Grief Bites: Un nuevo enfoque para crecer a través del dolorMuestra

El 70% de las parejas se divorcian después de la muerte de un hijo y el 90% de los padres con un hijo discapacitado.
Muchos matrimonios y familias experimentan un profundo conflicto hiriente en medio del dolor.
Es VITAL que las familias se cuiden mutuamente y no tengan comportamientos egoístas mientras pasan por el dolor, la pérdida o las dificultades.
Tanto el esposo como la esposa necesitan darse cuenta que cada uno manejará el dolor de manera muy diferente.
Uno puede llorar mucho, mientras que el otro puede no llorar en absoluto. Uno puede querer hablar de su dolor, mientras que el otro puede pensar en su dolor internamente. Uno puede querer que los recuerdos de su hijo permanezcan alrededor de la casa, mientras que puede ser muy doloroso para el otro padre.
Cuando se trata de una discapacidad, esta pérdida puede desencadenar muchas emociones crudas para las cuales la pareja no está preparada. Ambos necesitarán permitirse la libertad de atravesar cada emoción que enfrentan.
Cada uno que pasa por el dolor lo manejará a su manera individual. Ambos cónyuges tendrán que respetar y honrar el proceso de duelo del otro. Cuando esperamos que el otro llore cómo nosotros lo hacemos, estamos poniendo una carga muy injusta sobre ellos. Esto llevará a una comunicación rota y resentimiento.
Otra área a tener en cuenta es encontrar comodidad para hablar con otros del sexo opuesto sobre tu pérdida. He visto a muchos aumentar su pérdida involucrándose en el abuso de sustancias, el consumo excesivo de alcohol y las relaciones adúlteras.
Éstos pueden proporcionar un alivio temporal, pero a la larga, agregarán más dolor.
Debes estar disponible para hablar con tu cónyuge cuando más lo necesite...amarlo incondicionalmente a través de tu dolor de corazón...ser sensible y simpático...pregunta si hay algo que puedas hacer para ayudarlo a superar su dolor.
Oren juntos todos y cada uno de los días. Acérquense a Dios como pareja.
Un espíritu egoísta puede conducir a grandes daños y males. Esfuérzate con todas tus fuerzas para ser compasivo, cariñoso, sensible, reflexivo y amable. Busquen maneras de servirse uno a otro con gran amor y deferencia.
La tentación de aislarte puede ser grande, pero combate esa tentación.
¿Qué haces si tu cónyuge se enoja con Dios o elige aislarse? Ora por él. Ámalo. Dale tiempo para entender su dolor...y sobre todo, confía en Dios. A pesar de que tu mundo se ha derrumbado, Él está en control y puede levantarlos.
Muchos matrimonios y familias experimentan un profundo conflicto hiriente en medio del dolor.
Es VITAL que las familias se cuiden mutuamente y no tengan comportamientos egoístas mientras pasan por el dolor, la pérdida o las dificultades.
Tanto el esposo como la esposa necesitan darse cuenta que cada uno manejará el dolor de manera muy diferente.
Uno puede llorar mucho, mientras que el otro puede no llorar en absoluto. Uno puede querer hablar de su dolor, mientras que el otro puede pensar en su dolor internamente. Uno puede querer que los recuerdos de su hijo permanezcan alrededor de la casa, mientras que puede ser muy doloroso para el otro padre.
Cuando se trata de una discapacidad, esta pérdida puede desencadenar muchas emociones crudas para las cuales la pareja no está preparada. Ambos necesitarán permitirse la libertad de atravesar cada emoción que enfrentan.
Cada uno que pasa por el dolor lo manejará a su manera individual. Ambos cónyuges tendrán que respetar y honrar el proceso de duelo del otro. Cuando esperamos que el otro llore cómo nosotros lo hacemos, estamos poniendo una carga muy injusta sobre ellos. Esto llevará a una comunicación rota y resentimiento.
Otra área a tener en cuenta es encontrar comodidad para hablar con otros del sexo opuesto sobre tu pérdida. He visto a muchos aumentar su pérdida involucrándose en el abuso de sustancias, el consumo excesivo de alcohol y las relaciones adúlteras.
Éstos pueden proporcionar un alivio temporal, pero a la larga, agregarán más dolor.
Debes estar disponible para hablar con tu cónyuge cuando más lo necesite...amarlo incondicionalmente a través de tu dolor de corazón...ser sensible y simpático...pregunta si hay algo que puedas hacer para ayudarlo a superar su dolor.
Oren juntos todos y cada uno de los días. Acérquense a Dios como pareja.
Un espíritu egoísta puede conducir a grandes daños y males. Esfuérzate con todas tus fuerzas para ser compasivo, cariñoso, sensible, reflexivo y amable. Busquen maneras de servirse uno a otro con gran amor y deferencia.
La tentación de aislarte puede ser grande, pero combate esa tentación.
¿Qué haces si tu cónyuge se enoja con Dios o elige aislarse? Ora por él. Ámalo. Dale tiempo para entender su dolor...y sobre todo, confía en Dios. A pesar de que tu mundo se ha derrumbado, Él está en control y puede levantarlos.
Escrituras
Acerca de este Plan

Este Plan de 60 días es un nuevo enfoque para la recuperación del duelo. Si has experimentado una gran pérdida, este Plan te ministrará y traerá una nueva perspectiva sobre cómo Dios quiere revelarse, y te ayudará a experimentar Su amor.
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We would like to thank Bobby Bressman, Kim Niles, and Kelli Bressman-Horn for providing this plan. For more information, please visit: www.griefbites.com