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Venciendo la tentación

Jesús también experimentó tentación pero la venció con su devoción a Dios. De Él aprendemos a no tratar de vencer las tentaciones queriendo ser más fuerte que ellas, si no vencerlas declarando la Palabra de Dios y llenándonos de Su Espíritu. Si alimentas tu carne, serás guiado por Sus deseos que a veces no son buenos, pero si alimentas tu espíritu serás guiado a hacer las cosas que agradan al Espíritu de Dios.

VERSÍCULO: “No nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno” (Mateo 6:13).

ORACIÓN:

Padre Celestial, gracias porque Tú no eres ajeno a mis tentaciones, no las señalas sino que a través de Tu gracia me ayudas a vencer cada una de ellas. Hoy te pido: no me dejes caer en tentación y líbrame del mal. Amén.