Папулярныя біблейскія вершы з Colosenses 3

Падзяліцца

Sopórtense unos a otros, y perdónense si alguno tiene una queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.

Piensen en las cosas del cielo, no en las de la tierra.

Todo lo que hagan, háganlo de buena gana, como si estuvieran sirviendo al Señor y no a los hombres.

Dios los ama a ustedes y los ha escogido para que pertenezcan al pueblo santo. Revístanse de sentimientos de compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia.

Que el mensaje de Cristo permanezca siempre en ustedes con todas sus riquezas. Instrúyanse y amonéstense unos a otros con toda sabiduría. Con corazón agradecido canten a Dios salmos, himnos y cantos espirituales. Y todo lo que hagan o digan, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.

Sobre todo revístanse de amor, que es el lazo de la perfecta unión.

Por lo tanto, ya que ustedes han sido resucitados con Cristo, busquen las cosas del cielo, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios.

Y que la paz de Cristo reine en sus corazones, porque con este propósito los llamó Dios a formar un solo cuerpo. Y sean agradecidos.

Hagan, pues, morir todo lo que hay de terrenal en ustedes: que nadie cometa inmoralidades sexuales, ni haga cosas impuras, ni siga sus pasiones y malos deseos, ni se deje llevar por la avaricia (que es una forma de idolatría).

Pues ustedes murieron, y Dios les tiene reservado el vivir con Cristo.

Pero ahora dejen todo eso: el enojo, la pasión, la maldad, los insultos y las palabras indecentes.

No se mientan los unos a los otros, puesto que ya se han despojado de lo que antes eran y de las cosas que antes hacían, y se han revestido de la nueva naturaleza: la del nuevo hombre, que se va renovando a imagen de Dios, su Creador, para llegar a conocerlo plenamente.

Esposos, amen a sus esposas y no las traten con aspereza.

Hijos, obedezcan en todo a sus padres, porque esto agrada al Señor.

Esposas, sométanse a sus esposos, pues este es su deber como creyentes en el Señor.