Vive Tu PropósitoEgzanp

RELACIÓN, segunda letra del acróstico “Propósito”.

Te da revelación de tu propósito y dirección para vivirlo cada día.

En cada entrenamiento “Vive Tu Propósito” los alumnos me preguntan cuál letra del acróstico es más importante, mi respuesta es: ¡Todas! pero la “R” de relación, es crítica porque ahí es donde comienza la revelación de tu propósito. Si construyes una relación diaria con tu Diseñador a través del Espíritu Santo te garantizo que sucederá porque aunque no lo creas, Él está más interesado en que vivas tu misión de vida que tú mismo.

¿Cómo desarrollar una relación íntima con el Espíritu Santo?

1. Cree que el Espíritu Santo es una persona divina que habita dentro de ti 24/7. La palabra dice que cuando nacemos de nuevo somos sellados con su Espíritu Santo, es decir, siempre estará contigo, es una promesa. ¿Por qué es una persona (divina)? porque muestra los mismos atributos que Jesús cuando vivió entre nosotros, se entristece, se alegra, llora, habla, guarda silencio, etc. Tú y yo necesitamos de otra persona para construir una relación. Él está contigo cada día, hay que conocerlo y para lograrlo hay que tener intimidad con Él.

2. Aparta tiempo cada día para conocerlo. Tal y como se inicia una relación de amistad o de pareja, se requiere invertir tiempo, tomar la iniciativa y ser constantes. Jesús mientras vivió entre nosotros nos dio el mejor ejemplo, dice la Biblia que todos los días se apartaba a solas con su padre para recibir dirección y fuerzas. Él fue constante e intencional. Si Jesús siendo Dios lo hizo ¿por qué nosotros no?

3. Aprende a comunicarte con Él y escucharle. No podrás construir una relación íntima con nadie si sólo hablas tú, debes dejar que la otra persona hable. Dejar que Dios te hable es aún más importante. Para desarrollar una intimidad con el Espíritu Santo sé natural, no lleves una agenda, deja que fluya, sé transparente pues Él lo sabe todo, aprende a hacer preguntas, así se construye la intimidad con alguien y sobre todo preguntas claves para tu vida tales como: ¿Cuál es mi propósito de vida? Y por último, aprende a guardar silencio para escucharle. Déjalo hablar, recuerda que Él es una persona divina y es más importante lo que Él te va a comunicar que lo que tú le puedas decir.

Habla con Él ahora y guarda un poco de silencio para escucharle.