5.30-32. cuando en realidad no lo habría resucitado de ser verdad que los muertos no resucitan. 16Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; 17y si Cristo no resucitó, vuestra fe no sirve de nada: todavía seguís en vuestros pecados.#15.17 La resurrección de Cristo es parte integral de su acción redentora, sin la cual no habría perdón de pecados. 18En este caso también están perdidos los que murieron creyendo en Cristo. 19Si nuestra esperanza en Cristo solamente se refiere a esta vida, somos los más desdichados de todos los seres humanos.
20Pero lo cierto es que Cristo ha resucitado. Él es el primer fruto de la cosecha: ha sido el primero en resucitar.#15.20 Col 1.18. Cristo, como primer fruto, garantiza con su propia resurrección la de los demás. 21Así como por causa de un hombre entró la muerte en el mundo, también por causa de un hombre entró la resurrección de los muertos. 22Y así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos tendrán vida.#15.21-22 Ro 5.12-21; cf. Gn 3.17-19. 23Pero cada uno en el orden que le corresponda: Cristo en primer lugar; después, en el momento en que Cristo vuelva, los que le pertenecen.#15.23 1 Ts 4.13-17. 24Entonces vendrá el fin, cuando Cristo derrote a todos los señoríos, autoridades y poderes,#15.24 Señoríos, autoridades y poderes: tres términos que designan las fuerzas enemigas de Dios, especialmente las angélicas (Col 2.15). y entregue el reino#15.24 Véase Reino de Dios en el Índice temático. al Dios y Padre. 25Porque Cristo ha de reinar hasta que todos sus enemigos sean puestos debajo de sus pies;#15.25 Sal 110.1; véase Mt 22.44 n. 26y el último enemigo que será derrotado es la muerte.#15.26 Ap 20.14; 21.4. 27Porque Dios lo ha sometido todo debajo de los pies de Cristo.#15.27 Sal 8.6. Aunque al decir que todo le ha quedado sometido es evidente que esto no incluye a Dios mismo, puesto que Dios es quien le sometió todas las cosas. 28Cuando todo haya quedado sometido a Cristo, entonces Cristo mismo, que es el Hijo, se someterá a Dios, que es quien sometió a él todas las cosas. Así, Dios será todo en todo.
29De otra manera, los que se bautizan por los muertos, ¿para qué lo hacen? Si los muertos no resucitan, ¿para qué bautizarse por ellos?#15.29 Sobre esta práctica no se tiene más datos. Pablo argumenta que ella supone la esperanza en la resurrección de los muertos. 30¿Y por qué ponernos nosotros en peligro a todas horas? 31Porque, hermanos, todos los días estoy en peligro de muerte.#15.31 2 Co 4.10-11. Esto es tan cierto como la satisfacción que siento por vosotros como creyentes en nuestro Señor Jesucristo. 32Yo he luchado con las fieras#15.32 Alusión al espectáculo de las luchas con las fieras en el circo romano. Pablo aquí, probablemente, se refiere en sentido figurado a algún peligro que había tenido que entrentar (cf. Hch 19.23-41; 2 Co 1.8). en Éfeso, pero ¿qué he ganado con ello? Si es verdad que los muertos no resucitan, entonces, como algunos dicen, “¡Comamos y bebamos, que mañana moriremos!”#15.32 Dicho popular (Is 22.13; véase Lc 12.19 n.).
33No os dejéis engañar. Como se ha dicho: “Las malas compañías echan a perder las buenas costumbres.”#15.33 Dicho del poeta griego Menandro (siglo IV a.C.). 34Volved al buen juicio y no pequéis,#15.34 No pequéis: o dejad de pecar. pues algunos de vosotros no conocen a Dios. Digo esto para que os avergoncéis.
Cómo resucitarán los muertos
35Tal vez alguno preguntará: “¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Qué clase de cuerpo tendrán?”#15.35 Entre los griegos se creía en la inmortalidad del alma, pero no en la resurrección del cuerpo. 36¡La pregunta es tonta! Cuando se siembra, la semilla tiene que morir para que tome vida la planta. 37Lo que se siembra no es la planta que ha de brotar, sino un simple grano, sea de trigo o de otra cosa. 38Después Dios le da la forma que quiere, y a cada semilla le da el cuerpo que le corresponde. 39No todos los cuerpos son iguales, sino que uno es el cuerpo del hombre, otro el de los animales, otro el de las aves y otro el de los peces. 40Del mismo modo, hay cuerpos celestes y cuerpos terrestres;#15.40 Es decir, hay unos cuerpos (o seres) apropiados para la existencia celestial, y otros para la terrenal (vs. 47-49). La expresión cuerpos celestes puede haber motivado la mención de los astros en el v. 41. pero una es la hermosura de los cuerpos celestes y otra la hermosura de los terrestres. 41El brillo del sol es diferente del brillo de la luna y del brillo de las estrellas; y, aun entre las estrellas, el brillo de una es diferente del de otra.
42Lo mismo pasa con la resurrección de los muertos: lo que se entierra es corruptible, lo que resucita es incorruptible; 43lo que se entierra es despreciable, lo que resucita es glorioso; lo que se entierra es débil, lo que resucita es fuerte; 44lo que se entierra es un cuerpo material, lo que resucita es un cuerpo espiritual. Así como hay cuerpo material, también lo hay espiritual.
45Esto dice la Escritura: “El primer hombre, Adán, fue materia con vida.”#15.45 Gn 2.7. En cambio, el último Adán es espíritu que da vida. 46Sin embargo, lo espiritual no es primero, sino lo material. Después viene lo espiritual. 47El primer hombre, hecho de tierra, procede de la tierra; el segundo hombre procede del cielo. 48Los cuerpos de la tierra son como aquel hombre hecho de tierra, y los del cielo son como aquel que es del cielo.
49Así como nos parecemos al hombre hecho de tierra, así también nos pareceremos al que es del cielo.#15.49 Nos parecemos al... nos pareceremos al: lit. llevamos la imagen del... llevaremos la imagen del; la imagen literaria es la de ser revestido (cf. v. 53).
50Quiero deciros, hermanos, que lo que es de carne y hueso#15.50 De carne y hueso: lit. la carne y la sangre, se trata del ser humano en su naturaleza puramente física y material. no puede tener parte en el reino de Dios; que lo corruptible no puede tener parte en lo incorruptible. 51Pero quiero que conozcáis este designio secreto de Dios:#15.51 Este designio secreto de Dios: algo no conocido antes, ahora revelado (véase Índice temático). no todos moriremos, aunque todos seremos transformados 52en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, cuando suene el último toque de trompeta. Porque sonará la trompeta y los muertos serán resucitados para no volver a morir. Y nosotros seremos transformados.#15.51-52 1 Ts 4.13-17. Pablo escribe acerca de la esperanza que él y sus lectores tenían de ver durante su vida presente el regreso de Jesucristo. La trompeta: Mt 24.31. 53Pues nuestra naturaleza corruptible se revestirá de lo incorruptible y nuestro cuerpo mortal se revestirá de inmortalidad.#15.53 Cf. 2 Co 5.4. 54Y cuando nuestra naturaleza corruptible se revista de lo incorruptible y nuestro cuerpo mortal se revista de inmortalidad, se cumplirá lo que dice la Escritura:
“La muerte ha sido devorada con victoria.#15.54 Alusión a Is 25.8.
55¿Dónde está, oh muerte, tu victoria?
¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?”#15.55 Cita libre de Os 13.14. Aguijón: figura basada en la picadura venenosa del alacrán, como símbolo del poder para hacer daño o destruir.
56El aguijón de la muerte es el pecado, y la antigua ley dio al pecado su poder.#15.56 Este tema se desarrolla en Ro 5–7, y allí termina (Ro 7.25) con la misma acción de gracias que aparece en el v. 57. 57¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!
58Por lo tanto, mis queridos hermanos, seguid firmes y constantes, trabajando siempre, cada vez más, en la obra del Señor; pues ya sabéis que no es inútil el trabajo que realizáis en unión con el Señor.

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