La razón de mi esperanza de Billy GrahamMuestra

La cruz es mi confesión

Mientras Jesús se despojaba de sí mismo, oyó a los ladrones que estaban a su lado discutiendo de lo que habían oído acerca de Cristo. Uno rechazó la salvación con sarcasmo. Pero el otro lo recibió.

Jesús conocía el corazón de estos criminales condenados, pero solo uno se conveció de su pecado. La biblia dice que la convicción lleva al arrepentimiento.

El ladrón entendió que más que estar atado a la cruz de la muerte, estaba en la encrucijada de la decisión. Eligió el único camino de la salvación, porque la salvación sólo llega a través de la cruz de Cristo. Cristo es el camino, Su palabra es la verdad, y Su muerte y resurrección traen vida.

El arrepentimiento es por fe, creyendo que Dios perdonará. Arrepentimiento es reconocer tu pecado y, por fe, aceptar el perdón de Cristo, cambiar tu opinión sobre quién es Jesucristo y lo que ha hecho por ti, luego apartarte del pecado e ir por el camino de la cruz. Cuando haces esto, Él te ayuda a creer que te limpiará del pecado y te dará un nuevo corazón, una mente renovada, y la voluntad de seguirle en Su reino.

Cuando leemos el relato de la crucifixión, es fácil dejar pasar la gloria de la cruz por vergüenza: la vergüenza por el pecado humano que clavó a Jesús en el madero. La cruz representa el amor sufrido de Dios, que carga con la culpa del pecado de la humanidad, que es el único capaz de derretir el corazón del pecador y llevarlo al arrepentimiento para la salvación. Esta es la gloria de la cruz.

“Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;” (Colosenses 1:21–22)