Llamados a ServirMuestra

Día 3: La prueba de las obras.

La Biblia enseña que llegará el día en que Cristo evaluará nuestras obras. No será un juicio para condenación, sino una prueba de fidelidad y pureza. Pablo explicó que nuestras obras serán probadas por fuego, y solo aquello que fue hecho con sinceridad y amor permanecerá. El fuego representa la mirada de Dios, que revela las verdaderas intenciones del corazón. Si nuestras obras fueron guiadas por el Espíritu, si sirvieron para edificar vidas, inspirar fe y extender el Reino, permanecerán para gloria de Dios. Pero si fueron hechas con orgullo, intereses personales o sin integridad, se perderán, aunque la persona misma sea salva.

La recompensa no está en la cantidad de lo que hicimos, sino en la fidelidad con que servimos. Quienes hayan edificado sobre Cristo recibirán galardones eternos, y oirán las palabras que todo siervo anhela escuchar. “Buen siervo, fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor" (Mateo 25:23 RVR 1960).

Servir a Cristo es una honra y una oportunidad de participar en Su obra. Nuestra salvación es un regalo, pero nuestro servicio es una respuesta de amor. Que todo lo que hagas para Dios esté cimentado en Cristo, guiado por Su Espíritu y enfocado en Su gloria.

Aplicación: hoy, pide al Señor que purifique tus motivaciones. Recuerda que lo que permanece no es lo más visible, sino lo que se hace con amor y obediencia.

Oración: Padre, dirige mis pasos, examina mi corazón, transfórmame, que mi servicio a ti sea agradable, para que al final pueda escuchar: “buen siervo fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré, entra en el gozo de tu Señor”. Amén.