Obtener la appEn todo momento, Dios está ahíMuestra
Seguirle hasta el final
A lo largo de estos días hemos visto cómo Dios interviene en nuestros momentos más difíciles, trayendo calma al corazón. Aunque en ocasiones podamos fallar en el camino, Él siempre nos perdona y desea que le sigamos.
Así le ocurrió a Pedro. Tuvo un llamado muy especial y una experiencia extraordinaria con Jesús; sin embargo, fracasó al negarlo. Aun así, Dios lo perdonó (Juan 21:15-19) y lo envió a predicar el evangelio. Después de su error, Pedro tenía dos opciones: lamentarse y quedarse atrapado en la tristeza, o levantarse, reconocer su falta y seguir a Jesús compartiendo el evangelio con los demás. Eligió lo segundo, y esa decisión transformó su vida.
Tras la resurrección de Jesús, el Salvador se apareció a sus discípulos y les recordó que todo lo que había sufrido se había cumplido conforme a lo escrito por los profetas (Lucas 24:44-46). Luego los envió a predicar el evangelio comenzando por Jerusalén (Lucas 24:47). Después de la ascensión de Jesús, los discípulos —entre ellos Pedro— regresaron a Jerusalén con gran gozo (Lucas 24:52). Las lágrimas que Pedro había derramado se transformaron en alegría, porque Dios es experto en convertir nuestra tristeza en gozo.
Sigamos el ejemplo de Pedro: reconozcamos nuestros errores, pidamos perdón con un corazón sincero y continuemos caminando con Dios. Llevemos el evangelio con alegría, comenzando por nuestro hogar y extendiéndolo hacia quienes están más allá. Compartamos a Jesús con gozo, sabiendo que tenemos un amigo que perdona y transforma nuestra vida cuando entra en ella.
Es mi deseo y oración que sigas firme en el camino de Dios. Amén.
Si sentiste que Dios te habló a través de este contenido, me encantaría que me lo compartas. Escríbeme por Instagram y cuéntame cómo tocó tu corazón.
Acerca de este Plan
Cuando sientas que tus fuerzas se han agotado, cuando tu futuro parezca oscuro y no veas ninguna solución, Dios está ahí. Cuando ya conociste de Él y caminaste en sus caminos, pero caíste en pecado y te sientes desanimado por haberle dado la espalda a tu mejor amigo, Dios está ahí. Y cuando decides volver, Dios está ahí, esperándote para sanarte, darte su perdón y llamarte nuevamente a su misión de compartir el evangelio. En todo momento, Dios está ahí, listo para transformar tu vida.
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os gustaría agradecer a Odis Zavala por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.instagram.com/vivirlucas1.37
