LAMENTACIONES 3:55-60
LAMENTACIONES 3:55-60 BLP
Invoqué, Señor, tu nombre desde lo hondo del pozo. ¡Escucha mi voz, no cierres tu oído al grito de auxilio! Cuando llamé te acercaste y me dijiste: «¡No temas!». Me has defendido, Dios mío, y me has salvado la vida. Ya ves que sufro injusticia: ¡hazme justicia, Señor! Ya ves todas sus intrigas de venganza contra mí.