Peticiones Bajo La Voluntad De DiosMuestra

En mi vida he tenido muy presente el versículo de Salmo 37:4

"Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón" (RVR1960).

Cuando hacemos lo que agrada a Dios y caminamos conforme a su voluntad, dice su palabra que nos concederá las peticiones de nuestro corazón.

De ahí surge esta pregunta que ha marcado mi camino: ¿Por qué debo soñar?

Hoy quiero compartirles como esta simple pregunta me ayudó a crecer y a ver cumplido uno de mis tantos sueños. La verdad es que una de las cosas más sencillas es soñar -soñar no cuesta nada-, lo que cuesta es cumplirlo, pero para esto debemos tener fe y una base firme.

Sin embargo la clave esta en quién nos sostiene en esos sueños. Su palabra nos recuerda:

"Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides" (Deuteronomio 31:8 RVR1960).

Cuando confiamos en Dios podemos aprender a soñar con propósito, sabiendo que Él nos guía y nos da la fuerza para alcanzar aquello que está dentro de Su propósito.

Este devocional Dios lo puso en mi corazón, pero antes de comenzar este camino, tomemos un momento para orar y pedirle a Dios que nos dirija conforme a Su voluntad.

ORACIÓN

Dios perfeccionará Su obra en mí

Padre Celestial, grande y poderoso eres. Hoy vengo a pedirte que perfecciones tu obra en mi, no me dejes a medias, termina tu buena obra y perfecciona todo aquello que aún se encuentra sin terminar.

Ayúdame a crecer más para servirte mejor, para dar a conocer más tu existencia a través de mis palabras, actos y testimonio. Que mi vida sea guiada por ti y que pese a mis imperfecciones se vea Tu poder. Que pueda ser un instrumento tuyo para que te conozcan y deseen vivir bajo Tu mano poderosa, ya que sin ti no somos nada, tu eres la vid y nosotros los pámpanos, y los pámpanos sin la vid no pueden dar fruto.

Permíteme dar muchos frutos, pero sobre todo perfecciona tu buena obra en mí. Te lo ruego Padre Celestial en el nombre de tu amado hijo Cristo Jesús.

Amén.

Reflexión final:

Recuerda que soñar no cuesta nada, solo debemos pedírselo a Dios, él nos concederá las peticiones de nuestro corazón siempre y cuando estén alineadas a su propósito. Dios abrirá los caminos y aparejará todo para cumplir sus promesas en nosotros.

Hoy la invitación es esta: pídele a Dios que tus sueños estén alineados a su propósito y voluntad, podrás ver cómo Él te concederá las peticiones de tu corazón.