GÉNESIS 41:1-13
GÉNESIS 41:1-13 RV2020
Aconteció, pasados dos años, que Faraón tuvo un sueño. Le parecía que estaba junto al río, y que del río subían siete vacas, muy hermosas y gordas, que pacían en el prado. Tras ellas subían del río otras siete vacas, muy flacas y feas, que se pararon cerca de las vacas hermosas a la orilla del río; y las vacas de feo aspecto y escuálidas devoraban a las siete vacas hermosas y muy gordas. Faraón se despertó, pero se durmió de nuevo, y soñó la segunda vez: Siete espigas llenas y hermosas crecían de una sola caña, y después de ellas salían otras siete espigas menudas y quemadas por el viento del desierto; y las siete espigas menudas devoraban a las siete espigas gruesas y llenas. Faraón se despertó y vio que era un sueño. Sucedió que por la mañana estaba agitado su espíritu, y envió a llamar a todos los magos de Egipto y a todos sus sabios. Les contó sus sueños, pero no había quien se los pudiera interpretar a Faraón. Entonces el jefe de los coperos le dijo: —Es hora de que reconozca mi falta. Cuando Faraón se enojó contra sus siervos, nos echó a la prisión de la casa del capitán de la guardia a mí y al jefe de los panaderos. Él y yo tuvimos un sueño la misma noche, y cada sueño tenía su propio significado. Estaba allí con nosotros un joven hebreo, siervo del capitán de la guardia. Se lo contamos, y él nos interpretó nuestros sueños; a cada uno nos dio la interpretación de nuestro sueño. Y aconteció que como él nos los interpretó, así ocurrió: yo fui restablecido en mi puesto y el otro fue colgado.