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HISTORIA #2: Los últimos serán los primeros Una de las ironías más curiosas del Nuevo Testamento es que muchas veces los discípulos de Jesús necesitaron ayuda para entender sus parábolas. Quedaban atrapados en los detalles y no podían ver dónde encajaban en ella. Parece que los enemigos de Jesús, los fariseos, no tuvieron problemas para comprenderlas cuando en esas historias se condenaban sus caminos. “Oían también todas estas cosas los fariseos, que eran avaros, y se burlaban de él Entonces les dijo: «Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones, pues lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación” (Lucas 16:14,15). Como los fariseos extraían a sus miembros de la clase media alta, todos tenían dinero. Se animaban unos a otros a pensar que su dinero era una demostración de que gozaban del favor de Dios (auto justificación). Jesús añadió una de sus características “respuestas”: a los ojos de Dios la riqueza no es garantía de integridad, ni la pobreza es garantía de castigo de Dios. Aunque el mundo escucha a los jactanciosos, Dios prefiere a los humildes. Aunque el mundo adora a los ricos y famosos, el Señor exalta a los humildes. Aunque el mundo admira a las personas que tienen muchos siervos, Dios prefiere a los que tienen actitudes siervo. Así que, dígame: ¿de quién tiene gran necesidad de aprobación?