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NÚMEROS 7:1-65

NÚMEROS 7:1-65 RV2020

Aconteció que cuando Moisés acabó de levantar el tabernáculo, lo ungió y lo santificó junto con todos sus utensilios. Asimismo, ungió y santificó el altar y todos sus utensilios. Entonces los príncipes de Israel, los jefes de las casas de sus padres, los cuales eran los príncipes de las tribus que estaban sobre los registrados en el censo, se acercaron y trajeron sus ofrendas delante del Señor: seis carros cubiertos y doce bueyes; por cada dos príncipes un carro, y por cada uno un buey, y los ofrecieron delante del tabernáculo. El Señor dijo a Moisés: —Recíbelos de ellos: serán para el servicio del tabernáculo de reunión. Los darás a los levitas, a cada uno según su ministerio. Entonces Moisés recibió los carros y los bueyes, y los dio a los levitas. A los hijos de Gersón dio dos carros y cuatro bueyes, conforme a su ministerio, y a los hijos de Merari dio cuatro carros y ocho bueyes, conforme a su ministerio, bajo la dirección de Itamar, hijo del sacerdote Aarón. Pero a los hijos de Coat no les dio, porque tenían que llevar sobre sus hombros los objetos más santos. Los príncipes presentaron las ofrendas para la dedicación del altar el día en que fue ungido. Hicieron los príncipes su ofrenda delante del altar. Y el Señor dijo a Moisés: —Presentarán su ofrenda, un príncipe un día y otro príncipe otro día, para la dedicación del altar. El que presentó su ofrenda el primer día fue Naasón hijo de Aminadab, de la tribu de Judá. Su ofrenda fue un plato de plata que, conforme al peso oficial del santuario, pesaba un kilo y medio, y un jarro de plata de tres cuartos de kilo, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para ofrenda; una cuchara de oro de cien gramos, llena de incienso; un becerro, un carnero, un cordero de un año para el holocausto; un macho cabrío para la expiación; y para la ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Naasón hijo de Aminadab. El segundo día presentó su ofrenda Natanael hijo de Zuar, príncipe de Isacar. Presentó como su ofrenda un plato de plata que, según el peso oficial del santuario, pesaba un kilo y medio, y un jarro de plata de tres cuartos de kilo, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para ofrenda; una cuchara de oro de cien gramos, llena de incienso; un becerro, un carnero, un cordero de un año para el holocausto; un macho cabrío para la expiación; y para la ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Natanael hijo de Zuar. El tercer día, Eliab hijo de Helón, príncipe de los hijos de Zabulón, presentó su ofrenda: un plato de plata que, según el peso oficial del santuario, pesaba un kilo y medio, y un jarro de plata de tres cuartos de kilo, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para ofrenda; una cuchara de oro de cien gramos, llena de incienso; un becerro, un carnero, un cordero de un año para el holocausto; un macho cabrío para la expiación; y para la ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Eliab hijo de Helón. El cuarto día, Elisur hijo de Sedeur, príncipe de los hijos de Rubén, presentó su ofrenda: un plato de plata que, según el peso oficial del santuario, pesaba un kilo y medio, y un jarro de plata de tres cuartos de kilo, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para ofrenda; una cuchara de oro de cien gramos, llena de incienso; un becerro, un carnero, un cordero de un año para el holocausto; un macho cabrío para la expiación; y para la ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Elisur hijo de Sedeur. El quinto día, Selumiel hijo de Zurisadai, príncipe de los hijos de Simeón, presentó su ofrenda: un plato de plata que, según el peso oficial del santuario, pesaba un kilo y medio, y un jarro de plata de tres cuartos de kilo, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para ofrenda; una cuchara de oro de cien gramos, llena de incienso; un becerro, un carnero, un cordero de un año para el holocausto; un macho cabrío para la expiación; y para la ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Selumiel hijo de Zurisadai. El sexto día, Eliasaf hijo de Deuel, príncipe de los hijos de Gad, presentó su ofrenda: un plato de plata que, según el peso oficial del santuario, pesaba un kilo y medio, y un jarro de plata de tres cuartos de kilo, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para ofrenda; una cuchara de oro de cien gramos, llena de incienso; un becerro, un carnero, un cordero de un año para el holocausto; un macho cabrío para la expiación; y para la ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Eliasaf hijo de Deuel. El séptimo día, el príncipe de los hijos de Efraín, Elisama hijo de Amiud, presentó su ofrenda: un plato de plata que, según el peso oficial del santuario, pesaba un kilo y medio, y un jarro de plata de tres cuartos de kilo, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para ofrenda; una cuchara de oro de cien gramos, llena de incienso; un becerro, un carnero, un cordero de un año para el holocausto; un macho cabrío para la expiación; y para la ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Elisama hijo de Amiud. El octavo día, el príncipe de los hijos de Manasés, Gamaliel hijo de Pedasur, presentó su ofrenda: un plato de plata que, según el peso oficial del santuario, pesaba un kilo y medio, y un jarro de plata de tres cuartos de kilo, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para ofrenda; una cuchara de oro de cien gramos, llena de incienso; un becerro, un carnero, un cordero de un año para el holocausto; un macho cabrío para la expiación; y para la ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Gamaliel hijo de Pedasur. El noveno día, el príncipe de los hijos de Benjamín, Abidán hijo de Gedeoni, presentó su ofrenda: un plato de plata que, según el peso oficial del santuario, pesaba un kilo y medio, y un jarro de plata de tres cuartos de kilo, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para ofrenda; una cuchara de oro de cien gramos, llena de incienso; un becerro, un carnero, un cordero de un año para el holocausto; un macho cabrío para la expiación; y para la ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Abidán hijo de Gedeoni.