Llamados a ServirMuestra

Día 2: Cuida cómo sobreedificas al servir a Dios.
Pablo enseñó que cada creyente debe tener cuidado en cómo edifica sobre el fundamento de Cristo, porque las obras serán probadas por Dios. No se trata solo de cuanto hacemos, sino con qué corazón lo hacemos.
Podemos edificar con oro, plata y piedras preciosas cuando servimos con fe, obediencia y amor: así lo hicieron hombres y mujeres de Dios. Josué, quien obedeció completamente las instrucciones del Señor; Pablo, perseveró en la fe a pesar de las pruebas (2 Corintios 11:23-30); Daniel, que vivió una vida de consagración (Daniel 1:8); Pedro que dejó todo para seguir a cristo (Mateo 4:18-20); y José, que permaneció fiel aún en la adversidad. Sus obras permanecieron y su ejemplo sigue edificando a los creyentes hasta hoy. Pero también podemos edificar con madera, heno y hojarasca, cuando servimos con motivaciones equivocadas o corazones divididos. Así le ocurrió a Saúl, que obedeció parcialmente (1 Samuel 15); a Sansón, que vivió sin dominar sus pasiones; a Judas, que aparentó piedad; y a Ananías y Safira, que mintieron al Espíritu Santo (Hechos 5:1 11). Sus obras no permanecieron, y el fruto de su servicio se perdió. Dios no solo mira lo visible de nuestro servicio, sino la pureza de nuestro corazón. Servir con amor, humildad y fidelidad es lo que realmente resiste la prueba del fuego.
Aplicación: hoy, examina tus motivaciones. ¿Estás edificando con materiales que permanecen fe, amor y obediencia o con los que se desvanecen, orgullo, apariencia o conveniencia?
Oración: Señor Jesús, ayúdame a servirte con la actitud correcta, no solo para que mis obras permanezcan, sino para que el fruto de mis obras edifique a tu iglesia. Amén.
Acerca de este Plan

La salvación es por gracia, no por méritos propios; es un regalo inmerecido. Nuestra alma fue redimida al haber creído con fe en la muerte, sepultura y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Por él tenemos vida eterna. Pero la vida abundante que Dios ofrece se manifiesta mientras servimos, obedecemos y permanecemos en comunión con Él. Cuando ponemos por obra esos dones, se activa la vida abundante a la que Dios nos llama para disfrutar aquí en la tierra. NOTA: podemos ser salvos y perdonados del pecado, pero también se pueden perder oportunidades de impactar vidas si no servimos al Señor.
More
Nos gustaría agradecer a Casa de Oración Torreón por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.facebook.com/casadeoraciontrc?mibextid=ZbWKwL
Planes relacionados

Mujer, Abraza Cada Etapa Con Gozo Y Gratitud

Ser La Grosura en El Altar

Cuando Dios parece no llegar

Restaurados en Su Tiempo

Amada, No Olvidada

Liderazgo Que Reconstruye: Ver, Planear Y Perseverar Con Dios

El Areópago Digital

El Poder De Las Palabras

Floreciendo en Su Gracia
