ISAÍAS 49:1-13
ISAÍAS 49:1-13 RV2020
Oídme, costas, y escuchad, pueblos lejanos: El Señor me llamó desde el vientre; desde las entrañas de mi madre tuvo en cuenta mi nombre. Y puso mi boca como espada afilada, me cubrió con la sombra de su mano. Me puso por flecha bruñida, me guardó en su aljaba. Me dijo: «Mi siervo eres, Israel, porque en ti me gloriaré». Pero yo dije: «Por demás he trabajado; en vano y sin provecho he agotado mis fuerzas. Pero mi causa está delante del Señor, y mi recompensa con mi Dios». Ahora pues, el Señor, el que me formó desde el vientre para ser su siervo, para hacer volver a él a Jacob y para congregarle a Israel (porque estimado seré en los ojos del Señor y mi Dios será mi fuerza), él dice: «Poco es para mí que solo seas mi siervo para levantar a las tribus de Jacob y restaurar al resto de Israel; también te he dado por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo último de la tierra». Así ha dicho el Señor, Redentor de Israel, el Santo suyo, al despreciado profundamente, al aborrecido de las naciones, al siervo de los tiranos: «Lo verán reyes, se levantarán príncipes y adorarán por causa del Señor, porque fiel es el Santo de Israel, el cual te escogió». Así dijo el Señor: En tiempo favorable te he oído, en el día de salvación te he ayudado. Te guardaré y te daré por pacto al pueblo, para que restaures la tierra, para que heredes asoladas heredades; para que digas a los presos: «¡Salid!», y a los que están en tinieblas: «¡Mostraos!». En los caminos serán apacentados y en todas las alturas tendrán sus pastos. No tendrán hambre ni sed, ni el calor ni el sol los afligirá; porque el que tiene de ellos misericordia los guiará y los conducirá a manantiales de aguas. Convertiré en camino todos mis montes y mis calzadas serán niveladas. Estos vendrán de lejos: unos del norte y del occidente, y otros de la tierra de Sinim. ¡Cantad, cielos, alabanzas, y alégrate, tierra! ¡Montes, prorrumpid en alabanzas, porque el Señor ha consolado a su pueblo y de sus pobres tendrá misericordia!