Deja De Morir Y Comienza A VivirSample

Entrega tu vida La segunda cosa importante que necesitamos lograr para dejar de morir y comenzar a vivir, es vital y es entregar nuestras vidas. Nuestras vidas, energía, vitalidad, entusiasmo, emociones, motivaciones, optimismo, deben ser entregados diariamente. No podemos aferrarnos a ellos. A lo que nos aferremos, lo perderemos. Lo que entreguemos, se multiplica. Un amigo mío tenía un congelador lleno de carne que equivalía a miles de dólares, un día se desconectó accidentalmente y la carne se descongeló, entonces él y su esposa decidieron hacer un asado e invitar a los vecinos y familiares a cenar, para no tener que tirar toda esa carne. Como mi amigo era Pastor, pensó en sacar una buena historia de lo que le había pasado. Comenzó a orar y le pidió a Dios que le diera un mensaje, un significado a lo que le había sucedido. En un momento sintió que Dios le habló y el resultado fue este: «La vida es perecedera». La vida es un bien perecedero. Si no la entregas, llegará el día en que la tendrás que tirar a la basura. No podemos guardarnos la vida, no podemos decir que no queremos amar a las personas, que no queremos involucrarnos, dar gozo, emoción, nuestro entusiasmo, nuestro dinero, nuestros talentos, nuestros tesoros, nuestro tiempo, no hay forma de que podamos aferrarnos a esas cosas sin perderlas. La vida es perecedera y, si no la entregamos, la tendremos que tirar. Hay algo muy poderoso acerca de la vida; solo crece cuando es entregada. No podemos guardarla o acumularla porque no funciona de esa manera. Si queremos dejar de morir y comenzar a vivir, tener vitalidad, entusiasmo, emoción, energía, debemos primero dar esas mismas cosas. Eclesiastés 11:1 dice: «Echa tu pan sobre las aguas; después de muchos días lo hallarás». El pan puede representar vida, dinero, tiempo, entusiasmo; y las aguas pueden representar a las personas. Echa tu vida, entrega tu vida y volverá a ti, ola tras ola, tras ola, tras ola. La vida es un eco. Lo que sea que damos, es lo que siempre volverá. La Biblia dice que el bien que hagamos a los demás, lo recibiremos igualmente del Señor. Podemos tener lo que queramos en la vida, si ayudamos a los demás a obtener lo que ellos quieren. Quiero animarte a que entregues tu vida de cualquiera que sea la manera, puede ser una sonrisa, un apretón de manos, una oración, una palabra de ánimo, un texto, un correo electrónico, lo que sea que hagas, haz algo que anime a alguien más.