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Cada vez que comienzas un proyecto o un juego, hay energía a su alrededor. Pero con el tiempo, esa emoción puede comenzar a desvanecerse. Tal vez hayas jugado un deporte que fue emocionante al principio, pero ahora solo se siente más como trabajo que diversión. O empezaste a asistir a la iglesia y te encantó, pero ahora se siente aburrido. No importa lo que sea, recuerda que no puedes experimentar la alegría de lo que sea que hayas comenzado si no tienes la capacidad de seguir adelante, ¡incluso cuando no tenga ganas de hacerlo! Cuando le pedimos a Dios por eso, Él nos dará la paciencia y la voluntad de ver las cosas hasta el final. Si es algo que debemos hacer, ¡Dios nos ayudará a seguir adelante! Habla con un amigo o un familiar sobre un área de tu vida en la que estás trabajando para tener más resistencia para continuar. Pídeles que te alienten a seguir adelante incluso cuando no sea divertido o fácil de hacer.