1 PEDRO 5:1-14
1 PEDRO 5:1-14 RV2020
Yo, que soy un anciano de la iglesia, testigo de los padecimientos de Cristo y partícipe de la gloria que será revelada, ruego a los ancianos que están entre vosotros: apacentad la manada del Cristo que se os ha confiado, y cuidad de ella, no a la fuerza, sino voluntariamente; no buscando una ganancia deshonesta, sino con deseo de servir. Y no como si fuerais dueños de los que están a vuestro cuidado; al contrario, sed ejemplos de la manada. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria. Igualmente, jóvenes, someteos a los ancianos. Todos debéis ser sumisos unos a otros. Revestíos de humildad, porque Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes . Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte a su debido tiempo. Echad toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. Sed sensatos y estad atentos, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar. Resistidlo firmes en la fe, pues sabéis que vuestros hermanos alrededor del mundo están experimentando los mismos sufrimientos. Pero el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. A él sea la gloria y el imperio para siempre. Amén. Por medio de Silvano, a quien tengo por hermano fiel, os he escrito brevemente, y os amonesto y os doy testimonio que esta es la verdadera gracia de Dios. ¡Permaneced en ella! La iglesia que está en Babilonia, elegida juntamente con vosotros, y Marcos mi hijo, os saludan. Saludaos mutuamente con un beso de amor fraterno. Que la paz sea con todos vosotros, los que estáis en Jesucristo. Amén.