Mi Época Favorita del AñoMuestra

Dar Desde La Riqueza y La Pobreza
Esta semana asistí a un breve servicio de comunión a la hora del almuerzo en el Palacio de Lambeth. El obispo que dirigía el servicio extrajo su sermón de la lectura de hoy. Fue un sermón corto pero desafiante de 5 minutos. He escuchado muchas enseñanzas sobre este pasaje. Pero lo que me impresionó de este mensaje en particular fue el encuadre del obispo. Señaló que, al igual que los ricos del pasaje, muchos de nosotros, si no la mayoría, damos a Dios de nuestra riqueza y no de nuestra pobreza, como la viuda. Estamos dispuestos a dar a Dios y a vivir una vida de generosidad cuando tenemos tiempo, dinero o algo más. Solo si estamos cómodos, nos alegramos de dar, pero no cuando hay un costo.
Mientras seguía reflexionando sobre su sermón a lo largo de la semana, pensé en esta analogía (imperfecta), que me ha ayudado a entender lo que significa dar desde mi riqueza frente a la pobreza. En Londres, no es raro ver a personas sin hogar sentadas a la puerta de las cafeterías de las estaciones de tren. Como mucha gente, especialmente en los meses más fríos, mientras compro mi propia bebida, he comprado una bebida para alguien sentado fuera en el frío. He podido dar de mi riqueza. Pero no recuerdo ninguna ocasión en la que haya regalado un café cuando solo podía permitirme comprar uno. Es decir, que la persona sin hogar se habría tomado un café y yo me habría quedado sin él: un regalo de mi pobreza.
Este ejemplo cotidiano me recuerda que siempre es más fácil dar cuando se tiene más. También me enseñó que, incluso en mi carencia, si miro más allá de mí misma, quizá descubra que puedo ser mucho más generosa con lo «poco» que tengo. Para que quede claro, no creo que sea una cosa o la otra. No creo que debamos dar de nuestra riqueza o de nuestra pobreza. Creo que es una situación de ambos. Es probable que nuestra capacidad de dar cambie durante las diferentes estaciones y etapas de la vida. Pero creo que la llamada a dar en la pobreza es una invitación a no excluirnos de dar cuando tenemos menos.
Diciembre suele ser una época de generosidad, agradecimiento y familia. Este año, cuando pienses en lo que significa ser generoso, ¿por qué no te planteas cómo sería dar no solo de tu riqueza, sino también de tu pobreza a Dios y a los de tu comunidad?
Preguntas para la reflexión: ¿Doy solo de mi riqueza? ¿Puedo dar de mi pobreza cuando mi tiempo o mis finanzas son escasos? ¿Puedo ser más creativo en mi generosidad? ¿He rezado al Señor sobre mi manera de dar?
Escrituras
Acerca de este Plan

Jesús vino como un regalo: trayendo esperanza, cambio y gracia. Este plan devocional de 4 días recorre historias de sacrificio, redención, oración sencilla y nuevos comienzos, invitándonos a ver cómo la Navidad habla a nuestras vidas hoy. Cada día incluye una Escritura breve, una reflexión y una pregunta para ayudarte a hacer una pausa y responder. Ya sea que tu temporada se sienta alegre, difícil o algo entre ambos, este plan te ayuda a desacelerar, reenfocar tu mirada en Jesús y comenzar el nuevo año con una fe renovada.
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Nos gustaría agradecer a Jean Kabasomi por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.jeankabasomi.com
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