Un Corazón Aprobado Por DiosMuestra

Habla con propósito, no con palabrería

No toda palabra edifica; algunas corroen el alma.

"Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad" (2 Timoteo 2:16 RVR1960).

Pablo exhorta a no caer en disputas inútiles que solo generan división y alejamiento de la verdad. La integridad cristiana se refleja también en nuestras palabras: ¿levantan o destruyen? ¿Aclaran o confunden?

Hablar con propósito es elegir callar cuando hay necedad, y hablar con gracia cuando hay necesidad. Las palabras tienen poder; usarlas con sabiduría es parte del testimonio cristiano.

Reflexión personal:

• ¿Has caído en discusiones inútiles últimamente? ¿Qué efectos tuvo eso en tu entorno y tu corazón?
• ¿Qué criterios usas para discernir si una conversación es edificante o no?

Ejercicio práctico:

Haz una auditoría de tus palabras esta semana. Marca con ✔ aquellas que edificaron y con ✘ las que no. Al final, ora pidiendo discernimiento para hablar con sabiduría.