Peticiones Bajo La Voluntad De DiosMuestra

Poniendo mis sueños en manos de Dios

A lo largo de mi vida he aprendido que, antes de tomar cualquier decisión, debo poner todo en manos de Dios.

Hoy quiero compartir con ustedes el versículo que ha sido rema en mi vida y que siempre me ha ministrado:

"Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas" (Proverbios 3:5-6 RV1960).

Cuando confiamos plenamente en el Señor, dejamos de depender de nuestras fuerzas y comenzamos a caminar bajo Su dirección. Ese es el primer paso para ver los sueños cumplirse: entregarlos al control de Dios.

Una vez que hemos puesto nuestros planes en Sus manos, el siguiente paso es plasmarlos. Aprendí esto de una persona muy especial que me ha ayudado a crecer tanto en la parte personal, como en la espiritual. Ella me enseñó que escribir lo que soñamos es una forma de darle forma a la fe, y para esto siempre tengo presente la invitación de Habacuc:

"Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella. Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará" (Habacuc 2:2-3 RV1960).

Dios nos enseña a escribir nuestras visiones para que en fe podemos ver su cumplimiento, es como una ofrenda que ponemos ante Él, confiando que estos sueños se cumplirán en Su tiempo perfecto.

Pero nunca olvides esto: los sueños que se cumplen son los que están alineados a los propósitos divinos. Si nuestros deseos están fuera de su voluntad, simplemente no prosperaran. Por eso, cada vez que sueñes, pide a Dios que sea Él quien dirija y apruebe tu visión.

ORACIÓN

Tú estás conmigo

Señor, hoy me rindo a tus pies. Ayúdame a que nunca olvide que tus promesas son eternas, que siempre estarás conmigo y que no debo desfallecer.

Enséñame a reconocerte en todos mis caminos, a no apoyarme en mi propia prudencia como lo primero, a poner cada plan, cada sueño y cada deseo bajo tu voluntad.

Padre Santo, endereza mis veredas, guíame conforme a tu propósito y haz que reflejen tu gloria.

Te lo ruego en el nombre de Cristo Jesús.

Amén

Reflexión final:

Cuando entregamos nuestros sueños a Dios y los escribimos con fe, estamos dando un paso de obediencia. Él se encargará de cumplirlos a Su manera y en Su tiempo, porque todo lo que esta bajo Su voluntad florece.