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Dios y Yo: Devociones del Ministerio Tiempo de Gracia Muestra
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Dios y mis temores
En toda moneda o billete de dólares que caiga en sus manos hay unas palabras poderosas.
Desafortunadamente, la gente cree en ellas sólo parcialmente. El comportamiento nacional de los norteamericanos sugiere que ponen su confianza en George Washington. Lo único mejor que el dinero es más dinero. Pero el testimonio que se ve en esos billetes y monedas es sencillo y poderoso; benditos los que hacen lo que dice ese dinero: En Dios Confiamos.
El dador de toda vida, el dueño de toda riqueza, el administrador del universo no está muy interesado por lo que hay en su billetera, se interesa más por lo que hay en su corazón. Él puede reemplazar la riqueza que se haya perdido en un abrir y cerrar de ojos, pero solo usted puede optar por confiar en él. “En el día que temo, yo en ti confío. En Dios, cuya palabra alabo, en Dios he confiado. No temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre?” (Salmo 56:3,4).
Si necesita ayuda para aumentar su capacidad de confiar en Dios para todo, no le pregunte a una persona joven, porque no ha vivido el tiempo suficiente para ver y entender las pautas divinas. Busque a alguien que tenga el cabello gris o blanco, porque ha aprendido que Dios ayuda siempre a las personas en sus dificultades, y de esa manera vencen los temores y viven confiados.
En toda moneda o billete de dólares que caiga en sus manos hay unas palabras poderosas.
Desafortunadamente, la gente cree en ellas sólo parcialmente. El comportamiento nacional de los norteamericanos sugiere que ponen su confianza en George Washington. Lo único mejor que el dinero es más dinero. Pero el testimonio que se ve en esos billetes y monedas es sencillo y poderoso; benditos los que hacen lo que dice ese dinero: En Dios Confiamos.
El dador de toda vida, el dueño de toda riqueza, el administrador del universo no está muy interesado por lo que hay en su billetera, se interesa más por lo que hay en su corazón. Él puede reemplazar la riqueza que se haya perdido en un abrir y cerrar de ojos, pero solo usted puede optar por confiar en él. “En el día que temo, yo en ti confío. En Dios, cuya palabra alabo, en Dios he confiado. No temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre?” (Salmo 56:3,4).
Si necesita ayuda para aumentar su capacidad de confiar en Dios para todo, no le pregunte a una persona joven, porque no ha vivido el tiempo suficiente para ver y entender las pautas divinas. Busque a alguien que tenga el cabello gris o blanco, porque ha aprendido que Dios ayuda siempre a las personas en sus dificultades, y de esa manera vencen los temores y viven confiados.
Escrituras
Acerca de este Plan
Este plan de lecturas le llevarán a través de algunos de los Salmos y le harán pensar acerca de varios aspectos de la posesión más importante que usted tiene--su relación con Dios.
Nos gustaría agradecer a Time Of Grace por proveer este plan. Para más información, por favor visite: https://timeofgrace.org/espanol
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